Joseba Asiron será el alcalde de Iruñea a partir del 28 de diciembre, siempre y cuando los firmantes de la moción de censura rubriquen su voto en el pleno que se celebrará ese día, a las 12:00, en el consistorio navarro. Según ha podido saber NAIZ, EH Bildu y PSN han llegado a un acuerdo, al que se han sumado Geroa Bai y Contigo Zurekin. Los 16 concejales de estas cuatro formaciones han firmado esta mañana el registro de la moción.
El acuerdo abre una nueva etapa política en Nafarroa, después de que, durante mucho tiempo, el PSN haya sido esquivo a sustentar o permitir alcaldías de EH Bildu. En este caso, a pesar de la mano extendida de la coalición soberanista, tampoco entrará en el equipo de gobierno, dibujando un esquema espejo al del Gobierno navarro, pero cambiando roles. Ambas formaciones comparecerán a lo largo de la mañana para detallar el acuerdo. Con este giro, la derecha queda fuera de toda ecuación en la política navarra.
El PSN ha eludido entrar en el equipo de gobierno pese a la mano tendida de EH Bildu, con lo que se conforma un esquema espejo al del Gobierno navarro, cambiando roles
Las negociaciones entre ambas formaciones comenzaron en septiembre y se aceleraron tras la investidura de Pedro Sánchez en Madrid. Sin embargo, los últimos flecos no se cerraron hasta este mismo martes por la tarde. En las últimas horas se ha hecho extensivo a Geroa Bai y Contigo Zurekin, que han respaldado la candidatura de Joseba Asiron. Con ello asumirá por segunda vez el bastón de mando (la primera fue entre 2015 y 2019), si todo transcurre según lo acordado por los firmantes de la moción.
El acuerdo
El acuerdo, al que ha tenido acceso NAIZ y que está firmado por Ramón Alzórriz, secretario de organización del PSN, Marina Curiel, portavoz del PSN en el Ayuntamiento, Miren Zabaleta, coordinadora de EH Bildu en Nafarroa y Joseba Asiron, candidato de la moción, es buena muestra de la negociación entre dos formaciones con posturas alejadas en ciertos temas en los que han buscado consenso. De hecho, es fiel reflejo de las reticencias expresadas por el PSN hasta la fecha para llegar a acuerdos con EH Bildu en aspectos como las víctimas, el euskara o los sanfermines.
Ambas formaciones constatan que Iruñea «se encuentra en una situación de parálisis y bloqueo» que se «arrastra» desde la pasada legislatura. «Lejos de mejorar con el nuevo equipo de gobierno, se ha visto empeorada dada la actitud de la actual alcaldesa, la cual ejerce su liderazgo de manera unilateral y opaca». Con el pacto alcanzado observan «la oportunidad de abrir un tiempo nuevo que avance en acuerdos plurales».
El pacto busca «abrir un tiempo nuevo que avance en acuerdos plurales», en temas como convivencia, euskara o Sanfermines
El texto contiene cinco puntos principales: Marco institucional; Memoria, justicia y reparación; Euskara; Primer plan de convivencia; y Sanfermines.
Desde el marco institucional, reconocen la «diversidad» de Iruñea, por lo que «respetamos las diferentes reivindicaciones legítimas, siempre y cuando se den dentro de los marcos legales y democráticos».
En lo que respecta a la memoria, destacan la «necesidad» de reconocer y reparar a las víctimas de la violencia de ETA «evitando situaciones de humillación».
Sobre el euskara, lo destacan como «una de las dos lenguas propias» de Iruñea, comprometiéndose a su «fomento y difusión» y a «garantizar un tratamiento acorde con la demanda y la realidad sociolingüística de la ciudad».
Del mismo modo, acuerdan crear el I Plan de Convivencia de Iruñea. Y, con respecto a las fiestas iruindarras, trabajarán por «unos sanfermines libres de tensiones políticas, de espacios de exclusión».
La ética política, la seguridad en las calles, la igualdad en las políticas públicas y la lucha contra la violencia machista, un plan municipal de vivienda asequible orientado a la emancipación juvenil, la reurbanización del Paseo Sarasate, intervenir el Monumento a los Caídos, completar el corredor sostenible de Pío XII, una solución definitiva para Erripagaina, la rotonda de Sanduzelai, la paralización del parking de la calle Sangüesa, una ciudad equilibrada entre sus barrios e incrementar las plazas en las escuelas infantiles también forman parte del acuerdo alcanzado.
Dado que el PSN no va a entrar en el gobierno de la ciudad, se conformará una comisión de seguimiento de los compromisos adquiridos. «En las cuestiones donde no haya acuerdo, aun siendo potestad de Alcaldía o junta de gobierno, se buscarán soluciones mediante el consenso para articular mayorías progresistas. Y si esto no fuera posible, se respetarán las mayorías del pleno».
¿Cómo se destituye a un alcalde?
Dentro de las herramientas para fiscalizar al alcalde, los miembros de una Corporación municipal, es decir, los concejales, tienen la posibilidad de presentar una moción de censura para retirar al primer edil. Pero no es tan fácil como votar en contra del alcalde o alcaldesa en cuestión. Hay varios requisitos, recogidos en el artículo 197 de la Ley del Régimen Electoral General.
El instrumento, igual que en el caso de la destitución del presidente del Gobierno español –acuérdense de Mariano Rajoy–, es la moción de censura. A diferencia del Congreso, sin embargo, donde es mucho más laxa la posibilidad de presentar estas mociones –recuerden ahora a Ramón Tamames–, la moción de censura municipal debe ser firmada, como mínimo, por una mayoría absoluta de los concejales. En el caso de Iruñea, al menos 14 de los 27 ediles deben firmar la moción. Además, esta debe incluir el nombre del alcalde o alcaldesa que se propone.
Una vez se presenta la moción en el Registro General de la Corporación, por parte de cualquiera de los firmantes, queda automáticamente convocado el pleno en el que deberá votarse la propuesta. Será a «las doce horas del décimo día hábil siguiente al de su registro». Es decir, si la moción se presenta el 13 de diciembre, como es el caso, el pleno queda automáticamente convocado para las 12.00 del 28 del mismo mes.
Como si fuera el primer pleno tras unas elecciones, la sesión estará presidida por una mesa integrada por los concejales de mayor y menor edad, excluidos el alcalde o alcaldesa actual, y el candidato o candidata a ocupar su lugar. Es decir, ni Cristina Ibarrola ni Joseba Asiron pueden ser parte de la Mesa.
Ambos tienen derecho a tomar la palabra «durante un breve tiempo», igual que los portavoces de cada grupo municipal, tras lo cual se someterá a votación la moción propiamente dicha. Si las firmas que sostuvieron la presentación de la propuesta se convierten en votos de forma consecuente, la corporación contará con nuevo alcalde para la hora de comer.
Adiós a la alcaldesa de la minoría
La mayoría de concejales de Iruñea ha decidido suscribir una moción de censura para destituir a Cristina Ibarrola, que ha gobernado la ciudad durante medio año con solo 11 votos favorables de los 27 posibles. Ha sido, desde el principio, la alcaldesa de la minoría, como lo fue su predecesor, Enrique Maya. Su breve legislatura errática, en la que ha dado tumbos de un lado para otro en temas tan sensibles como el parking de la Plaza de la Cruz, llegará a su fin de forma abrupta.
La mayoría alternativa, mucho más amplia, siempre estuvo ahí, esperando poder ser articulada, algo que parece que finalmente va a ser posible una vez cerrado el ciclo electoral de 2023 y aclarada la gobernabilidad en Madrid. El PSN, reacio hasta hace nada a este escenario, se sumará finalmente a los votos de quienes ya hicieron posible el cambio en el año 2015.
El único precedente de moción de censura en el Ayuntamiento iruindarra nos traslada a 1981, cuando HB, PNV y LAIA presentaron una contra el entonces alcalde Julián Balduz (PSOE). Los ocho votos de los partidos impulsores no fueron suficientes contra los 10 sumados por UPN y el propio PSOE. Los ocho concejales de UCD se abstuvieron. Entonces no era necesaria la firma de una mayoría para presentar la moción, como sí lo es actualmente.