Natxo Matxin
Redactor, con experiencia en información deportiva
Entrevue
Miguel Hernández
Entrenador de Osasuna Magna

«Aparte de sumar puntos, el objetivo del equipo es volver a llenar Anaitasuna»

No ha podido empezar con mejor pie. Después de dos décadas como segundo de Imanol Arregi, Miguel Hernández se hizo este verano con las riendas de un Osasuna Magna al que, transcurridas siete jornadas, ha llevado a la segunda plaza, siendo el único conjunto invicto de la categoría.

No han podido ser más brillantes los comienzos de Miguel Hernández como primer entrenador de Osasuna Magna.
No han podido ser más brillantes los comienzos de Miguel Hernández como primer entrenador de Osasuna Magna. (Jagoba MANTEROLA | FOKU)

Miguel Hernández asegura que ha intentado aplicar una línea continuista al trabajo realizado hasta ahora, pero la realidad es que, de su mano, el equipo ha mejorado en cuanto a juego y resultados. Valentía, intensidad y atrevimiento son las señas de identidad de un bloque en el que los jugadores con más años en el club han dado un paso adelante y las nuevas incorporaciones han aportado calidad y sosiego a una plantilla que ha sufrido durante los últimos ejercicios.

¿Esperaba un inicio de temporada tan fulgurante?

Sí y no. No, en cuanto a que sumáramos tantos puntos. Y sí, en lo que se refiere al carácter del equipo, a su competitividad, pese a ser un comienzo duro, con partidos muy complicados. Conozco del año pasado al 70% del equipo y eso es una ventaja, sabía lo que podían dar, porque tienen calidad de sobra y era cuestión de que las cosas comenzasen bien desde el principio. Así todo va más rodado y parece más fácil.

¿Y cuánto se puede adjudicar de ese buen comienzo a lo mental y cuánto a lo táctico?

Al final, que la pelotita entre marca mucho, siempre se dice que los mejores entrenamientos son los partidos ganados. Los jugadores están enchufadísimos, confían en lo que hacemos, pues este es un deporte de mucho acierto y mucho error, que se dan continuamente, por lo que el tema psicológico es muy importante. En cuanto al aspecto táctico, no he cambiado muchas cosas, se trata de afianzar lo que ya veníamos trabajando de otros años, porque la campaña pasada, por ejemplo, el equipo lo estaba haciendo igual, solo que con menos eficacia de cara a gol.

En todo caso, queda la sensación de que el equipo ahora es más atrevido y valiente en su estilo de juego.

Es un año más de experiencia, de trabajo, de conocerse entre ellos… y que partes de cero al inicio de la temporada, lo que también es un aliciente a nivel mental. En pretemporada sí que me di cuenta de que el grupo estaba cogiendo una importante dosis de confianza, pese a que todos los partidos amistosos fueron igualados y unas veces cayeron de nuestro lado y otras, no. Al final, como he mencionado, los buenos resultados hacen que creas en lo que haces, que levantes partidos con el marcador en contra y que te acabes llevando los puntos.

Insistiendo en ello, ¿cómo ha sido de importante que acompañen los resultados para ganarse la credibilidad del vestuario?

Al empezar la pretemporada, teníamos claro que era necesario arrancar muy fuertes, pese a que nos íbamos a enfrentar a adversarios contrastados. El equipo se ha adaptado de la mejor manera posible, con sus ventajas e inconvenientes, a ese inicio de calendario. No cabe duda de que los buenos resultados te dan confianza en lo que estás haciendo, pero creo que, independientemente de esos positivos números, dicha seguridad está intacta por el trabajo diario que realizamos y la forma de llevar los partidos. Con otros marcadores, quizás nos hubiera costado un poco más, pero habría acabado llegando también.

«Me gustan las rotaciones un poco más cortas, hemos ganado en calidad y profundidad de banquillo»

Osasuna Magna es segundo, con un partido menos, y el único equipo de la categoría todavía invicto. ¿Han dado un paso adelante el bloque de jugadores de los últimos años?

Si algo hemos tenido siempre claro en Xota es que el equipo se tenía que fundamentar en unos pilares con un tanto por ciento de gente de casa y también con jugadores identificados y comprometidos con el club. Es lo que hemos intentado mantener durante todos estos años, pero la pandemia nos obligó a hacer cambios y desde entonces nos enfrascamos en una reestructuración, en la que ya hemos dado un paso más.

¿Y cuánto han aportado las nuevas incorporaciones?

Han resultado vitales, no solo por lo que están contribuyendo a nivel deportivo dándonos más calidad al juego, sino porque es gente que ha llegado con la cabeza limpia y mucha ambición, lo que también es muy importante en lo mental. Lo cierto es que teníamos encima algo de nieblilla y nos la han limpiado de un plumazo, nos han dado frescura y un subidón al querer formar parte de este colectivo.

Aplica rotaciones al quinteto titular con mayor asiduidad, ¿considera que eso ayuda a una mayor intensidad en la pista?

Sí que me gustan esas rotaciones un poco más cortas, hemos ganado en calidad y profundidad de banquillo y eso hay que aprovecharlo, permite que puedas repartir más los minutos. Además, contra los rivales más potentes es necesario estar al 110% si queremos defender, apretar y salir, que es la idea que tenemos. Estamos volviendo a coger el gen de Xota, de intensidad y ritmo. En los entrenamientos me están dando una confianza brutal, es una pena que todos no puedan disponer de más minutos, pero es que sabemos que el que sale no lo va a hacer peor que el que se retira. Eso te anima a seguir rotando.

Después de dos décadas como segundo de Imanol Arregi, ¿qué diferencias ha experimentado al ser ahora el primer entrenador de la plantilla?

Sobre todo, los partidos. Es un aspecto en el que estoy trabajando y que todavía no tengo controlado, me encuentro en proceso de adaptación e intento sacar lo mejor de cada jugador, con su personalidad y carácter. Ahora soy el que decide los cambios y también que corrijo más que antes. Me vinieron muy bien el gran número de amistosos que tuvimos durante la pretemporada, pues otros aspectos, como los entrenamientos y las dinámicas de los viajes, sí que las tengo más manejadas, gracias a la intensa relación de confianza que he mantenido durante todo ese tiempo con Imanol.

Hernández ha logrado que los suyos estén imbatidos después de siete jornadas.

¿Es necesario en el día a día poner freno para no caer en un exceso de euforia por la actual situación?

Está claro que nos la hemos ganado a pulso, que hay que sentirse orgullosos por ello y tener autoestima de lo que hemos hecho pero, como he repetido muchas veces, ahora mismo tenemos 15 puntos y no vamos a ninguna parte con ellos. Ahora estamos en la cresta de la ola, pero la idea de la plantilla y cuerpo técnico es tener los pies en el suelo, basarlo todo en el trabajo diario y el buen ambiente, que son nuestras fortalezas. Únicamente con eso vamos a poder superar los momentos difíciles, que llegarán, porque esto es muy largo.

Entonces, de retos a medio y largo plazo ni hablamos.

Nuestro objetivo ahora mismo es entrenar bien, jugar los partidos con nuestros valores e ideas, y seguir sumando puntos. Conforme vayan pasando las jornadas, pues ya nos iremos planteando otras cosas. Es cierto que, después de haber pasado varias campañas complicadas, ahora el entorno está ilusionado y no vamos a ser nosotros quienes le coarte esa ambición. Que quede claro que en cualquier aventura que nos embarquemos, si los puntos nos lo permiten, sea Copa o playoff, el equipo va a ir a tope, al igual que hacemos en los entrenamientos, que son a muerte.

Con su actual rendimiento, ¿está demostrando Xota que se puede competir con los de arriba sin disponer de un gran talonario?

Aunque estoy encantadísimo con lo que tenemos y que hay un futuro impresionante si sabemos gestionarlo bien, lo que está claro es que hay que disfrutar del momento, esto acaba de empezar y va a ser muy largo y duro. Los equipos poderosos, si se gastan el dinero, es por algo. Para ellos, los inicios siempre suelen ser un poco más difíciles y el resto estamos obligados a ponérselo duro, ese es el mérito que está teniendo Xota en estos momentos.

Volviendo al plano personal, el club le dio una gran oportunidad este verano y no la ha desaprovechado.

Me sentí muy respaldado en ese momento, la gente me apoyó y me transmitió que estaba capacitado para afrontar este reto y ahora quiero devolverles esa confianza que han depositado en mí. A mí favor está que ya llevo mucho tiempo en este club, el mejor del mundo, y que ahora me ha dado la ocasión de realizarme como entrenador.

«El derbi frente a Ribera Navarra es un partido muy emocional y eso es complicado de gestionar»

Comentaba que el entorno está muy ilusionado. Frente a Palma hubo algo más 2.000 aficionados en el pabellón Anaitasuna, pero aún se ven muchos asientos vacíos.

Estamos todavía arrastrando los efectos de la pandemia y que el equipo se ha venido reestructurando en los últimos años. Aparte de sumar puntos, el objetivo del equipo es volver a llenar Anaitasuna, queremos que se identifiquen con nuestro juego, dinámico, vertical, con carácter, apretando, sin rendirnos… Estamos encantados con la gente que viene al pabellón, pero todavía quedan huecos, hay canchas que dan puntos y eso es lo que queremos, que nuestros jugadores se sientan importantes e impulsados por el público para pelear por objetivos mayores. Con la igualdad que hay en la categoría, eso puede marcar la diferencia.

Esta tarde Osasuna Magna se mide a un Ribera Navarra que no está pasando precisamente por uno de sus mejores momentos.

Pero eso es algo circunstancial, tiene un equipo con muy buenos jugadores y quizás lo que les falte todavía es un poco de acoplamiento, pues tantos parones por selecciones no les están viniendo bien para conseguirlo con los internacionales. Estoy convencido de que van a ir hacia arriba seguro.

Es un derbi y en este tipo de partidos las dinámicas no suelen tener mucha influencia.

Así es, se trata de un partido muy emocional y de ese modo lo sentimos nosotros. Cuando hay emociones de por medio, es complicado de gestionar, pero desde ahí lo vamos a enfocar, pensando también que son tres puntos muy importantes que tenemos que conseguir.

¿Qué encuentro espera desde el punto de vista deportivo?

Pues un Ribera Navarra que, apoyado por su afición, saltará a tope y dispuesto a apretarnos, algo con lo que tendremos que lidiar. Nos conocemos mucho ambos equipos y entiendo que van a ser los pequeños detalles y el acierto en un determinado momento lo que marque la diferencia. Que te pongas por delante y que ello afecte al rival, por ejemplo.