UPN ha dado la orden tajante a sus militantes para que rompan toda relación con el PSN. Lo cierto es que en pocos sitios, salvo el propio Parlamento, esta fractura puede perjudicar a los socialistas. La única localidad de mediano tamaño donde UPN está sosteniendo al PSN es Orkoien, donde el teniente de alcalde, Diego Viñas, pertenece a los regionalistas.
Viñas no ha dimitido todavía, según se desprende de las declaraciones realizadas en el pleno de este miércoles. Los concejales de EH Bildu, en la oposición, han preguntado formalmente por el momento preciso y la resolución mediante la cual el teniente de alcalde renunciaba al cargo. Sin embargo, el teniente de alcalde ha confirmado, añadiendo que lo tiene que «hablar con la Alcaldía cuando corresponda y ya os enteraréis».
A lo largo de los dos plenos que se han celebrado en la localidad –uno ordinario y otro extraordinario–, Viñas ha votado en bloque con sus compañeros en el gobierno de la localidad, actuando sin salirse del papel de segunda autoridad.
La presión a la que está siendo sometido Viñas es extraordinaria. Entre el público, monitorizaba el devenir del pleno el parlamentario de UPN Juan Luis Sánchez de Muniáin, que fue portavoz del Gobierno con Yolanda Barcina.
La marcha de Viñas –teniente de alcalde y portavoz de UPN–, así como de la segunda concejal de UPN no implica que el Ayuntamiento vaya a cambiar de manos. Aunque EH Bildu es la fuerza más votada, voltear la Alcaldía requiere de una moción con mayoría absoluta. La coalición abertzale solo podría conseguir mayoría si les votaran los dos ediles de UPN, algo impensable.
Liberación o temas pendientes
En la actualidad, Viñas se encuentra en régimen de media liberación, por la que está cobrando 20.850 euros anuales, según han trasladado a NAIZ fuentes de EH Bildu de la localidad, que tienen recurridos esos emolumentos al considerarlos excesivos.
Viñas trata de justificar, de cara al interior de su partido, que no está dimitiendo en virtud de acuerdos y compromisos puntuales que adquirió en dicho ayuntamiento, asegurando que, en cuanto esos asuntos queden resueltos, sí presentará su carta de renuncia al cargo.
Por el momento, UPN no ha abierto ningún proceso sancionador contra Viñas, a la espera de que se aclare su situación cuanto antes.
Hasta la fecha, el único cambio trascendente fruto de la orden de ruptura de relaciones que ha dado UPN a los suyos se ha dado en la Mancomunidad de la Ribera Alta, que dirigía Belén Cerdán (PSN), que decidió adelantarse a cualquier maniobra en su contra y decidió dimitir.
En el Parlamento, sí que va a tener mayor impacto. Este jueves se votan unas medidas fiscales en las que UPN se había comprometido a abstenerse. Ahora votará en contra. Con todo, la iniciativa saldrá adelante con la abstención de EH Bildu.