Elkarrekin Podemos-IU ha llegado a un acuerdo con el PNV y el PSE sobre el Impuesto a las Grandes Fortunas que garantiza su «aplicación efectiva» en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa «en términos más exigentes de lo que pretendía el PNV», aumentando los gravámenes y reduciendo la cantidad a partir de la cual se aplica, según ha anunciado el secretario de Organización de Podemos, David Soto, en una comparecencia en Bilbo junto a Arantza González (coordinadora de Ezker Anitza-IU en Gipuzkoa), Eneritz de Madariaga (portavoz de Elkarrekin en la Juntas Generales de Bizkaia) y Carmen Muñoz (coportavoz de Berdeak Equo).

En función del acuerdo alcanzado, a partir de fortunas de 12,8 millones de euros se va a gravar con el 2% en Bizkaia y el 2,5% en Gipuzkoa y Araba. A partir de los 14,5 millones de euros, el gravamen será del 3,5% en los tres herrialdes. Las tres diputaciones ya habían iniciado la tramitación para poner en marcha este impuesto, que será temporal y complementario al del Patrimonio, pero mientras en Bizkaia tenían asegurada su aprobación, en Gipuzkoa y Araba PNV y PSE necesitaban pactarlo con otra fuerza política al no disponer de mayoría.

Según ha afirmado en Radio Euskadi la coordinadora general de EP, Pilar Garrido, el impuesto vasco no será igual al estatal –donde los tipos son más altos y las cantidades menores– pero permitirá que «haya más contribuyentes para recaudar más».

Así, Elkarrekin Podemos ha destacado que «ha logrado que el impuesto se aproxime más al espíritu del impuesto estatal, que no es otro que cada un aporte a las arcas públicas según su capacidad, para conseguir una sociedad más solidaria, menos desigual, más justa».

Soto ha explicado que el pacto alcanzado supone que el tramo más elevado del impuesto pase de aplicarse desde los 16 millones de la propuesta de PNV y PSE a hacerlo desde los 14,5 millones, con un tipo del 3,5%, «imitando un poco el modelo navarro».

Además, ha añadido, en el tramo anterior se ha establecido que a partir de los 12,8 millones se aplique en Bizkaia un tipo del 2% y en los otros dos territorios, del 2,5%.

Ha aclarado que en el resto de tramos no se producen modificaciones de las propuestas de los gobiernos forales, ya que «uno de los elementos fundamentales de la negociación era que la estructura propia del Impuesto de Patrimonio no se viese alterada por la aplicación del de Solidaridad de Grandes Fortunas» y, por ello, los tramos más bajos no se ven afectados.

Así, ha apuntado, el «margen de maniobra» se ha limitado a los «tramos propiamente referidos al Impuesto de Solidaridad de Grandes Fortunas», los más elevados.

Aunque la coalición EP-IU no dispone de datos sobre cuánto podrían aumentar las previsiones de recaudación estas modificaciones, ha subrayado que, en cualquier caso, «se logrará llegar a más contribuyentes».

El secretario de Organización ha valorado que el acuerdo «es una muy buena noticia para Euskadi» y que gracias al mismo «hemos conseguido que se pueda aplicar en Euskadi el Impuesto de Solidaridad y de las Grandes Fortunas; esto es, hemos avanzado en una cuestión tan importante como es la redistribución de la riqueza: que quienes más tienen sean quienes más paguen».

En cualquier caso, en Elkarrekin reconocen que la negociación ha sido «complicada» y les hubiera gustado «ir más allá» con este impuesto, pero destacan que han conseguido que se pueda aplicar en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa «en unos términos más exigentes que los que pretendía el PNV».

Subrayan el papel de Elkarrekin frente al PSE

«Tengámoslo por seguro: sin este acuerdo, sin el trabajo insistente de negociación de Elkarrekin, este impuesto no se hubiera aplicado en los diferentes territorios históricos, con el aplauso agradecido del PP», ha destacado Soto, que ha añadido que «demostramos que somos nosotros quienes realmente garantizamos la aplicación en Euskadi de los avances progresistas y de justicia social del Gobierno de coalición, algo de lo que, como venimos comprobando, el PSE no es capaz».

Junto a ello, Soto ha negado que este impuesto sea incompatible con el impuesto al patrimonio. «La estructura de este se mantiene y ahora incorporamos complementariamente el gravamen de tramos en grandes fortunas que antes se escapaban».

Por su parte, González ha señalado que el acuerdo suscrito es un paso pero no resuelve el problema fiscal que existe en la CAV. «Sabemos que hay mucho más por hacer en materia fiscal. Euskadi necesita una reforma estructural más amplia, con muchos más elementos que a día de hoy no se están abordando. Por ejemplo en materia de fiscalidad verde. La reforma fiscal es una asignatura pendiente en Euskadi», ha constatado.

De este modo, ha abogado por acometer una reforma fiscal en profundidad para que en Araba, Gipuzkoa y Bizkaia se garantice la calidad de los servicios públicos, que permita una redistribución equitativa del trabajo y de la riqueza, y que ofrezca más oportunidades, especialmente para los colectivos más vulnerables.