El Consejo de la Federación de Rusia, la Cámara Alta del Parlamento, ha adoptado este jueves una resolución por la que convoca para el 17 de marzo de 2024 las próximas elecciones presidenciales, a las que tiene previsto presentarse el actual mandatario, Vladimir Putin.

«Con esta decisión damos el pistoletazo de salida de la campaña electoral», ha afirmado la presidenta de Senado, Valentina Matviyenko.

La Constitución rusa establece que las elecciones presidenciales son convocadas por el Consejo de la Federación entre 100 y 90 días antes del día de la votación, que es el segundo domingo del mes en que se celebraron las anteriores elecciones presidenciales, salvo que en esa misma semana haya un día festivo.

El segundo domingo de marzo próximo es el día 10, pero por cuanto el 8 es festivo por celebrarse el Día Internacional de la Mujer, los comicios se celebrarán el día 17.

La presidenta de la Comisión Electoral Central (CEC), Ela Panfilova, ha anunciado que la CEC estudiará este viernes un proyecto de resolución para que las votaciones de las presidenciales se lleven a cabo durante tres días, el 15, 16 y 17 de marzo.

«Es una petición de nuestros electores, que valoraron esta forma de votación», ha explicado Panfilova, citada por la agencia Interfax.

Tras el comienzo de la pandemia, en 2020, las votaciones de casi todas las elecciones en el país se llevan a cabo durante varios días.

Panfilova ha avanzado asimismo que los ciudadanos podrán votar por internet, pero solo en las regiones donde ya se ha votado de ese modo, que constituyen un tercio de todas las del país.

Ha agregado que antes del próximo día 12 se adoptará la decisión sobre la celebración de los comicios presidenciales en la «nuevas regiones», como Moscú denomina a Lugansk, Donetsk, Zaporiyia y Jersón, donde rige la ley marcial.

Aunque el presidente ruso, Vladimir Putin, aún no ha anunciado si se presentará a la reelección por un nuevo período de seis años, esto es algo que se da por descontado.

El mandatario cumple actualmente su cuarto mandato al frente de Rusia, si bien desde la caída de Boris Yeltsin ha ocupado siempre algún puesto de poder en la nación euroasiática, bien sea como primer ministro –de 2008 a 2012– o como presidente –desde 2000 hasta 2008 y desde 2012 a la actualidad–.