‘La isla roja’ nos sitúa en Madagascar a principios de los 70, en una de las últimas bases aéreas del Ejército francés, donde las familias de los militares viven los últimos coletazos del colonialismo.
Thomas, un niño de 10 años muy influenciado por la lectura de los relatos de la intrépida heroína ‘Fantomette’, observa con fascinación todo cuanto le rodea, mientras el mundo se abre gradualmente a otra realidad.
El autor de ‘120 pulsaciones por minuto’ (2017) recrea la vida cotidiana de dicha base militar e incide en la relación que se establece entre las diversas familias, algunas veteranas, otras recién llegadas, sus distintos pareceres acerca de su destino y sus dudas acerca de su regreso al Estado francés.
Gran parte de la trama proviene de la mirada del pequeño Thomas, cuya sensibilidad infantil se está abriendo poco a poco al mundo de los adultos, a quienes él observa ocultamente con suma curiosidad, no solo en actitudes íntimas, sino en su modo de relacionarse, de conversar, de sufrir.
Esa mirada infantil resalta especialmente cuando la realidad de la isla se mezcla con su desbordante imaginación mediante los insertos de las aventuras de ‘Fantômette’, la heroína de los clásicos juveniles creada por Georges Chaulet.