La intervención de Aitor Esteban, portavoz del PNV, ha estado marcada por las dudas sobre la implicación del futuro gobierno desde el primer momento, puesto que ha recordado los incumplimientos de acuerdos anteriores sobre autogobiernos o lo ocurrido en la pandemia, cuando el Gobierno estatal impuso sus criterios sobre los de Lakua en varios momentos.

«Usted ha adquirido unos compromisos con unas fechas de cumplimiento. Y no se le pide nada más», le ha dicho. «Vamos a ver si podemos jugar el partido, pero no me llamo a engaño, ya nos conocemos todos. El PNV ha jugado muchos partidos y conoce bien las reglas. Por lo tanto, señor candidato: nos vemos», ha concluido.

Buena parte de su discurso ha ido en otra dirección: responder a las derechas. «¿Qué es esto de querer imponer en las calles lo que no se ha ganado en las urnas?», ha reprochado Esteban al PP, por las movilizaciones de estos días. Ha recordado que a él ya le ha tocado vivir «dos Rodea el Congreso, uno de izquierdas y otro de derechas».

Sobre la amnistía, ha apuntado que todo el mundo sabía que el proceso de sanción al «procés» iba a acabar así, por lo que no cabe sorprenderse ahora. El problema, en su opinión, viene de que «se calificó como golpe de Estado lo que no era», en relación al referéndum y la declaración de la República catalana.

Hilando con ello, ha mostrado su estupor ante manifestaciones de protesta como la de los jueces, que se llevan a cabo aludiendo además a la separación de poderes, y aquí ha llegado uno de los extractos más sorprendentes de su intervención, por lo que tiene de relectura histórica: «Visto esto, en vez de la transición quizás debió haber una ruptura».

La «oferta» de Feijóo

Profundizando en su toma de posición contra la derecha española, Esteban ha dejado caer un aviso dirigido al PP: «Quizás algún día contemos lo que nos llegaron a ofrecer hace un par de meses». Según ha asegurado luego ‘El Diario Vasco’, la propuesta concreta fue que el PNV gestionara el Ministerio de Industria y no fue tomada en serio por la formación jelkide, que parece entonces ya había apostado por Sánchez (exactamente desde el lunes preelectoral).

El asunto ha dado que hablar después de la sesión. Feijóo lo ha negado tajantemente, y con retranca gallega: «Me sorprende mucho que no habiendo negociado, alguien diga que sí se ha negociado, salvo que ellos hayan negociado con otros, pero desde luego conmigo no».

Por su parte, desde el PNV no han querido confirmar ni desmentir esta propuesta del Ministerio de Industria.

Volviendo a la sesión, a este momento ácido le ha seguido otro en tono de broma en el discurso de Esteban, recuperando aquel cara a cara con Mariano Rajoy que alcanzó viralidad: «Alberto, tu tractor tiene gripado el motor, por usar aceite Vox», le ha dicho a Núñez Feijóo.

Ha quedado clara la sima abierta con este sector político, en correspondencia con las duras críticas (chanzas incluidas) de Feijóo hacia Sabin Etxea, tanto en su investidura frustrada de hace unas semanas como en la sesión del miércoles.

La respuesta de Sánchez al diputado jelkide no ha tenido relevancia. Se ha limitado básicamente a compartir sus críticas al PP subrayando la relación con Vox, que ha dicho que no es solo institucional sino también va camino de la simbiosis ideológica.