El explosivo cineasta hongkonés John Woo vuelve a la carga con una nueva historia de venganza sustentada en una premisa muy original. Este impactante thriller se revela como uno de los estrenos del año en el terreno de la acción. La trama se centra en un hombre que quiere vengar la muerte de su hijo.
El joven quedó atrapado en un fuego cruzado entre dos bandas durante Nochebuena y resultó herido de gravedad mientras perseguía a los asesinos. El protagonista opta por tomarse la justicia por su mano y está dispuesto a todo con tal de eliminar a los hombres que mataron a su hijo. Una historia como tantas otras y que, no obstante, cuenta con una singularidad: no hay diálogos, ninguno de los personajes intercambia palabras con otros.
Según explicó el autor de películas como "Cara a cara", «en toda la película no hay diálogo. Esto me permitió contar la historia con imágenes para mostrar cómo se siente el personaje. Usamos música en lugar de lenguaje. Y la película se compone sólo de imágenes y sonidos».
El eterno cargador de balas de John Woo
John Woo pasa por ser una de las leyendas del thriller hongkonés, durante los últimos 20 años, ha creado epopeyas históricas a gran escala como "Acantilado rojo" (2009) o "The Crossing" (2014). Pero en esta ocasión ha querido retornar a sus raíces y dejar a un lado la espectacularidad de Hollywood.
Para llevar a cabo este nuevo y difícil reto, Woo se ha rodeado de buenos profesionales como el operador de cámara Dan Laustsen, el editor Nathan Orloff y el coordinador de especialistas Jeremy Marinas, todos ellos miembros del equipo que hizo posible "John Wick 4".