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La Fiscalía sueca se dispone a anunciar la decisión sobre el sabotaje al Nord Stream

La Fiscalía sueca tomará una decisión sobre la investigación del sabotaje a los gasoductos rusos Nord Stream 1 y 2. Según medios locales, no se ha podido localizar a ningún sospechoso en territorio sueco, por lo que podría dejar la causa en manos de la Justicia alemana.

Fuga de gas en el mar tras las explosiones en el Nord Stream, en febrero de 2023.
Fuga de gas en el mar tras las explosiones en el Nord Stream, en febrero de 2023. (DANSK FORSVARSMINISTERIUM | CONTACTO-EUROPA PRESS)

La Fiscalía sueca ha informado de que este miércoles tomará una decisión sobre la investigación del sabotaje a los gasoductos rusos Nord Stream 1 y 2, ocurrido en septiembre de 2022.

El fiscal a cargo del caso, Mats Ljungqvist, había declarado ayer al diario sueco ‘Expressen’ que habría una resolución en breve y que esta podría implicar el cierre del caso o que hubiera alguna acusación.

La Fiscalía sueca, que colabora con la alemana en su investigación, ha admitido con anterioridad el hallazgo de restos de explosivos en los gasoductos, que fue un acto de «sabotaje grave» y que todo apunta a un actor estatal.

Varios medios alemanes que han seguido de cerca las investigaciones, entre ellos el diario ‘Süddeutsche Zeitung’ y la cadena regional NDR, adelantaron este lunes que la fiscalía sueca se dispone a anunciar el cierre de las pesquisas.

Según dichos medios, el servicio de seguridad sueco Säpo no ha logrado localizar en territorio del país escandinavo a ningún sospechoso concreto al que se pueda vincular con el ataque.

Apuntaron sin embargo que el cierre de las diligencias podría beneficiar a la investigación alemana, al permitir la transferencia de ciertas pruebas y evidencias para ser examinadas por la parte germana, que en base a las filtraciones que se han producido parece por el momento la más avanzada.

Explosiones en septiembre de 2022

Tras las explosiones en septiembre de 2022 se localizaron dos fugas en cada gasoducto (ambos fuera de servicio), dos en la zona danesa y dos en la sueca, todas en aguas internacionales, que los gobiernos afectados calificaron pronto como sabotaje, además de apuntar a un actor estatal.

Las tres principales fugas se dieron por terminadas a principios de octubre del mismo año, al alcanzarse una presión estable en las tuberías, pero la más pequeña continuó activa algunos días más.

Ninguno de los dos gasoductos estaba en servicio cuando se produjeron los sabotajes.

El primero interrumpió los suministros al alegar Moscú problemas técnicos, mientras que el segundo nunca entró en funcionamiento, puesto que el Gobierno alemán lo bloqueó a raíz del reconocimiento por Moscú de las autoproclamadas repúblicas separatistas de Donbass, en febrero de 2022.

Tanto los países afectados como el resto de la Unión Europea (UE), Estados Unidos y Rusia hablan de sabotaje, aunque difieren en cuanto a la posible autoría.

Moscú ha acusado a países anglosajones de estar detrás, aludiendo a la oposición al proyecto que durante años ha mantenido Washington, mientras algunos países occidentales han señalado en la dirección contraria.

Medios de EEUU y Alemania señalaron posteriormente a un grupo proucraniano como autor del sabotaje.