El Benfica recibirá este martes en el estadio Da Luz en Lisboa (21.00) a la Real en la tercera jornada de la fase de grupos de la Champions League más descansado y más necesitado tras salir derrotado en las dos primeras.
Las derrotas ante Salzburgo (0-2) e Inter (1-0) son las únicas del Benfica desde el último partido que perdió el 14 de agosto en el campo del Boavista en la primera jornada de Liga, cinco días después de ganar la Supercopa de Portugal contra el Oporto (2-0). Desde entonces ha ganado todos los partidos que ha jugado en su campeonato, en la que es segundo a un punto del Sporting de Lisboa.
También superó el viernes con claridad por 1-4 su eliminatoria de Copa sencilla contra el SC Lusitania de la cuarta categoría portuguesa con goles de Joao Mario, Rafa Silva, Cabral y Gouveia.
El alemán Roger Schmidt, que cumple su segunda temporada en el equipo, no alineó a los internacionales ni a Di Maria, Bah y Kokçu por problemas físicos que les convierten en duda el martes ante la Real. El Benfica formó con Soares; Aursnes, Antonio Silva, Morato, Bernat (Jurasek); Rafa Silva (Gouveia), Chiquinho (Florentino), Neves, Joao Mario; Cabral (Musa) y Tengstedt (Guedes).
Un equipo que no responde en Champions
Un equipo y un esquema diferente al 4-2-3-1 utilizado en los dos primeros partidos de la Champions, en los que han jugado Trubin; Bah, Morato o Antonio Silva, Otamendi, Bernat; Neves, Kokçu; Di María, Rafa Silva, Joao Mario o Aursnes; Joao Neves o Musa.
El Benfica, tras vender al Chelsea por 121 millones de euros a Enzo Fernández, campeón del mundo con Argentina, se ha reforzado este verano al destinar la mitad de lo recaudado a los fichajes de Kokçu (Feyenoord), Cabral (Fiorentina), Jurasek (Slavia de Praga), al portero ucraniano Trubin (Shaktar Donetsk) y Di María (Juventus). Además ha conseguido las cesiones de Gonzalo Guedes (Wolverhampton) y Bernat (PSG).
Junto a estos jugadores de nivel mantiene a Otamendi y Joao Mario, con pasado en el Manchester City y el Inter, pero no ha respondido en Europa a esa inversión y una tercera derrota ante la Real el martes le dejaría casi sin opciones de seguir en la Champions y complicaría mucho su continuidad incluso en la Europa League.
Entrenamiento en Lisboa
El partido es igual de importante para la Real porque una victoria le reforzaría en las dos primeras posiciones de su grupo y por eso Imanol dio descanso ante el Mallorca en la primera hora de partido a cuatro de los jugadores que forman un once de gala que repetirá salvo sorpresa mayúscula el martes formado por Remiro; Traoré, Zubeldia, Le Normand, Aihen; Zubimendi, Merino, Brais; Kubo, Oyarzabal y Barrenetxea.
Imanol no tiene por ello nada que esconder y, a diferencia de lo que ha sido habitual para no dar pistas a su rival, ha querido realizar la única sesión preparatoria para el partido este lunes en el escenario del partido, el Estadio Da Luz, donde al día siguiente los blanquiazules tendrán el apoyo de unos 3.250 aficionados, una cifra solo superada en los desplazamientos a Manchester (6.000) y Lyon (5.000) en la anterior participación en la Champions en la temporada 2013-14.
Otros 2.280 aficionados realistas han solicitado entrada, mil abonados, y no han podido acudir al desplazamiento más cercano de esta fase de grupos. 254 llegaron a hacerse fan del Benfica para adquirir entradas para el partido y durante la semana el club portugués les comunicó que no podrían entrar al campo en unas localidades reservadas a la afición local por motivos de seguridad.
Polémica con las entradas
Aperribay confirmó que el Benfica devolverá los 20 euros abonados por convertirse en fan del club lisboeta, que además envió 100 entradas más para ellos. También explicó que recibieron 5.138 solicitudes, de las que 3.237 eran abonados, y que el 20% de los aficionados que han adquirido las entradas repartidas por la Real no lo son, lo que ha provocado un enfado entre los que se han quedado sin localidad.
Muchos aficionados realistas ya han comenzado a llegar a Lisboa para aprovechar el fin de semana previo al partido y algunos han denunciado un robo en una escala en Oporto que les dejó con lo puesto y solicitaron ayuda a la Real para poder tener una camiseta blanquiazul para el partido.
La pena para todos los demás es que se espera lluvia, un inconveniente para una jornada del martes en la que todos querrán disfrutar del prepartido en la zona reservada en Lisboa para la afición realista.