La derecha se está adentrando en terreno desconocido después de conocerse que el PSN hará alcalde a Joseba Asiron. Las normas básicas del civismo democrático están rotas. UPN abandonó el Parlamento durante el pleno del jueves y ya no se sabe cuándo volverá. Un día después, rompió con la institución que coordina desde hace 40 años a todos los ayuntamientos navarros (y de la que el alcalde de Tudela es vicepresidente). Pero, quizás, lo más grave es la deriva discursiva en la que se han sumido.
La concentración a la que han llamado este domingo en la Plaza del Ayuntamiento está mal planificada. No van a caber, seguro. Con solo la mitad de los 7.500 que se manifestaron contra la amnistía el 18 de noviembre, la plaza consistorial colapsa por sus limitadas dimensiones. Y, en esta ocasión, se trata de una protesta hormonada por la llegada de Alberto Núñez Feijóo y con un llamamiento a sumarse por parte de Vox desde Madrid.
La derecha navarra, en ocasiones anteriores en las que ha tenido apoyo de otros territorios del Estado, ha sido capaz de sacar a decenas de miles de personas, como la de 2007, cuando sacó a la calle a más de 50.000 al grito de «Navarra no se vende». Es, precisamente, esta movilización la que pretenden emular, ya que el lema será «Pamplona no se vende». Pero el lugar elegido para la protesta resulta inviable para acoger aglomeraciones de semejante envergadura.
En cuanto a Vox, que lleva más de un mes alentando concentraciones no autorizadas en las que ha habido incidentes menores con los antidisturbios, ha realizado un llamamiento paralelo para que, una vez termine la concentración, se vaya hasta la cercana sede del PSN a seguir con la movilización. Se corre el riesgo de que esta segunda parte se convierta en un punto caliente.
Será, sin duda, un evento importante para las tres organizaciones. Todas se han lanzado a promocionar esta movilización. Cristina Ibarrola lo está dando todo. En las últimas horas, la actual alcaldesa de Iruñea ha concedido entrevistas indendiarias a los medios que más han apoyado las protestas ilegales en Ferraz, como ‘The Objective’ y ‘OK diario’. En este último medio, ha llegado a asegurar que la capital navarra pasará a estar gobernada por personas «con delitos de sangre».
Existe un enorme interés por liderar la iniciativa. En una rueda de prensa convocada este sábado, Javier García (líder del PP en Nafarroa) ha tratado de sobresalir sobre el resto cargando contra Santos Cerdán rozando la incitación a la violencia contra el secretario de Organización del PSOE y vecino de la localidad de Milagro.
«Santos Cerdán no debería atreverse a dejarse ver por Navarra, tendría que ser declarado persona non grata, por traicionar a su tierra y engañar a sus votantes», ha asegurado García.
Cualquier tipo de elegancia política hace tiempo que se abandonó. Y, en ese escenario, solo destaca quien insulta de forma más feroz. Así, para superar a Javier Esparza (líder UPN) que llamó «escoria» en el Parlamento a la presidenta María Chivite, García ha recurrido a llamar a Cerdán «sicario de Sánchez» y «cómplice del asesinato de los pocos valores que le quedaban al Partido Socialista».
Tampoco Esparza se queda quieto, lo que le ha llevado a protagoniar un encontronazo con la periodista Silvia Intxaurrondo, de TVE, quien después de escucharle acusar de terrorista a Joseba Asiron, la ha instado a que, si tan seguro está de que es un terrorista, que dé parte a la policía. Esparza ha pasado mal rato.