Alessandro Ruta
Entrevue
Angelo Miotto
Periodista italiano de izquierdas

«Es una política de desfiles y parches»

Miotto es una de las voces más conocidas del periodismo italiano de izquierdas. Valora así el primer año de Meloni: «Hay una carrera con Salvini para ver quién va más a la derecha. Y cuando está con Abascal, parece falangista».

Angelo Miotto.
Angelo Miotto. (NAIZ)

La voz de Angelo Miotto destaca entre la izquierda italiana desde el periódico online ‘Qcode Mag’ y su actividad en podcasts y documentales. También es uno de los máximos expertos sobre Euskal Herria en su país. Nos ayuda a dibujar la situación del Gobierno Meloni tras su primer año en el cargo.

12 meses de «melonismo», ¿como se viven en Italia?

Lo explicó un titular del periódico ‘La Repubblica’: «No es fascismo, es peor». Giorgia Meloni llegaba cargada de expectativas, tanto buenas como malas. Ella se presentaba como una absoluta novedad, pero al mismo tiempo el símbolo de su partido llevaba todavía la «llama tricolor», como los grupos post-fascistas. Y, de hecho, algunas de las decisiones que ha tomado su gabinete han sido claramente fascistas, empezando por la ocupación de los medios de comunicación.

¿En qué sentido?

No es casualidad que sobre todo la televisión pública RAI ahora tenga como mote ‘Tele-Meloni’, con todos los amigos de la líder de Fratelli d'Italia que han ido ocupando cargos. En general la política comunicativa de Giorgia Meloni está siendo muy potente, intentando mantener la imagen de «underdog», como le gusta decir. Acaba de salir otro libro biográfico, en las redes sociales se matiza mucho el rol de la familia y de su entorno... El cuñado ministro, la hermana ahora con un peso relevante en Fratelli d'Italia... sin olvidarse del marido, emblema de este conflicto de intereses; el sistema de poder meloniano se basa en la familia «tradicional», junto con los conceptos de siempre de Dios y de patria. Al final, es una derecha nostálgica.

¿Ha bajado mucho el nivel cultural?

No hablaría ni de eso. Las influencias llegan también a las escuelas, donde han acabado las colaboraciones con los grupos de ex-partigiani que hablaban de la resistencia al fascismo. Mientras tanto los periodistas sufren censuras, las ruedas de prensa son unos monólogos y las escaletas de los informativos caen desde arriba, es decir desde FDI. Sí, el nivel cultural, que ya era bajo por culpa de décadas de berlusconismo, incluso ha empeorado: al final Italia es un país viejo donde la gente se informa a través de la televisión, el medio más masivo.

¿Cómo es la imagen pública de «doña Giorgia»?

La de una mujer que se exhibe sobre todo en desfiles en vez de dar respuestas concretas. Se me ocurren dos episodios: el Consejo de Ministros improvisado en Cutro después del hundimiento el pasado marzo de un barco de migrantes y el más reciente, el «paseíllo» con Ursula Von der Leyen en Lampedusa durante la última crisis, siempre por la migración. Todo muy lejano a la realidad, con las personas convertidas en objetos y siempre sin poder hacer preguntas, por supuesto.

Von der Leyen y Meloni, en una visita controlada a Lampedusa. (Handout | AFP)


¿Y las decisiones internas?

Pues, parches y poco más. Decisiones provisionales sin un verdadero plan en el horizonte. A pesar de proclamar venir desde la «derecha social», ha sido tremendo quitar la ayuda económica a los pobres, el llamado ‘Reddito de cittadinanza’, sin encontrar ninguna alternativa. En general la política económica está siendo copada por la precariedad: los más desfavorecidos aumentan de manera exponencial y las promesas caen al vacío, como la de bajar el precio de la gasolina.