Urtzi Urrutikoetxea

Los republicanos tratan de exculpar a Trump inculpando a Biden padre

Al final sí que habrá investigación de «impeachment» contra el presidente Joe Biden. Los congresistas del Partido Republicano consiguieron cerrar filas y forzar el proceso con el que esperan contrarrestar los juicios a los que se enfrentará el indiscutible líder del partido, Donald Trump.

El presidente de EEUU, Joe Biden, en un discurso en la Casa Blanca.
El presidente de EEUU, Joe Biden, en un discurso en la Casa Blanca. (Jim WATSON | AFP)

Impeachment. La palabra maldita ha estado sonando durante meses, como una especie de frontón con el que respondían los partidarios de Donald Trump a los casos abiertos contra el expresidente por intentar manipular las elecciones de 2020 y por su papel en el asalto al Capitolio.

El miércoles, la mayoría republicana en la Cámara de Representantes se impuso para iniciar la investigación de impeachment contra Joe Biden.

Esta última semana en Washington está dejando entrever lo que se avecina en 2024, con una creciente polarización política que, sin duda irá en aumento durante todo el año que viene, conforme se acerquen las elecciones presidenciales de noviembre y los juicios a los que se enfrentará Trump.

Ahora bien, una investigación de impeachment no es lo mismo que el impeachment en sí. Si el proceso siguiera adelante, Biden sería el cuarto presidente que se enfrenta a un proceso político de destitución. Una vez abierta la investigación, es lógico pensar en el impeachment, que es lo que ha ocurrido históricamente (excepto con, Nixon, que dimitió antes). Pero lo cierto es que la investigación lleva abierta varios meses. ¿Qué es entonces lo que acaba de votar la Cámara?

Mejor ir por partes: hace casi un año que los republicanos tienen la mayoría en la Cámara de Representantes. Desde un primer momento se marcaron como objetivo el juicio político contra el presidente por las actividades financieras de su hijo Hunter. Pero faltaban dos cosas: lo principal, las pruebas que incriminaran a Joe Biden.

Y ante esta evidencia, también faltaban los votos necesarios en la Cámara, ya que varios de los congresistas republicanos se negaban a plegarse a los dictados del ala más ultra de su partido. No porque desafíen a Trump, sino porque los distritos que representan no son puramente republicanos, y saben que estas votaciones pueden jugar una mala pasada si quieren volver a ser reelegidos. Ante esta tesitura, fue el propio expresidente de la Cámara Kevin McCarthy, el que ordenó la investigación en marzo, poco después de ser elegido.

Su sucesor como speaker de la Cámara, Mike Johnson, ha logrado marcarse un tanto importante antes del cierre del Congreso hasta después de las Navidades. La exigua mayoría republicana en la Cámara de Representantes les obligaba a que todos votaran en bloque, y así ocurrió: los 221 republicanos se impusieron a los 211 demócratas.

Problemas para Biden

Tampoco esta vez se inicia el impeachment, pero la investigación sí adquiere una forma más oficial con la aprobación de la Cámara, lo que podría suponer un nuevo quebradero de cabeza para el presidente, aunque con la mayoría demócrata en el Senado es imposible que el impeachment tenga éxito. De paso, sirve para desviar la atención ante las casos infinitamente más graves de Donald Trump.

Nadie niega las evidencias de que Hunter Biden usó su apellido para reforzar su influencia, pero aún no se han mostrado pruebas de que lo hiciera en connivencia con su padre, o de que las decisiones de la Casa Blanca (cuando fue vicepresidente con Barack Obama) estuvieran destinadas a beneficiar a la familia.

El propio hijo del presidente, desafiando a las citaciones para testificar a puerta cerrada, se presentó en el Congreso para admitir sus «errores financieros» y exculpar a su padre, una vez más: «permítanme decirlo lo más claramente posible; mi padre no participó financieramente en mi negocio... Estoy aquí para testificar en una audiencia pública hoy para responder cualquiera de las preguntas legítimas del Comité». Los republicanos han anunciado una denuncia por desacato.

Llegados a este punto de casi no retorno, el Congreso retomará su trabajo el 8 de enero, con apenas una semana para lograr un acuerdo de financiación del Gobierno, y el posible inicio del impeachment contra Joe Biden a finales de mes. En medio, el inicio de la campaña electoral con las primarias y caucus de Iowa y New Hampshire, que podrían dar a Donald Trump el empujón que le falta y la atención mediática que espera para volver a la Casa Blanca.

Trumpi datu onak eman dizkiote

Hamaika hilabetetan denetik gerta liteke. Baina inkesten garrantzia berehalakoa da, presidentegaia aukeratzeko primarioen zikloa urtarrilean bertan hasiko baita.

Donald Trumpek gainerako hautagai errepublikano guztiek batuta baino emaitza hobeak ditu, eta egunotako inkestek indartu egin dute presidente ohia.

Izan ere, beste hautagai errepublikanoen argudioetako bat zen Trump bera zela oztopoa, hauteskundeak irabazteko; milioika jarraitzaile izan arren, bere aurka daudenak ere milioika direlako, eta aurkari horiek aktibatu egiten direlako. Hau da, demokrata bozkatuko ez luketen askok Trumpen aurka bozkatzen dute.

Nolanahi dela, Joe Bidenen onarpen maila ere oso behetik dabil, eta balizko buruz buruko batean Trump garaile ageri da inkestetan. Atzo bertan Bloombergek argitara emandako sondeo batean, Trumpek batez beste 5 puntuko aldea dauka Bidenekiko, hauteskundeen emaitza ebatzi ohi duten zazpi swing estatuetan: Ipar Carolina, Georgia, Wisconsin, Nevada, Michigan, Arizona eta Pennsylvania.

Ikusi beharko da 2024an Trumpen aurka iragarrita dauden hiru epaiketek zein ondorio ekarriko duten, kondena batekin amaituz gero batez ere.

Presidente kondenatu batekin lehiatzea errepublikano askorentzat gehiegizkoa litzatekeela uste dute aditu batzuek –alderdia oso eskuinera lerratuta egon arren–, baina errealitatea da orain arteko prozedurek ez dutela ia batere higatu presidente ohiaren irudia bere jarraitzaileen artean.

Izatekotan, irudi hori indartzeko balio izan dio, muturreko errepublikanoen artean behintzat.

Oraingoz, martxoan hastekoa den epaiketara begira, kasua geldiaraztea lortu du Trumpek aste honetan.

Joan den astean presidente ohiaren immunitateari buruzko argudioak atzera bota zituzten, eta helegitea aurkeztu zuen.

Helegitea argitu arte, kasuarekin aurrera ez egitea ebatzi du Tanya Chutkan epaileak (immunitatea ukatu zion epaile berberak). Baliteke errekurtsoa bizkor ebaztea, baina, momentuz, kasua geldiaraztea garaipen handitzat jo du Trumpen kanpainak.