Iñaki  Iriondo
Cronista político

Sánchez y Díaz cierran un Gobierno «muy político» abriendo una crisis en la coalición

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz han cerrado un Gobierno calificado «de alto perfil político» y que debe ser capaz de forjar acuerdos «y explicarlos públicamente». Sin embargo, arrancan con un desacuerdo de fondo que puede abrir un cisma en la coalición gobernante, al haber dejado a fuera a Podemos.

Los ministros y ministras han jurado este martes sus cargos.
Los ministros y ministras han jurado este martes sus cargos. (Chema MOYA | AFP)

Ante la evidencia de que tiene ante sí un camino muy complicado por la heterogeneidad de sus apoyos y la fuerza de una oposición que va más allá de las Cortes y se extiende a la judicatura, el empresariado, la Iglesia católica y un gran número de medios, el presidente Pedro Sánchez dio a conocer ayer la composición de su Gobierno, que definió como «de alto perfil político» para una legislatura «de alto perfil político» y, por tanto, considera que sus ministros y ministras tendrán que ser capaces de gestionar pero también «de llegar a acuerdos y de explicarlos públicamente».

Sin embargo, el tándem Pedro Sánchez-Yolanda Díaz, al dejar a Podemos fuera del Consejo de Ministros, arranca esta nueva andadura con una importante crisis dentro de Sumar que puede afectar a toda la coalición gobernante. Sin hablar aún de ruptura, Podemos anuncia que el partido y sus cinco escaños van a «reforzar su autonomía política».

Un PSOE continuista

Pedro Sánchez ha nombrado 12 ministras y 10 ministros, 17 de los cuales son del PSOE y 5 de Sumar elegidos por Yolanda Díaz. El Gobierno cuenta con 4 vicepresidentas. A las 3 de la pasada legislativa ha sumado a María Jesús Montero, una de las negociadoras de la investidura y ardiente defensora de los pasos dados para lograrla.

Los y las ministras del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez. (NAIZ)

Se da la circunstancia de que Nadia Calviño espera ser nombrada presidenta del Banco Europeo de Inversiones, por lo que pronto podría haber una primera recomposición del Gobierno. Ha llamado la atención el cambio de José Luis Escrivá de Seguridad Social a la nueva cartera de Transformación Digital. Hay quien lo ha visto como un guiño al PNV. Pero Transformación Digital formaba parte antes de la vicepresidencia de Asuntos Económicos y si Calviño se va al BEI puede suponer que Escrivá se encuentre con un ascenso. De todas formas, parece haber otros candidatos mejor colocados para relevar a Nadia Calviño.

Aunque se hayan nombrado 4 vicepresidentas, es evidente que la persona que va a acumular un gran poder en el Gobierno va a ser Félix Bolaños, quien ya tenía un peso enorme y al que Pedro Sánchez le ha encargado ahora el área de Justicia, con la Ley de Amnistía –y todos los levantamientos que va a generar– en el horizonte.

Como en los económicos, en los «ministerios de Estado» Sánchez se muestra continuista. Margarita Robles es la mejor valorada por la derecha en las encuestas. A Fernando Grande-Marlaska es posible que lo hayan renovado la ola de protestas ultras de los últimos días. (Podemos ya criticó ambos nombramientos y ERC el de Interior). También sigue Albares en Exteriores.

Al conocer los nombramientos, el PNV mostró su sorpresa por que el nuevo Gobierno mantenga «el elevado número de carteras» del anterior y por que se hayan creado ministerios para materias «que no son competencia del Estado».

Incendio en Sumar

Además, el Gobierno llamado a forjar acuerdos empieza con un incendio en Sumar. Y no se puede decir que sea fortuito. Más bien parece provocado a conciencia. Es difícil entender su clave estratégica. Más parece una maniobra táctica encaminada a que todo el combustible arda en este primer fogonazo, para evitar tensiones pirómanas constantes en el seno del Consejo de Ministros que vayan consumiendo poco a poco su credibilidad.

En todo caso, ni Sánchez ni Díaz han actuado con mano izquierda en este proceso. Los pasos han sido bastante burdos. Es difícil olvidar que Podemos fue la génesis que permitió la llegada al Gobierno de la izquierda colocada a la izquierda del PSOE, y que todavía mantiene una muy importante base militante. Claro que centrarse en exigir el Ministerio de Igualdad para Irene Montero –aunque pudiera ser justo– tampoco tenía aspecto de ser una baza ganadora.

Los coportavoces de Podemos, Pablo Fernández e Isa Serra, denunciaron que Sánchez con el apoyó de Díaz les han echado del Gobierno y anunciaron que actuarán con autonomía en el Congreso, aunque sin hablar todavía de romper y pasar al Grupo Mixto.

Los ministros prometerán hoy sus cargos y el primer Consejo se retrasa a mañana.