El parlamentario de EH Bildu Ikoitz Arrese ha recordado que su grupo y el PNV han estado cerca de tres años debatiendo y negociando sobre el acuerdo educativo y que pensaban que estaban de acuerdo en lo fundamental. Sin embargo, observan que desde setiembre el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha entrado en la toma de decisiones, por sus propios intereses partidistas, y con la intención de que EH Bildu quede fuera del acuerdo, llegando incluso a desautorizar al consejero de Educación, Jokin Bildarratz.
Dentro de esa decisión del lehendakari de primar a su socio de Gobierno, el PSE, encuadra EH Bildu la enmienda sobre los modelos lingüísticos presentada por PNV y PSE al proyecto, y que en opinión de EH Bildu va a generar inseguridad jurídica, va a hacer que las decisiones las acabe tomando el TSJPV y va a ser un catalizador de la segregación y un lastre para el aprendizaje de las lenguas.
Propuesta sin respuesta
EH Bildu ha presentado al resto de grupos una propuesta para corregir esa situación, que consiste en que bien se retira la enmienda o, si no, se concreta y explica debidamente en el texto articulado cuál es su interpretación. Además, les ha pedido reuniones para hablar de ello.
Sin embargo, lo que EH Bildu está observando es que no solo no han respondido a su petición, sino que en las dos reuniones de la ponencia habida hasta el momento, no se está permitiendo ningún tipo de debate, y se han rechazado todas sus enmiendas sustanciales.
Por todo ello, Ikoitz Arrese ha anunciado que «el 21 de noviembre se votan las enmiendas clave en la ponencia. Si nuestro emplazamiento no tiene respuesta, EH Bildu, por responsabilidad para con el Acuerdo Educativo, no apoyará la Ley, ya que sería una ley que se alejaría de los parámetros del mismo, añadiendo un alto grado de incertidumbre jurídica y confusión política».