Además de la «estrategia dual» del Socialismo Vasco Radical (EH Bildu) que pone cara de bueno en el Parlamento al tiempo que conspira con ELA y todo tipo de colectivos de agitación callejera en contra de su Gobierno, el lehendakari Iñigo Urkullu ha detectado una nueva confabulación, esta vez para ponerle «nervioso».

Desde Tokio desveló que hay quienes están «desde finales de verano hablando permanentemente de las elecciones autonómicas» y, a su entender, llama la atención que estemos asistiendo a este debate, a este supuesto tensionamiento, a este ejercicio incluso de supuestas interpretaciones de nerviosismo en el Gobierno y en el lehendakari».

Así que Iñigo Urkullu quiso dejar claro que no está «nervioso para nada», porque «la facultad de disolver el Parlamento le corresponde al lehendakari, y el lehendakari disolverá el Parlamento y convocará las elecciones autonómicas cuando crea que es el momento, siendo que tenemos mucho trabajo por hacer».

El lehendakari es él, pero prefiere hablar en tercera persona. Sabe que se le pretende «presionar», pero asegura que «no me siento presionado para nada o no supone una presión para mí»

Los problemas afloran cuando quienes hablan de fechas electorales son dirigentes de tu propio partido, como la presidenta del BBB, Itxaso Atutxa, que miró a marzo en ETB1 y, tras el rapapolvo del lehendakari, se disculpó en Radio Euskadi afirmando que «a lo mejor sobraba que entrara en elucubraciones».

O cuando tu propia vicelehendakari, Idoia Mendia, asegura que no ve «intereses electoralistas» en las convocatorias de huelgas, que ELA también se mete con EH Bildu y que el PSE, pese a estar con Urkullu en el Gobierno, subió de votos el 23J.