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UAGA denuncia coacciones a los agricultores de Araba para instalar placas solares

El sindicato UAGA se ha movilizado este jueves para denunciar las «coacciones» que están sufriendo por parte de empresas fotovoltaicas. Aseguran que no piensan ceder ante lo que han tachado como «política comercial depredadora».

Se han movilizado esta mañana frente a la empresa Solaria.
Se han movilizado esta mañana frente a la empresa Solaria. (UAGA)

El sindicato UAGA ha denunciado este jueves coacciones a los propietarios de fincas agrarias en Araba para que las vendan o las alquilen con el fin de instalar placas fotovoltaicas a cambio de «ingentes» cantidades de dinero. Se han concentrado esta mañana frente a la empresa Solaria, para advertir a esta corporación y «al resto de empresas fotovoltaicas, empresas pantalla y fondos de inversión» que están operando en Araba que el sector agrario «no está en venta».

Desde UAGA han asegurado que en los últimos meses estas empresas están llevando «una política comercial depredadora, presionando y coaccionando a los propietarios de fincas agrarias para que vendan o alquilen sus fincas para la instalación de placas fotovoltaicas», a los cuales habrían ofrecido «cantidades ingentes de dinero» con el fin de lograr sus intereses.

Han tachado esta manera de proceder de «acoso», y se han negado a aceptarlo: «La tierra agraria es nuestro modo y nuestro medio de vida». Han asegurado que quieren seguir labrando la tierra y que el sector tenga futuro, «que sea una profesión digna para las próximas generaciones», pese a que consideran que se lo están poniendo «difícil».

Entre todos los proyectos ya anunciados, han explicado que se pretende ocupar una superficie agrícola de más de 500 hectáreas con parques solares. Aseguran que a esta superficie habría que añadir la que está comprometida para el trazado del TAV, además de los proyectos de parques eólicos en Montaña y Rioja Alavesa (Azazeta, Laminoria, Labraza) y otras zonas que las empresas de energías están explorando como la zona de Mendoza-Foronda, Ozio o Berganzo.

Además de las consecuencias de pérdida de tierra agraria por todos estos proyectos, han denunciado que la «presión especulativa» está «subiendo exponencialmente» para el sector. Han explicado que el incremento del precio de la tierra hace «más difícil» la viabilidad de las explotaciones existentes e «imposible» la instalación de nuevos agricultores o agricultoras: «Nos enfrentamos a una destrucción masiva de empleos agrarios».

Según el sindicato, la expansión de parques fotovoltaicos sobre tierras fértiles podría en un futuro comprometer la capacidad de producir alimentos en el territorio, «afectando negativamente a la seguridad alimentaria que, por otro lado, proclaman nuestras administraciones». Por otra parte, han recordado que la tierra agraria no solo proporciona alimentos, sino que también desempeña un papel vital en la conservación de la biodiversidad y en la gestión sostenible de los recursos naturales.