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Una Gaza inhabitable alerta de la amenaza de otro éxodo palestino

La alerta de los representantes de Naciones Unidas de que Gaza se han convertido en un territorio inhabitable por la destrucción de viviendas e infraestructuras sostiene su advertencia de que Israel está forzando una nueva Nakba, un éxodo forzado de la población palestina.

Un niño palestino lleva ladrillos entre el barro en un campamento de desplazados en Rafah.
Un niño palestino lleva ladrillos entre el barro en un campamento de desplazados en Rafah. (Mahmud HAMS | AFP)

A medida que la mayoría de los habitantes de Gaza son desplazados y las tropas israelíes avanzan en el territorio palestino, líderes y agencias de la ONU están alertando de la amenaza de una expulsión de la población a Egipto y otros países, una segunda Nakba.

Casi el 85% de la población de Gaza ha sido forzada a abandonar sus hogares por los bombardeos. Israel ordenó a los civiles que huyeran más al sur, lo que ha desbordado la ciudad fronteriza de Rafah. Y también allí los palestinos son víctimas de las bombas. Gaza «ya no es un lugar habitable», denunció Philippe Lazzarini, jefe de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (Unrwa).

«Los acontecimientos que estamos presenciando demuestran intentos de mover a los palestinos hacia Egipto», advirtió. A su juicio, el movimiento hacia el sur de Gaza de los que habían huido de los bombardeos en el norte constituye «el primer paso en este escenario», seguido de la salida de los que huyen de los combates en la ciudad de Jan Yunis hacia la zona fronteriza.

Además de bombardeos sin precedentes, Israel utiliza el hambre como arma de guerra para forzar el desplazamiento de la población. Lazzarini relató cómo el nivel de dolor y miseria es tal que la población hambrienta no puede esperar la distribución de los limitados alimentos que entran e intentan conseguir algo que comer directamente de los camiones

Tras visitar por tercera vez Gaza, desmintió las acusaciones de Israel de que miembros de Hamas están robando y desviando esta ayuda. Él mismo fue testigo directo de cómo los gazatíes «han empezado a intentar ayudarse a sí mismos, paran los camiones, toman los alimentos y se los comen de inmediato, lo que muestra hasta que punto están hambrientos y desesperados». A pesar de las dificultades con las que vivían los palestinos en ese territorio, «nunca antes habían conocido el hambre; ahora he encontrado personas que llevaban tres días sin comer», señaló, destacando también el hacinamiento de más de un millón de personas en Rafah, en descampados embarrados y bajo la lluvia.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, también advirtió contra «una mayor presión para un deslazamiento masivo hacia Egipto».

El Ministerio de Defensa israelí niega estos planes, pero varios miembros del Gobierno  han defendido públicamente la hipótesis de la salida de los palestinos y la vuelta a la ocupación con población judía. Los hechos están acercando ese escenario más que cualquier otro.

Palestinos alrededor de los restos de la vivienda de la familia Shehada, bombardeada en Rafah. (Mahmud HAMS/AFP)

La expulsión de una población de su territorio está prohibida por los Convenios de Ginebra, el corazón del derecho internacional humanitario. «Si tiene lugar en el contexto de un conflicto armado, es un crimen de guerra», recuerda Sheila Paylan, exasesora de la ONU especializada en derechos humanos. Explica que no sería necesaria una orden de expulsión. Basta con «hacer las condiciones de vida imposibles para la gente, entonces no tienen otra opción».

Palestina ya lo vivió en 1948, al crearse el Estado de Israel. Precisamente más del 80% de los residentes de Gaza son refugiados o descendientes de refugiados de 1948.
La expulsión ha sido rechazada sobre todo por Egipto y Jordania, que temen una llegada masiva de refugiados a su territorio.

El Ministro de Defensa israelí insistió ayer en la idea de que la devastación de Gaza aún continuará «más que algunos meses», lo que haría imposible el regreso de los palestinos a sus hogares. La eliminación sistemática por asedio y bombardeo de todos los recursos sanitarios formaría parte de este plan.

En cambio, Israel no ha logrado los objetivos con los que justifica estas acciones, la eliminación de Hamas y la liberación de los rehenes. Ayer ofreció una recompensa de 400.000 dólares a cambio de información sobre el paradero de Yahya Sinwar, líder de Hamas considerado el autor intelectual del ataque del 7 de octubre, y cantidades menores por otros comandantes.

La UE debate sobre Gaza

El Consejo de la Unión Europea debatió ayer la situación de Gaza, dividida entre posturas de petición expresa de alto el fuego, como el Estado español, Bélgica, Irlanda y Malta, o varios países que lo rechazaron en la última votación en la Asamblea de la ONU.

Además, varios Estados aumentan su colaboración con Israel. Siete personas fueron detenidas en una operación presentada como «antiterrorista» y dirigida contra Hamas, que se desarrolló de forma simultánea en Dinamarca, Alemania y Países Bajos.

Como contrapunto, varias decenas de trabajadores de las tres principales instituciones de la UE, Consejo, Comisión y Parlamento, protagonizaron en Bruselas una sentada frente a la sede del Ejecutivo comunitario para pedir un alto el fuego inmediato  y denunciar que la UE «no ha sido suficientemente fuerte en este tema» y no demuestra que defienda los valores que dice defender.

En una movilización similar, unos treinta trabajadores de la Casa Blanca celebraron una vigilia para exigir al Gobierno de Joe Biden que apoye un alto el fuego permanente. Los manifestantes usaron tapabocas y gafas de sol para ocultar su identidad por temor a represalias.

«La ocupación ha convertido el hospital en un cuartel»

El balance de palestinos muertos en 70 días en Gaza ya ha aumentado a cerca de 18.800, además cerca de 50.900 heridos, después de que se registraran 179 muertos y 303 heridos en varios bombardeos, y sin contabilizar las numerosas víctimas desaparecidas bajo los escombros. El Gobierno gazatí volvió a denunciar el asalto al Hospital Kamel Aduan, que «la ocupación ha convertido en un cuartel y en escenario de sus operaciones militares». Los militares exigieron, bajo amenazas, la evacuación de los heridos y enfermos al Hospital Al Shifa, «que carece de capacidades terapéuticas. Eso equivale a su ejecución». Más de setenta personas, entre heridos y miembros del personal médico siguen detenidas y unas 2.500 que se refugiaban en el hospital fueron llevadas a otros lugares.

EEUU
El consejero de Seguridad Nacional de EEUU, Jake Sullivan, se reunió ayer con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y otros líderes políticos y militares, en una visita oficial en un momento en el que Washington desliza leves críticas a la ofensiva israelí. Biden apenas pidió a Israel, «tener más cuidado».

Cisjordania
Otra incursión del Ejército israelí en la localidad de Jenin dejó once muertos más desde el miércoles, entre ellos Mussa Ahmed Musa Jatib, un adolescente de 17 años, que recibió una bala en el pecho cuando se encontraba en el interior de un hospital, y un niño de 13 años al que se impidió llegar al centro sanitario. El hospital y su personal fueron atacados y también fueron detenidas decenas de personas.