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Buenos Aires

La ultraderecha gana las elecciones a la Presidencia argentina

El ultraderechista Javier Milei ha sido elegido presidente de Argentina con 55,69% de los votos. Ha celebrado ser el «primer presidente liberal libertario de la historia de la humanidad». El oficialista Sergio Massa ha reconocido la derrota.

Javier Milei, en su discurso tras la victoria electoral.
Javier Milei, en su discurso tras la victoria electoral. (Luis ROBAYO | AFP)

El candidato de La Libertad Avanza (ultraderecha), Javier Milei, será el presidente de Argentina a partir del próximo 10 de diciembre, al haber obtenido el el 55,69 % de los votos, derrotando así al oficialista Sergio Massa, quien ha sumado el 44,13 % de los votos.

Aunque en Argentina los datos oficiales solo pueden divulgarse a partir de las 21.00 horas (00.00 GMT), la reunión de los datos representativos antes de lo previsto llevó al secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, a hablar con las autoridades de la Cámara Nacional Electoral y alterar el protocolo que estaba previsto.

Los datos fueron transmitidos poco antes de las 20.30 (23.30 GMT), después de que Massa reconociera la derrota: «Hoy termina una etapa en mi vida política», afirmó el político peronista, quien, como ministro de Economía, deberá afrontar ahora el manejo de la pieza más delicada de la transición con el nuevo Gobierno.

Con el 99,28 % de las mesas escrutadas a Milei ha obtenido 55,69% de los votos, mientras que 44,3% de los electores han respaldado al ministro de Economía.

La jornada electoral de este domingo ha registrado un 76,37 % de participación, la segunda más baja de la historia después del 76,2 % de 2007.

Los derrotados lamentan la victoria del ultraderechista Milei en las presidenciales argentinas. (Juan MABROMATA/AFP)

Milei: «No hay lugar para la tibieza»

A las 02:00 horas en Euskal Herria, Milei ha comparecido exultante ante sus seguidores: «Hoy comienza la reconstrucción de Argentina».

El presidente electo ha avisado, durante su discurso en el ‘búnker’ electoral, de que «no hay lugar para la tibieza» o «las medias tintas» en referencia a las reformas estructurales que propone para Argentina.

«No hay lugar para el gradualismo, no hay lugar para la tibieza, no hay lugar para las medias tintas», ha señalado el líder de la Libertad Avanza, quien ha pedido al Gobierno «que sea responsable» y «se haga cargo de su responsabilidad hasta el final del mandato», que tendrá lugar el 10 de diciembre

Bolsonaro celebra el triunfo

Las reacciones a la victoria de Milei han llegado también desde fuera de Argentina. Significativas han sido las palabras del expresidente brasileño Jair Bolsonaro, líder de la ultraderecha regional, quien ha celebrado este triunfo y ha afirmado que «la esperanza vuelve a brillar en Suramérica».

En un mensaje publicado en las redes sociales, Bolsonaro ha expresado su deseo de que «esos buenos vientos alcancen a Estados Unidos y a Brasil, para que la honestidad, el progreso y la libertad vuelvan para todos».

Poco antes, el actual mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, el más duro adversario político de Bolsonaro, le ha deseado «buena suerte y éxitos» al nuevo Gobierno argentino, en un mensaje en sus redes sociales en el que ha reconocido que «la democracia es la voz del pueblo», aunque no ha citado por su nombre al ultraderechista Javier Milei.

«Argentina es un gran país y merece todo nuestro respeto», ha escrito Lula, quien durante la campaña fue tildado por Milei de «comunista y corrupto», para agregar que «Brasil siempre estará a disposición para trabajar con los hermanos argentinos».

Elon Musk y Donald Trump se suman

Han sido muchos los mandatarios de la zona que han realizado declaraciones. Las reacciones, no obstante, han excedido a los portavoces políticos. Así, el magnate Elon Musk, propietario de X (antes Twitter), Tesla y Spaceship, se ha sumado a quienes se congratulan por la victoria en las elecciones presidenciales argentinas del ultraliberal Javier Milei.

En uno de sus tuits de respuesta a otro que celebraba la victoria de Milei, Musk ha escrito en su propia cuenta de X: «Argentina tiene la prosperidad por delante».

Poco después y en respuesta a otro tuit que destaca lo que la victoria de Milei puede suponer como inicio de la debacle para la izquierda en otras partes del mundo, Musk ha añadido: «Yo creo (que) es una tendencia».

Y el expresidente de Estados Unidos Donald Trump ha publicado el siguiente mensaje en Truth Social: «Felicitaciones a Javier Milei por una gran carrera a la Presidencia de Argentina. ¡El mundo entero estaba mirando! Estoy muy orgulloso de ti. ¡Darás un giro a tu país y verdaderamente harás que Argentina vuelva a ser grande!».

Fernández pide una transición «ordenada»

El presidente saliente, Alberto Fernández, ha indicado que «soy un hombre de la democracia, y nada valoro más que el veredicto popular. Confío en que mañana mismo podamos empezar a trabajar con Javier Milei para garantizar una transición ordenada».

Asimismo, ha aprovechado la ocasión para agradecer a Massa por su labor a lo largo de la campaña y ha aseverado que seguirá «trabajando para fortalecer la democracia y las instituciones de la república, en unidad con todos los sectores que integran el movimiento nacional que siempre luchará por una patria justa, libre y soberana».

Macri: «Hoy comienza una época»

Por su parte, el expresidente conservador Mauricio Macri, ha indicado que «no hay dudas de que hoy comienza una época. Eso nos da esperanza».

Ha aseverado que Milei «supo escuchar la voz de los jóvenes y el hartazgo de millones de personas postergadas y empobrecidas. Pero las responsabilidades del desastre económico producido por el gobierno actual, especialmente por la gestión de Massa, no pueden ser exoneradas tan fácilmente cuando entregan un país quebrado».

Dolarizar la economía y acabar con derechos

Abanderado de los denominados libertarios, Milei ha centrado la campaña en señalar a la política tradicional y a su clase dirigente, a la que define como casta, como principal responsables de los males Argentina.

En materia social Milei no deja espacio a la duda y ya ha dejado claro, a veces con más histrionismo del que se le presupone a un líder político, que si de él dependiera reduciría el papel del Estado hasta el punto de justificar votar en contra de una ley que detecta cardiopatías congénitas en los bebés antes de nacer porque supondría más gasto público.

«Yo soy liberal libertario, filosóficamente, soy anarquista de mercado», dijo en una ocasión. Se ha mostrado contrario al derecho al aborto, incluso si el embarazo viene de una violación, pero sí le parece buena idea crear un mercado para promover la compraventa de órganos. Defiende dolarizar la economía y ha cuestionado la cifra oficial de 30.000 desaparecidos durante la última dictadura.

Una de sus últimas polémicas ha sido su defensa durante el debate del domingo de la ex primera ministra británica Margaret Thatcher, por quien siempre ha sentido una gran afinidad y a quien calificó de «gran líder», lo que ha provocado el rechazo, por ejemplo, de colectivos de veteranos de la guerra de las Malvinas.

Por su parte, Massa ha estado lidiando con la paradoja que supone ser responsable de las finanzas de un país que pasa por uno de sus peores momentos económicos y candidato de la fuerza que aspira a estar otros cuatro años en el poder, apelando de nuevo de manera particular a la clase trabajadora, sector al que acude tradicionalmente el peronismo para lograr conseguir votos.