La renovación del Plan General de Ordenación Urbana de Donostia (PGOU) –el vigente data de 2010– está dando sus primeros pasos. Por ahora solo existe un borrador de 300 páginas, encargado por el Ayuntamiento a varias empresas especializadas. En las ultimas semanas se ha filtrado parte de su contenido.

EH Bildu ha citado este viernes a los medios para exponer su primer análisis de un proceso cuyo resultado final llegará en 3 o 4 años y que marcará la hoja de ruta de la ciudad durante los siguientes 15 o 20. «Es una oportunidad única para corregir errores», ha remarcado Juan Karlos Izagirre, quien ha comparecido acompañado por los también concejales Ricardo Burutaran y Garbiñe Alkiza.

El que fuera alcalde entre 2011 y 2015 ha subrayado que «compartimos buena parte del diagnóstico» recogido en ese informe, y ha destacado cuatro puntos, comenzando por la constatación de las desigualdades entre los barrios, con especial incidencia en el este de la ciudad (Altza, Bidebieta, Intxaurrondo…), aunque las carencias en equipamientos, los problemas de accesibilidad o la ausencia de tractores económicos se extienden también a otras zonas principalmente periféricas. La implantación del nuevo edificio del Culinary Center en Gros es solo un ejemplo de que, por el contrario, se profundiza en esa brecha.

Excepción en Auditz Akular

Izagirre también ha mostrado su coincidencia con la tesis de que «ocupar más suelo verde no es la solución», aunque se ha preguntado por qué se pretende hacer una excepción con Auditz Akular, en Altza. En esa parcela, un proyecto que ha permanecido «durmiente» desde que Odón Elorza dejó la Alcaldía, se plantea en el borrador construir 3.000 viviendas, de las que 2.200 serían protegidas.

A pesar de ello, ha destacado como tercer punto de coincidencia que en el informe se remarca la carencia de vivienda protegida. Burutaran ha explicado que ello se debe a que esta se concentra en barrios con las rentas más bajas, mientras que otros proyectos como el de las torres de Mundaiz (188 viviendas) o el alto de Errondo (99) contemplan un 100% de vivienda libre. O en los cuarteles de Loiola solo un 40% de vivienda protegida.

Respecto a Mundaiz, Burutaran ha revelado que durante la legislatura gobernada por EH Bildu los propietarios de la parcela «nos plantearon dos posibilidades: crecer en altura por encima de Tabakalera o eliminar la previsión de VPO. Nosotros dijimos que no a ambas, pero ahora les ‘compran’ las dos».

Muy lejos del objetivo del 20%

«El borrador constata que el porcentaje de vivienda protegida en Donostia está muy por debajo (4%) del que deberemos de tener en el 2043 (20%), según marca la Ley de Vivienda. En 20 años se han construido 29.000 viviendas nuevas, de ellas el 64% de venta libre», han apuntado.

El documento propone por ello calificar como protegida la vivienda ya construida cuando se soliciten licencias para habilitar locales, levantes, segregaciones, rehabilitaciones integrales... Una fórmula que EH Bildu apoya y que podría sumar, según sus cálculos, hasta 4.400 viviendas más en ese régimen.

Conversión de la variante

El cuarto punto en el que han hecho hincapié es la conversión de la variante es una carretera más «amable». El borrador contempla una boulevarización entre Herrera y Anoeta, aunque EH Bildu ya apostó en campaña por extenderla hasta Añorga. «No se aprovecha toda la potencialidad de esta idea», ha comentado Garbiñe Alkiza.

Con este proyecto se recuperarían terrenos para otros usos, aunque se requerirían algunas intervenciones en la GI-40, el segundo cinturón. Para EH Bildu, el «pinchazo» de Marrutxipi, en fase de construcción, se ha quedado obsoleto antes de su apertura.    
 
Juan Karlos Izagirre ha mostrado la disposición de su grupo a llegar a acuerdos a partir de este dossier y ha puntualizado que es el inicio de un largo camino, ya que el nuevo PGOU seguramente ni se apruebe en esta legislatura. Así, ha pedido que se mire a largo plazo para alcanzar un pacto amplio que se amolde a un posible cambio de mayorías en el Ayuntamiento.