Arrancó la segunda ronda de consultas de Felipe de Borbón de cara a proponer un nuevo candidato a la Presidencia del Gobierno español. Pocas novedades en las cinco reuniones de ayer con portavoces de UPN, Coalición Canaria, PNV, Sumar y Vox; que hoy cierran Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. No se espera otra cosa que el presidente en funciones sea propuesto oficialmente como candidato a la investidura.

Nadie duda de la complejidad del reto, aunque la mayoría de los implicados son conscientes de la importancia del proceso de negociación que se va a abrir y la necesidad de llegar a acuerdos ante la alternativa de tener que volver a acudir a las urnas y otorgar, de esa manera, una «victoria» al bloque PP-Vox.

En ese diálogo juegan un papel destacado las fuerzas independentistas catalanas y EH Bildu, que consideran innecesaria la habitual reunión protocolaria con el rey español. Los soberanistas abertzales ya apuntaron en su día que Felipe de Borbón sabe perfectamente cuál es su posición, puesto que es reiterada la apuesta por un gobierno progresista, «sin líneas rojas».

Si la jornada de ayer no generó grandes expectativas, como se corroboró posteriormente, sí lo hizo la víspera el documento presentado en un acto en Madrid en el que todos los secretarios provinciales del PSOE escenificaron su apoyo al proyecto liderado por Pedro Sánchez y, en consecuencia, su respaldo a un Gobierno de coalición. En el manifiesto, que cuenta con el aval de José Luis Rodríguez Zapatero, se destaca que hay «una mayoría para avanzar en un proyecto de progreso y convivencia».

Confianza en un Gobierno progresista

Animan a Sánchez a trabajar para lograr de nuevo su investidura. «Nuestra confianza en él –exponen– es la confianza que depositamos en la formación de un Ejecutivo progresista que abra una nueva etapa de avances sociales, en favor de una democracia asentada en la igualdad de género, en la convivencia que descansa en el reconocimiento de la diversidad de España, de su memoria democrática y del espíritu de convivencia, así como en una modernización económica comprometida con la transición ecológica y la sostenibilidad».

El manifiesto también pone en valor las políticas de creación de empleo, la reforma del mercado laboral y el compromiso con la igualdad de género y la ampliación de derechos y libertades de la ciudadanía y la sensibilidad democrática. «El compromiso del PSOE –subraya el documento– es formar un Gobierno de progreso con Sumar para revalidar los acuerdos que tan buenos resultados dieron en la pasada legislatura».

Tras su encuentro con el rey, la líder de Sumar, Yolanda Díaz, aseguró que está aún «muy lejos» de alcanzar un acuerdo con el PSOE. Con todo, garantizó que trabajará con toda la «discreción, responsabilidad, altura de miras y mucho diálogo» para que ese acuerdo salga adelante. «Vamos a trabajar para cumplir con el mandato ciudadano, pero a día de hoy no hay acuerdo. Estamos lejos del Gobierno progresista», reiteró.

Silencio del PNV

Quien no realizó declaraciones tras el contacto en Zarzuela fue el jeltzale Aitor Esteban. Es más, poco después, desmintió a través de las redes sociales unas manifestaciones que se atribuían al portavoz del PNV en el Congreso español. «Fiel a su costumbre, EAJ/PNV no ha desvelado el contenido de la conversación que esta mañana [por ayer] ha mantenido Aitor Esteban con Felipe VI», zanjó.

Ello muestra el sigilo con el se está llevando a cabo el proceso de búsqueda de apoyos para Sánchez, y también la indefinición del PNV, cuyo presidente, Andoni Ortuzar, dejó claro el pasado fin de semana que el rechazo a Alberto Núñez Feijóo no prejuzga que vayan a decir que sí a Pedro Sánchez.

En una entrevista concedida ayer a la cadena Ser, el lehendakari Iñigo Urkullu advirtió a Sánchez de que, si es investido presidente, va a necesitar «de todos los votos todo el tiempo» durante la legislatura y, por ello, ve «absolutamente necesario sentar las bases de un acuerdo político claro, constatable, cumplible y con compromiso» por su parte.

Quien sí habló tras la reunión fue el presidente de UPN, Javier Esparza, que fue de nuevo quien visitó a Felipe de Borbón en lugar del diputado Alberto Catalán. «Ojalá que hubiera repetición electoral», admitió. Ello no solo daría una opción de mayoría a la derecha española, sino que en el caso de UPN permitiría reevaluar si concurre en solitario o junto al PP. El voto entre ambas formaciones quedó dividido casi a medias el 23 de julio.

Esparza se quejó de que Sánchez solo puede ser presidente con el apoyo de EH Bildu, Junts y ERC, «es decir, con Otegi, con Puigdemont y con Junqueras». Y exigió que precise qué recibirá a cambio.

Se refirió en concreto a la petición de una amnistía, pero evitó en todo momento desvelar la conversación que tuvo con el rey al respecto. Sí recordó que destacados exdirigentes del PSOE están en contra y que también Sánchez había dicho reiteradamente que no era posible, y lamentó que ahora esté dispuesto a ceder a lo que considera «un chantaje» que legitimaría a quienes intentaron «un golpe de Estado contra la democracia española».

«Aquí no vale todo y la ley debe ser para todos. Si se plantea una amnistía o similar, no tengo duda de que va a terminar judicializando ese asunto y veremos qué es lo que opina la justicia española», añadió el líder de UPN.

El PP desea cordialidad con el PNV

El coordinador general del PP, Elías Bendodo, aseguró ayer que las relaciones de su partido con el PNV «van a seguir siendo cordiales» a pesar del rechazo a la investidura de Alberto Núñez Feijóo. Dicho esto, señaló que los jeltzales deberían aclarar si forman parte del bloque «progresista de izquierda» como sostienen desde las filas del PSOE.

«Cuando Sánchez habla de que después de las elecciones del 23 de julio se ha configurado una mayoría progresista y de izquierdas en el Congreso, yo pregunto si dentro de la mayoría progresista y de izquierdas en el Congreso está Junts, pero sobre todo si está el PNV, porque yo no sabía que el PNV era progresista de izquierda», declaró Bendodo. Indicó que esa es una respuesta que «debería responder el PNV ahora que viene la investidura» de Pedro Sánchez.

Al ser preguntado cómo valora las declaraciones del lehendakari Iñigo Urkullu tendiendo la mano al PP después del tenso choque dialéctico la pasada semana en el Congreso y apostando por propiciar una relación normal entre formaciones políticas, Bendodo indicó que es «conocida la buena relación y la sintonía personal» entre Urkullu y Feijóo.

«Por tanto, eso se mantiene, esa cordialidad se mantiene y los contactos se han mantenido antes de las elecciones, durante el proceso de investidura, y estoy convencido que las relaciones del Partido Popular con el PNV van a seguir siendo cordiales», agregó el coordinador general del PP.