«Tenemos que volver a lo básico, a las cosas sencillas pero importantes», ha clamado la secretaria general de Podemos, la navarra Ione Belarra. En un encendido discurso que buscaba trazar un tiempo nuevo, le dio el pie a su amiga y número 2 del partido, Irene Montero, para que anuncie su candidatura a las primarias moradas para definir a quienes integren la papeleta para las elecciones europeas de junio próximo.
Como se había avanzado hace meses en NAIZ, Montero será la cabeza de la lista de un Podemos que vuelve a participar en solitario en unas elecciones en las que medirá fuerzas con las otras formaciones de izquierda, y especialmente con la plataforma Sumar, que ha venido a intentar sustituir la representación a la izquierda del PSOE.
«Te doy las gracias Ione por confiar en mí hoy y siempre, y te respondo que sí», ha dicho Montero mirando a Belarra, quien minutos antes había pedido públicamente a la exministra que fuera la candidata. «Con la esperanza intacta, todo el mundo en este país sabe de lo que somos capaces juntas», ha recalcado Montero.
Montero ha asegurado que «las razones» por las cuales han recorrido «este camino siguen intactas», porque «sigue habiendo gente sin casa y casas sin gente», porque se siguen asesinando mujeres y porque el 1 % «concentra la misma riqueza que el 99 restante», y ha llamado a «defender la paz» en Medio Oriente «con todas las consecuencias» que eso implica.
La número dos de la formación ha hecho mención a la embestida judicial contra Podemos (más de un veintenar de causas contra ellos, todas archivadas) y ha reflexionado que «el viejo mundo no termina de morir y se resiste» y que «la guerra política y judicial» busca que tengan «miedo» los políticos de izquierdas, que piensen «que no merece la pena y que la culpa de esa persecución judicial» es suya.
«Allí donde alguien siente rabia o dolor ante una injusticia, en lugar de silencio ahí nace el sentimiento más poderoso que tenemos, que es la esperanza, y ahí nace la política. Ahora más que nunca hace falta hacer política para cambiar lo que debe ser cambiado. No podemos ni queremos esperar más. Es nuestro derecho soñar, luchar, organizar y ganar», ha enfatizado.
La mira en el Parlamento europeo
Ya hablando como candidata a un escaño en Bruselas (y Estrasburgo, la sede formal del Parlamento), Montero ha afirmado que «Europa se juega mucho» en los comicios de mitad de año porque “el pacto antifascista y democrático que hizo esta Europa posible puede quedar enterrado por una victoria de la extrema derecha y la inacción de la centroderecha y el progesismo».
«¿Para qué sirve Europa si no es capaz de parar ya el genocidio que ejecuta Israel? ¿Para qué sirve Europa si la gente LGBTi no puede moverse libremente por nuestras fronteras en algunos países porque la siguen atacando? ¿Para qué sirve Europa si las instituciones no se comprometen en la lucha antirracista?», se ha preguntado.
Ante una «profundísima crisis de desigualdad en la que está el mundo», ha llamado a ponerle «freno a los fascistas garantizando derechos, repartiendo riqueza, tiempo y cuidados», y ha criticado el «greenwashing» de los Verdes y los socialdemócratas europeos en una transición ecológica «que implica transformar la economía de abajo hacia arriba».
«Es imprescindible un espacio político fuerte que se posicione contra todos los pueblos aplastados por las prácticas imperialistas. Millones de personas en España y en Europa necesitan un espacio que los defienda en forma nítida», ha añadido, y señala que si la izquierda «renuncia a transformar porque hace ruido, la derecha se hará con el control» y que si se conforma «con dejas las cosas como están, las derechas mandarán y camparán».
Sumar y Yolanda Díaz
En un tiro por elevación a Sumar y Yolanda Díaz, quien vetó en junio pasado a Montero para integrar la lista para las generales y con quien mantiene un enfrentamiento desde hace años, la exministra ha dicho: «No estamos aquí para que nos den unas migajas del poder del bipartidismo a cambio del silencio. Estamos aquí para cambiar las reglas del juego. Hay que construir relaciones de respeto y eso significa respetar pero también hacerse respetar».
Ovacionada de pie más de dos veces ante una militancia que la considera un tótem de la izquierda española, especialmente por el coste personal que ella y Pablo Iglesias han pagado, Montero ha sido precedida por una Belarra que ha indicado que este sábado comenzaba un tiempo de bisagra para una fuerza que ahora cuenta con tan solo cinco escaños en el Congreso.
Sobre el archivo del Caso Neurona, la secretaría general también se ha referido y ha lamentado que con esa ofensiva judicial «han querido decirle a la gente de España que los de Podemos eran lo mismo que el bipartidismo y ha quedado demostrado que no». También ha criticado el «silencio mediático» para contar esos archivos de causas frente al espacio que se otorgó siempre a las investigaciones. «Es un ataque a la democracia, no es a Podemos. Y lo tenemos que recordar», ha enfatizado.
«Han logrado convencer a buena parte de nuestros compañeros que vives mejor si no confrontas con el poder. Que si no confrontas con el poder no vas a tener fascistas en la puerta de tu casa manifestándose (en alusión a lo vivido por Iglesias y Montero). Hoy empezamos un nuevo camino, tenemos enormes tareas de transformación pendiente. Es urgente que en España haya un proyecto político que no le deba nada a nadie, dispuesta a defender el feminismo aunque moleste a los amigos del presidente», ha recalcado.
Belarra ha defendido algunas medidas que los distancian de sus ya exsocios de Sumar, como llevar el salario mínimo interprofesional a 1.500 euros en 14 pagas ya mismo o la posición sobre el gobierno de Netanyahu. A la misma hora, Yolanda Díaz también encabezaba un mitin, pero en A Coruña, presentando Sumar Galicia, el nuevo espacio que aglutine a las izquierdas no nacionalistas para las próximas elecciones.
En las elecciones para el Parlamento Europeo, el reparto de escaños es con una circunscripción única y sin suelo de mínimo, por lo que con obtener alrededor de un 2 por ciento de los votos totales ya se consigue un escaño. Con acaricias el 5 por ciento se suelen conseguir unos tres. Podemos espera así revalidar su espacio en solitario y obtener un nuevo escenario, con eco local y fondos frescos, como es Bruselas, para catapultar a Montero.