Los diputados han vuelto a ponerle frenos al asalto de las derechas a la Moncloa. La mayoría que conforman PSOE, Sumar y los soberanistas vascos y catalanes se ha impuesto a los votos de PP, Vox, UPN y Coalición Canaria por 177 a 172, con un voto nulo. Es que no podía ser de otra manera: una investidura bronca tenía que acabar con un pequeño escándalo y así fue con el debate intenso que hubo en la Mesa del Congreso para ver qué hacer con el diputado de Junts que se equivocó en el voto oral. Finalmente fue nulo.

Se llega así al final de un período de más de dos meses desde las elecciones generales del 23 de julio, en la que el PP intentó conseguir que su candidato fuera investido y pidió de hecho al rey tener su posibilidad. Yy se abre otra etapa en la que el segundo más votado, el PSOE, pasará ser quien entable las negociaciones.

Pasadas las 15.30, la presidenta del Congreso, Francina Armengol, ha ido a la Zarzuela a reunirse con el jefe del Estado para informarle presencialmente de los resultados del candidato que él había propuesto. Una hora después se ha sabido que Felipe VI tendrá una segunda ronda de conversaciones con los líderes parlamentarios el lunes y martes próximos, de la cual se espera que sea designado Pedro Sánchez como encargado de conformar gobierno.

Para el lunes están convocados EH Bildu y el PNV. Los primeros no acudirán al encuentro (tampoco fueron en agosto) mientras que fuentes jeltzales confirmaron a NAIZ que Aitor Esteban estará allí.

Tercer y último round

Este viernes se ha desarrollado el tercer pleno del proceso de investidura de Feijóo, en el que por reglamento corresponde que se vote por segunda vez al candidato, aceptando una mayoría simple y no una absoluta (que es la mitad mas uno del total). Antes de la nueva votación los grupos contaron con cinco minutos para hacer una nueva valoración, y el candidato disponía de tiempo libre.

«He ofrecido un gobierno para seguir avanzando dentro del marco constitucional. Para que nadie sea más que nadie, en igualdad de condiciones. Un pacto por un país plural y plurilingüe», ha comenzado su última comparecencia Feijóo, destacando que llegó a estar «a cuatro diputados menos de la mayoría absoluta» y persistiendo en una de sus principales intenciones: señalar la incoherencia de discurso de Sánchez.

«Algunos que me reprochan que tengo los mismos apoyos con los que contaba hace dos meses son los mismos que ya no pueden sostener lo que decían en ese entonces», ha señalado mirando al bloque a su izquierda. Ha acusado al PSOE de perpetrar un «engaño clamoroso a los electores» y augurado que su posible gobierno «se sustentará en la mentira».

«Suba aquí, señor Sánchez, suba aquí ahora y hable claro», ha retado Feijóo sin recibir respuesta alguna

«Suba aquí, señor Sánchez, suba aquí ahora y hable claro, sin rodeos, sin comunicados enviados a las 8 de la tarde llenos de eufemismos. Tenga la valentía que no tuvo el martes y diga a España lo que va a tener que soportar si usted vuelve a ser presidente del Gobierno», ha retado Feijóo al líder del PSOE, haciendo referencia al escrito que hizo público anoche el PSOE y el PSC en respuesta a la aprobación en el Parlament de Catalunya de la declaración en la que se comprometen a incluir un pacto por el referendum en la negociación con el Estado.

Ese hecho político acontecido en Barcelona la tarde del jueves calentó el ambiente en Madrid. El PSOE insiste en la política de discreción pero, según dejaron trascender desde la cúpula de Ferraz, se vieron obligados a emitir un comunicado en el que se «marca un perímetro y dejarlo claro». Todo parece indicar que la amnistía no será el escollo principal en la negociación, sino la consulta popular.

Conocedor de este dato, Feijóo ha pedido una nueva convocatoria a elecciones para que se ponga sobre la mesa «lo que hace dos meses se negaba». Mirando a los diputados socialistas, les ha dicho: «Os pido que no sean tránsfugas de sus votantes, de sus principios y de la Transición. No lo sean, no merece la pena serlo». Y acto seguido ha soltado una suerte de amenaza para futuros acuerdos del estilo de Gasteiz (en el que prestó los votos para dejar a EH Bildu sin la alcaldía): «Les he ofrecido que se abstuvieran pero no vamos a admitir más el cinismo de que nos pidan luego ustedes a nosotros lo que se niegan a hacer ahora con el partido más votado. Otro paso más de cinismo, ya no».

En tanto, el PSOE ha decidido que sea otra vez Oscar Puente, el exalcalde de Valladolid, el ponente contra Feijóo, como fue el martes. «Usted entró siendo candidato a líder de la oposición y saldrá convertido en ello, por fin. Es líder y azote de Sánchez, la fuente de todo mal», ha ironizado, en un discurso una pizca más formal y menos cómico que el hecho dos días antes.

«Para fortalecer su liderazgo interno, cosa que parece necesitar, mejor convoque un congreso partidario. Atrévase señor Feijóo, los verdaderos líderes se forjan en situaciones en las que no tienen todas las ventajas», ha fustigado. Y citando declaraciones hechas contra el antiguo diputado Peces-Barba, ha arremetido así: «Al PSOE de hace 30 años que ahora dicen que es bueno lo trataban igual que al de ahora. Pregúntese por qué su partido no sale en la foto de ninguno de los avances sociales de los últimos 45 años. O si sale, es tratando de impedirlos».

Acto seguido, un exasperado Santiago Abascal ha reiterado su apoyo a Feijóo, especialmente empujado porque se está en la antesala del «gobierno epítome de la corrupción», y le ha dicho a Sánchez que es «el presidente más corrupto de la historia de España». Mientras, Yolanda Díaz ha decidido repetir la táctica y también callar: ha sido su novata portavoz, Marta Lois, quien ha vuelto a rechazar a Feijóo, mencionando todos los temas en los que «mintió» en su discurso y lamentando su «soberbia y arrogancia».

ERC ha decidido que no sea Rufián sino Teresa Jordà quien cierre por ellos el debate. Muy vehemente, ha cuestionado a Felipe VI por «tomar partido, como acostumbra siempre» y permitir una investidura sin los apoyos necesarios. Tras ello, ha reiterado la negativa a Feijóo porque quieren evitar «las políticas de exterminio lingüístico» que él «y el neofranquismo de Vox» están haciendo en Balears y en el Pais Valencià.

Por Junts, Miriam Nogueras le ha recordado todos los hitos que el PP, en su opinión, ha hecho contra Catalunya, recordando «las más de 400 páginas que tenía el recurso contra el Estatut, en donde hasta recurrían artículos calcados del estatuto andaluz», y ha afirmado: «El 70% de la sociedad catalana está a favor de votar un referendum. Votar no es división, es consenso».

El enfado del PNV y el error de Pujol

El ponente elegido para el final por EH Bildu ha sido Oskar Matute, quien mitad en euskara y mitad en castellano ha acusado a Feijóo de querer gobernar «para abolir derechos sociales y derogar avances». Le ha reprochado que en otros países de Europa sí hubo acuerdos desde fuerzas conservadoras «para poner un cordón sanitario a la ultraderecha”»

Quien estaba visiblemente enfadado tras el duelo mantenido el miércoles es el portavoz de PNV, Aitor Esteban. Ha subrayado a Feijóo que este viernes votaban por la negativa «con más motivos que hace dos días». «Vamos conociendo al señor Feijóo. Hizo un discurso contradictorio en lo económico, decepcionante absolutamente en lo territorial e ignorando las realidades vascas y catalanes, y agresivo y arrogante. Confunde la sorna con la provocación y no tiende puentes con nadie», ha resumido.

Esteban (PNV) ha subrayado que el socarrón discurso de Feijóo del miércoles ha abierto una sima con su partido: «Usted no tiende puentes con nadie»

Además, ha respondido al sarcasmo del candidato dos días antes sobre que el PP le podría arrebatar la base social de votantes al PNV y ha dicho que estp no le preocupa tras sus discursos en la investidura, ya que «su soledad es mayor ahora que antes». «Dice que se podría confiar en usted y nuestra conclusión es justamente la contraria. Entre su partido y el nuestro hay un abismo. Usted no tiene ni idea de lo que es Euskadi», ha recalcado, exhibiendo un cortocircuito inesperado y que el líder del PP ha sembrado con su discurso socarrón del miércoles.

A la hora de la votación, el escándalo ha vuelto al hemiciclo, como para reafirmar que nada podía salir armoniosamente esta semana. El diputado Eduard Pujol (Junts por Barcelona) se equivocó y dijo «sí» ante la pregunta hecha de a quién votaba, para acto seguido corregirse y decir «no». Pero la secretaria de la Mesa del Congreso, que con su «sí» ratifica el voto escuchado y que se contabiliza, ha dicho «sí» dos veces y no corrigió, como sí ocurrió el miércoles cuando un legislador del PSOE se equivocó.

Eso ha provocado que luego de la votación oral durante unos 15 minutos hubiera intensa discusión entre quienes conforman la Mesa. Preguntada por NAIZ, la diputada Marta González, quien es secretaria en la Mesa y participó de la discusión, respondió que Armengol estuvo en un comienzo a favor de computar el voto de Pujol para Feijóo, lo que hubiera llevado el voto en contra a 177 y el positivo a 173. Una alta fuente de Sumar confirmó a NAIZ este hecho y que, luego de oír las opciones, la líder mallorquina (novata en las Cortes) decidió aceptar la propuesta del voto «nulo».

Fuentes legislativas señalaron que la insistencia en declarar nulo el voto fueron del vicepresidente del Congreso, Alfonso Gómez de Celis (PSOE), y de Gerardo Pisarello (Sumar). El PP ha respondido ante la consulta de NAIZ que evaluará hacer un recurso por el voto y que informará su decisión en unos días, tras escuchar lo que digan los letrados de Génova.

Es por ello que, sin mediar nada más que la torpeza (ver el lenguaje corporal nervioso de Eduard Pujol tras su equivocación y su frenético uso del móvil desde el escaño quitan dudas de alguna estrategia de golpe de efecto), la sesión acabó con un sobresalto inesperado. Un miembro de la Mesa decía a la prensa: «Esto tendrá que servir de precedente para que el reglamento contemple estas equivocaciones y cómo resolverlas».

Nueva fase

Ahora comienza una nueva fase. Fuentes de Ferraz han informado a NAIZ que Sánchez le dirá al rey que tiene «una negociación en marcha con varias formaciones» y que creen que podrán alcanzar la mayoría, por lo que le requerirán que lo mandate ante Armengol.

Sánchez le dirá al rey que tiene «una negociación en marcha» y que cree que podrá alcanzar la mayoría; la fecha es la duda

Luego será ella (o sea, el PSOE) quien decida la fecha de la próxima investidura (según el reglamento, no hay delimitación legal para fijar el día). Cabe recordar que se ha activado el reloj de la repetición electoral: si a los 60 días de la primera votación a Feijóo no hay un primer ministro investido, automáticamente se irá a las urnas el próximo 14 de enero.