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Hamas rechaza el «gobierno de Vichy» que EEUU planea para Gaza

Hamas advirtió de que el pueblo palestino no aceptará el «gobierno de Vichy» que EEUU plantea para la devastada Franja de Gaza a la desacreditada Autoridad Palestinaa. Cuando se cumple un mes del comienzo del ataque al territorio palestino, el Ejército israelí ha matado ya a más de 10.000 personas.

Una mujer con un niño sale del lugar atacado en el campo de refugiados de Al Maghazi.
Una mujer con un niño sale del lugar atacado en el campo de refugiados de Al Maghazi. (Yasir QUDIH | AFP)

«Nuestro pueblo no permitirá que EEUU imponga sus planes de crear una administración que le convenga a él y a la ocupación y nuestro pueblo no aceptará un nuevo gobierno de Vichy», advirtió el líder de Hamas en Líbano, Osama Hamdane, en referencia al régimen colaboracionista francés bajo la ocupación nazi durante la II Guerra Mundial.

«A quienes piensan que Hamas desaparecerá, Hamas seguirá anclado en la conciencia (...) de nuestro pueblo, y ninguna fuerza en la tierra podrá aniquilarlo o marginarlo», añadió.

Hamas responde así al planteamiento que el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, llevó el domingo al líder de la Autoridad Palestina (ANP), Mahmud Abbas, para que recupere el control de la Franja de Gaza «en algún momento» con la participación de «terceras partes internacionales» durante un período intermedio.

Abbas dijo estar dispuesto a asumir esa responsabilidad pero solo en el marco de una solución global que incluya Cisjordania y Jerusalén.

También la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, apuntó que «la solución pasa por que Hamas desaparezca del enclave, que no lo controle ni lo gobierne» y por que haya «una sola Autoridad Palestina» con la opción de establecer fuerzas de paz internacionales.

El plan de EEUU obvia que Hamas ganó las últimas elecciones celebradas en Palestina y que su popularidad crece tanto en la Franja como en Cisjordania frente al creciente descrédito de la ANP, vinculada a la corrupción y la colaboración con Israel.

Ni la cesión a terceros de la Franja devastada tras un mes de asedio y bombardeos ni la reocupación por parte de Israel parecen viables. Países vecinos como Egipto y Jordania también rechazan el desplazamiento de la población gazatí fuera del territorio.

El primer ministro jordano, Bisher al Jausaneh, volvió a advertir ayer de que su país considerará como «una declaración de guerra» cualquier intento de Israel para desplazar a los palestinos de la Franja, algo que para el reino hachemita representa «una línea roja». También pidió a Europa y EEUU que dejen de dar a Israel «autorización para matar a civiles palestinos». El plan de Blinken pasaría por acabar con el movimiento islamista, como sostiene Israel que es el objetivo de su brutal agresión contra Gaza en respuesta a los ataques de las milicias palestinas del 7 de octubre.

10.000 muertos en un mes

Pero sus planes van mucho más allá. El Ejército ha matado ya a más de 10.000 personas al cumplirse un mes desde que empezaron los ataques.

Los muertos confirmados por las autoridades gazatíes hasta ayer son 10.022 –más del 70% son mujeres, niños y ancianos–, además de más de 25.400 heridos. Entre las víctimas mortales, 4.104 son niños –cada diez minutos muere un niño– y 2.641 son mujeres.

Las últimas horas han sido de nuevo brutales. En 24 horas murieron 252 personas en los bombardeos israelíes sobre el enclave en 18 ataques.

En la noche del domingo, con las comunicaciones cortadas, el cielo de Gaza no dejó de encenderse con las explosiones y columnas de fuego. El Ejército israelí provocó esa noche medio centenar de muertos y atacó dos hospitales pediátricos y el único psiquiátrico de la Franja, así como viviendas en Deir al Bala, Zauaida y Jan Yunis.

Soldados israelíes preparan proyectiles para lanzarlos sobre la Franja. (Jack GUEZ/AFP)


Asalto a la ciudad de Gaza

En paralelo, tras consolidar su control sobre amplias zonas del norte de la Franja, las tropas terrestres del Ejército israelí alcanzaron el domingo la costa desde el centro del enclave, fragmentándolo en dos y estrechando su cerco sobre la ciudad de Gaza.

Así, con el lanzamiento de numerosos proyectiles prepararon el avance en el interior de la ciudad, que podría comenzar en las próximas horas.

Algunos de sus objetivos fueron el barrio en el que se encuentra situado el hospital de Al Shifa, el más importante del enclave, y los campos de refugiados de Bureij y de Maghazi, atacados en varias ocasiones durante los últimos días.

Al menos 192 miembros del personal médico han muerto desde que comenzaron los ataques hace un mes y 32 ambulancias han sido destruidas, mientras que 16 hospitales están ya fuera de servicio.

A las justificaciones israelíes de los ataques a los hospitales –que apenas pueden atender a los miles de heridos y donde además se intentan refugiar miles de personas– asegurando que son utilizados por Hamas, se sumó una carta de un centenar de médicos israelíes que pidieron seguir con esos ataques sobre centros hospitalarios.

En un vídeo, médicos palestinos les reprocharon ayer «haber traicionado su noble profesión y la responsabilidad que han asumido». «Como doctores somos embajadores de paz. Salvamos vidas», recordaron.

«Necesitamos un alto el fuego humanitario inmediato. Han pasado 30 días. Ya es suficiente. Esto debe parar ahora»  reclamaron, por su parte, los directores de las principales agencias de la ONU en un comunicado conjunto, en el que denunciaron que toda una población está cercada y bajo ataque mientras se le niega el acceso a lo esencial para su supervivencia. Un llamamiento al que Israel no parece que vaya a atender toda vez que ya ha matado a 88 trabajadores de estas agencias.

Tampoco parece atender los llamamientos de otros gobiernos. China condenó los ataques israelíes sobre instalaciones médicas y campos de refugiados, que han supuesto una «violación de las normas básicas de las relaciones internacionales», provocando una situación «catastrófica».

Más allá fue el primer ministro de Irak, Mohamed Shia al Sudani, que acusó a Israel de cometer un genocidio e insistió en que «la reciente crisis no deriva de los acontecimientos del 7 de octubre».

El primer ministro palestino, Mohamad Shtaye, pidió al Tribunal Penal Internacional que emita órdenes de arresto contra «criminales israelíes» como medida cautelar para detener la agresión.

En cambio, en la UE siguen los equilibrios retóricos para mantener su apoyo a Israel. Von der Leyen, afirmó que «apoyar a Israel es esencial. Ayudar a los civiles de Gaza también es esencial» y el responsable de la diplomacia, Josep Borrell, advirtió a Israel de que ignorar el coste humano de sus operaciones puede acabar siendo «contraproducente».

Blinken trata de que Turquía no se aleje de Israel

Tras pasar por Tel Aviv, Amán, Chipre y Bagdad, el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, no ofreció en Ankara más mensajes que prometer que en los próximos días aumentará la llegada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza «de forma significativa, además de que las personas podrán seguir saliendo». Pero acabó su gira por la región sin escuchar los llamamientos al alto el fuego y se limitó a «compartir la preocupación por el terrible precio que están pagando los palestinos» y asegurar que «hemos convencido a los israelíes de que pueden dar pasos que minimizan las muertes de civiles», solo unas horas después de una noche con cerca de 50 muertos.

Aunque la postura de Ankara ha alejado la posibilidad de su mediación, analistas turcos estiman que EEUU intenta que no rompa definitivamente con Israel, con el que hasta la reciente crisis iba mejorando su relación. Blinken y su homólogo turco, Hakan Fidan, evitaron una comparecencia conjunta. Fidan insistió en la necesidad de imponer un alto el fuego amplio e inmediato y de impedir que Israel mate a civiles y fuerce el desplazamiento de la población.

Durante la reunión, la Policía dispersó a manifestantes convocados por la Unión de la Juventud Turca, una organización ultranacionalista laica, que se congregaron cerca del Ministerio con gritos de «Asesino Blinken, fuera de Turquía».

Yemen

Los hutíes, que controlan la capital y buena parte de Yemen, anunciaron el lanzamiento de una nueva tanda de ataques con drones contra diferentes objetivos en Israel que, según el movimiento chií, causaron la suspensión de las actividades en algunas bases y aeropuertos.

Líbano

Israel aseguró que se dispararon 30 cohetes en una hora desde el sur de Líbano, a los que respondieron con artillería. Hamas reivindicó el lanzamiento de 16 proyectiles que habrían alcanzado distancias hasta ahora inéditas.