El pleno del congreso español ha tumbado la ley de amnistía después de que Junts cumpliera su amenaza de no votar a favor si el PSOE rechazaba las enmiendas que eliminan toda referencia al delito del «terrorismo» y «alta traición» en el apartado de ‘excepciones’. El objetivo de las enmiendas era cerrar el agujero jurídico que la judicatura española trata de explotar para excluir de la amnistía a los investigados por el Tsunami Democràtic y el caso Volhov, entre los que se encuentra el expresident catalán Carles Puigdemont.

Tras el voto en contra de los diputados del PSOE a las enmiendas, la pelota estaba en el tejado de Junts, que finalmente ha dejado caer la iniciativa legislativa en la votación de conjunto definitiva. Su portavoz, Míriam Nogueras, había asegurado previamente que su partido había negociado con el PSOE una amnistía integral que blinde a todos los represaliados por el proceso. «Este texto es un buen punto de partida, pero lo sería más en una democracia normal. Esta ley tiene agujeros, y lo saben, si realmente quieren evitarlo, pueden votar a favor de nuestras enmiendas», ha señalado.

Junts se ha unido finalmente al bloque del ‘no’, formado por el PP, Vox, CC y UPN y que ha sumado 179 votos, con el proposito de seguir negociando. Conforme al reglamento del Congreso, cuando una ley de rango orgánica no supera el umbral mínimo de 176 votos requerido para su aprobación, el texto se remite a la comisión correspondiente para que, en el plazo de un mes, prepare un nuevo dictamen que deberá volver a someterse a debate y votación en el Pleno. Cabe destacar que un proyecto de ley solo puede ser devuelto a la comisión, esta vez a la de Justicia, una vez en su totalidad. En otras palabras, si no obtiene mayoría absoluta para su aprobación en la próxima votación final, la ley quedará invalidada.

Antes de la votación final, Nogueras ha advertido de que «detener la represión a medias no es detenerla» y que Junts no puede «dejar a todo el independentismo catalán expuesto a las arbitrariedades de la cúpula judicial politizada española». «Una amnistía selectiva y en diferido no es lo que acordamos y firmamos», ha remarcado.

El resto de partidos que conforman la mayoría de investidura han expresado su apoyo a la norma, incluyendo a ERC, cuya portavoz, Pilar Vallugera, ha pedido a Junts durante su intervención que no cayera en la trampa de los jueces españoles.

Oriol Junqueras, que ha observado la votación desde el palco del hemiciclo, ha afirmado que la norma era «una buena ley que merecía el apoyo de la mayoría de la Cámara» porque «es lo suficientemente robusta para superar los filtros europeos y del Tribunal Constitucional» y beneficiaba además a «centenares de personas».

Para esta nueva oportunidad de negociación que se abre en el próximo mes, el líder de ERC apuesta por «seguir trabajando» para garantizar una ley que «no tenga peligro de caer en el primer escollo».

Nueva negociación

La negativa de Junts obliga ahora a reiniciar las conversaciones, con la confianza entre los interlocutores cada vez más deteriorada. Tras la votación, el ministro español de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, se ha mostrado muy enfadado, ha señalado que es «absolutamente incomprensible» que Junts votase en contra la ley de amnistía y ha pedido al partido de Puigdemont que reconsidere su posición.

Desde el partido de Pedro Sánchez, que este martes no ha tomado la palabra en el pleno y solamente ha aparecido en la votación final, señalan que no van a cambiar su posición sobre la ley de amnistía y confían en que Junts sí lo haga.

Después de poco más de dos meses desde que el texto fuera presentado en el Congreso, el principal obstáculo entre ambas partes sigue siendo el concepto jurídico del «terrorismo». En el trasfondo, la decisión del juez Manuel García-Castellón de reabrir la causa de Tsunami Democràtic, al que se ha sumado la supuesta trama rusa del procés y el delito de «alta traición» al que ahora apunta el juez Joaquín Aguirre. Estos movimientos judiciales han sembrado serias dudas sobre la viabilidad de que Puigdemont y otros acusados se acojan a la amnistía, lo que generó inquietud en Junts y por consiguiente el voto en contra en el pleno de ayer.

En este sentido, el propio Puigdemont ha señalado en su cuenta de X que «solo hay una manera» de frenar la «pulsión patriotera» de la judicatura española: hacer una ley «más sólida». «Tenemos unos días para rehacer el consenso inicial, del cual no dudo, que la amnistía debe incluir a todo el mundo perseguido por esta maquinaria de trinchar derechos fundamentales en la que se ha convertido la judicatura española. Veremos si somos capaces», ha sentenciado.

EH Bildu: «El objetivo es cargarse el Gobierno»

Durante su intervención, el diputado de EH Bildu, Jon Iñarritu, ha asegurado que la ley de amnistía es «buena, positiva y necesaria» para que el conflicto de Catalunya pueda resolverse en otro marco y «sacarlo del marco judicial, adonde no tuvo que llegar nunca».

«Estos últimos días hemos visto el estado en su profundidad. Hemos visto los movimientos oscuros del ámbito judicial, policial y mediático. No es casualidad, es algo organizado y coordinado, y por eso decimos que esta ley debería ser lo más amplia posible, para que aquellos que fueron castigados por sus ideas independentistas sean protegidos», ha asegurado Iñarritu.

Según ha afirmado, desde EH Bildu son conscientes de que «no es posible tener la seguridad del 100%» porque, a su juicio, «siempre habrá jueces prevaricadores, como hemos visto estos días». A pesar de «todos los obstáculos», ha asegurado que la coalición soberanista «quiere aprobar» esta ley, ya que «no podemos dar ninguna oportunidad ni tiempo ni ninguna victoria política» a la derecha. 

Para aquellos que intentan sabotear la ley de amnistía, ha proseguido Iñarritu, «el objetivo no es solo cargársela» sino que también aspiran a «cargarse a este gobierno y a esta mayoría plurinacional que lo sustenta».

PNV: «Mejorará la convivencia»

El diputado del PNV Mikel Legarda ha abierto el debate con la defensa de la enmienda transaccionada con Junts para eliminar las referencias a los delitos de «terrorismo» y «traición». «Siempre hemos rechazado que el proceso catalán entrara en la vía judicial, en vez de la política y constitucional» ha asegurado.

Legarda se ha dirigido directamente al grupo del PP, a quien ha acusado de haber tensado el debate político, y ha afirmado que la amnistía es «una de las medidas de gracia» que contempla el Tribunal Constitucional español. «Ponemos en marcha una operación política de largo alcance que mejora la convivencia. Éste es el interés general que legitima la amnistía sin faltar al principio de igualdad», ha añadido.

Feijóo: «Es pura necesidad electoral»

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha advertido de que el Gobierno español está «con respiración asistida». «No son títeres que no saben lo que hacen. Son cómplices y saben lo que hacen. Su voto no es un delito, pero la historia no los absolverá», ha afirmado. 

«Pueden vestir el debate de convivencia, pero es pura necesidad electoral», afirma, lamentando que las sesiones en el Congreso son una agonía constante para el PSOE, sometido continuamente a las «humillaciones del independentismo».

Feijóo ha tenido tiempo incluso para insinuar que la ley de amnistía «es un buen precedente para las condenas» EH Bildu «quiere amnistiar». «Como dirían en el argot deportivo: calienta que sales, señoría», ha señalo dirigiéndose a Iñarritu.