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Cambio en la comisión de Memoria, preludio de la destitución en masa de presidentes de UPN

Itxaso Soto (Geroa Bai) es la nueva presidenta de la comisión de Memoria y Convivencia, tras sustituir a Uxue Barkos, que había sido elegida previamente. El cambio de caras coincide con el pacto para arrebatar las siete presidencias de comisión que habían quedado en manos de UPN gracias a Vox.

Itxaso Soto tomó posesión como parlamentaria hace apenas tres semanas, en sustitución de Uxue Barkos.
Itxaso Soto tomó posesión como parlamentaria hace apenas tres semanas, en sustitución de Uxue Barkos. (Parlamento Nafarroa)

El Parlamento de Nafarroa, recién conformado, está siendo objeto de una reformulación inédita en cuanto a sus comisiones. Este viernes, Itxaso Soto ha sustituido a Uxue Barkos en la comisión de Memoria y Convivencia. Sin embargo, el juego de mayorías que ha aupado a Soto es distinto al que obtuvo Barkos antes de marcharse al Senado. 

En el momento de elegirse los presidentes de comisión, el PSN no quiso cerrar un acuerdo con EH Bildu para el reparto. EH Bildu no pedía ninguna para sí, pero el precio de sus votos era una secretaría en Hacienda y la creación de una ponencia sobre despoblación.

Como el PSN no aceptó, se produjeron varios empates en distintas comisiones tras llegar UPN, PP y Vox a un entendimiento. Las igualadas se dirimieron en favor del candidato de más edad. Como UPN contaba con los aspirantes con más años, logró quedarse con siete comisiones. Para lograr esto, UPN hubo de escoger de entre los suyos a personas sin experiencia en el ámbito de cada comisión.

Finalmente, el PSN ha accedido a crear una comisión específica sobre despoblación «para el seguimiento específico del informe de la Ponencia para Pirineos Orientales». Así lo ha rubricado el Pleno y, además, por unanimidad. 

Apear a UPN de las presidencias que consiguió no es tan sencillo como elegir presidentes. El Parlamento, sin embargo, lo permite cuando hay una mayoría de tres quintos. La suma de los partidos de Gobierno más EH Bildu alcanza esos 30 de 50 parlamentarios.  

Todo va ajustadísimo, pues estas formaciones tienen 8 de 15 miembros en cada comisión, pero en ellas el voto es ponderado y sí que pueden. UPN se la vio venir el jueves, cuando Javier Esparza acabó emitiendo un comunicado denunciando la actitud «excluyente y sectaria» del resto de partidos. Y este viernes ha tratado de embarrar el terreno pidiendo otra comisión específica para la deslegitimación del terrorismo, iniciativa que no ha prosperado.

Ahora bien, el líder de la oposición exagera en las formas. En la pasada legislatura tampoco tuvo ninguna presidencia de comisión, pues, en realidad, lo que hay en el trasfondo no es más que una cuestión de elegancia parlamentaria. Esto es lo que explica también que EH Bildu no haya reclamado presidencias de comisión.

Las comisiones parlamentarias en buena medida replican la estructura del Gobierno, de modo que a cada consejero o la propia María Chivite le corresponde una de ellas. Y lo que se hizo en las legislaturas pasadas (y casi que se puede adelantar que sucederá ahora tras los cambios pertinentes) es que se dejará que el presidente de la comisión pertenezca al mismo partido que el consejero. A modo de ejemplo, Soto, la nueva presidenta de Memoria y Convivencia, pertenece a Geroa Bai, al igual que la consejera Ana Ollo.

El PSN, para justificar su cesión ante EH Bildu, se ha excusado en que los presidentes de UPN se han comportado de forma impropia en las primeras comparecencias de los consejeros. Ramón Alzórriz, el portavoz de los socialistas en la Cámara, ha sostenido que los presidentes de UPN «no han permitido que consejeros y consejeras respondan a preguntas que les hacían parlamentarios».

Alzórriz no miente. Quizá no todos, pero sí varios presidentes de comisión de UPN, como Miguel Bujanda al frente de comisión de Desarrollo Económico, han tenido comportamientos que no revisten de la ejemplaridad que se presume ha de tener un Parlamento. 

Como termómetro de esta falta de juego limpio en el que está entrando el Parlamento sirve lo vivido este viernes durante la elección de Soto en Memoria y Convivencia. Uno de los miembros de comisión, del PSN, llegaba tarde y la derecha abogaba para cerrar las puertas y no dejarle votar.