«¿Corredor rápido? Los caracoles de mi pueblo son más rápidos». Con un vídeo que parodia el corredor de alta velocidad en Nafarroa, AHT Gelditu! anima a participar en la manifestación contra el TAV que ha convocado para este sábado a partir de las 12.00 horas desde el palacio de Diputación de Iruñea.

El escenario del vídeo es la propia estación de tren de la capital navarra, en uno de cuyos andenes dos ancianas están esperando a que llegue el corredor de alta velocidad, que rápido, lo que se dice rápido, no parece ser, ya que, como señala una de ellas, «hace diez años que se fue de Castejón y aún no ha llegado». La otra ahonda en esa idea al señalar que «los caracoles de mi pueblo son mucho más rápidos».

El caso es que le querían dar la bienvenida al veloz corredor, pero «resulta que me he hecho vieja aquí esperando», concluye.

De esta sarcástica manera convoca la manifestación contra el tren de alta velocidad, que tiene como lema ‘Cuidado con el TAV- Con el TAV no hay cuidados. Por el derecho a los cuidados colectivos y al cuidado de la tierra. Elefante txuririk ez!’.

«Devorador» de recursos

AHT Gelditu recuerda que las obras del TAV, «rescatadas con fondos Next Generation, continúan destruyendo la tierra y dilapidando recursos imprescindibles para satisfacer necesidades sociales como las de los cuidados. Únicamente nos cuidamos si cuidamos la tierra. ¡Defendamos el cuidado de la tierra y el derecho colectivo a los cuidados! ¡La vida en el centro y no el cemento!».

Detalla que el tren de alta velocidad es un «devorador de recursos», ya que «absorbe los presupuestos que deberían destinarse al cuidado y al bienestar social. Recientemente, ha sido rescatado con 281 millones de euros para el tramo Tafalla-Campanas y 60 millones de euros para el tramo encima del Ebro utilizando los fondos post-covid».

También denuncia que «profundiza en la mercantilización, privatización, industrialización y deterioro de la naturaleza y de los patrimonios públicos y comunitarios; explota, basándose en el colonialismo capitalista, los recursos naturales y las personas de las zonas rurales y del sur global, y ahonda en la brecha social y daña las relaciones y la economía de cercanía».