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La demanda de ayuda humanitaria se ha multiplicado por cuatro en la última década

El informe anual de Médicos Sin Fronteras advierte de que la demanda de ayuda humanitaria se ha multiplicado por cuatro en la última década y que casi la mitad de las solicitudes de financiación a nivel mundial han quedado sin cubrir.

Un voluntario de MSF sirve comida a menores migrantes en Calais.
Un voluntario de MSF sirve comida a menores migrantes en Calais. (Sameer Al-DOUMY | AFP)

El número de personas que necesitan ayuda humanitaria internacional se ha multiplicado por cuatro en la última década y ha superado los 406 millones en 2022, según la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF), que este lunes ha presentado su informe anual, en el que ha denunciado la «impotencia» de la ONU ante las violaciones del Derecho Internacional Humanitario y el aumento récord del déficit de ayuda humanitaria entre los llamamientos de fondos y la financiación que perciben.

Según el informe de MSF, elaborado junto al Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH), en 2022 el 42% de las solicitudes de financiación a nivel mundial quedaron sin cubrir y solo un tercio de las que percibieron fondos lograron alcanzar el 50% del objetivo, tendencia que parece seguir el año 2023.

Catástrofe humanitaria extraordinaria en Gaza

En la presentación del documento ‘La acción humanitaria en 2022-2023’, la directora general de MSF, Marta Cañas, ha descrito la «catástrofe humanitaria extraordinaria» que está sucediendo en Gaza, donde «el 72% de los hospitales están inoperativos» tras los ataques aéreos de Israel, «algo para lo que no hay justificación legal ni ética».

«Es extraordinariamente complejo asistir a la población de Gaza. Nuestros compañeros se sienten impotentes cuando atienden a niños en las consultas y les dicen que preferirían morir antes que seguir sufriendo. Cuando hay días que reciben más muertos que heridos. Cuando tienen que operar sin anestesia y en el suelo», ha asegurado Cañas.

La pérdida de protección de los hospitales en los conflictos es uno de los puntos más destacados de la publicación, en la que se detalla el continuo ataque a infraestructuras civiles en Ucrania y Gaza, donde los trabajadores de MSF han sido testigos de la utilización de bombas de racimo y minas antipersona en el interior de los hospitales.

Inoperancia de los mecanismos de control

El informe también alerta sobre una cronificación de los conflictos internacionales y una «pérdida de peso» de la ONU, organismo que la semana pasada fracasó en el intento del secretario general, Antonio Guterres, de activar el artículo 99 para exigir un alto el fuego en Gaza tras el veto de Estados Unidos.

«Tampoco la Unión Europea ha conseguido tener una voz única... No hemos conseguido trascender la política de gestos. Lo único que hay con el tema de Palestina son declaraciones de lamento, condena y contención a las partes. (...) Esto terminará cuando Israel lo decida, sin que ningún otro actor interfiera», ha vaticinado el codirector del IECAH Jesús A. Núñez.

De esta forma, Núñez ha insistido en que la ayuda humanitaria contribuye a paliar los «efectos de los desajustes» de la política internacional, pero «no tiene la responsabilidad ni la capacidad» de conseguir un mundo más justo y sostenible.

La desigualdad entre conflictos

Además, han subrayado que la aparición de conflictos tan mediáticos y con tantos intereses políticos como los de Ucrania y Palestina ha desviado la atención de los otros 30 que permanecen activos en el mundo, como Siria, Sudán, Afganistán o Yemen, o de las personas desplazadas en todo el mundo, que alcanzaron los 107,5 millones.

«Venimos observando una dinámica para la que la atención a una crisis acaba provocando la desatención del resto tanto en esfuerzos diplomáticos para ponerles remedio como en el volumen de fondos activados para atender a las víctimas», ha advertido Núñez.