La plataforma en defensa del archivo de Burlata ha anunciado este miércoles que «el secado de la documentación del archivo se ha llevado a cabo con éxito con una recuperación del 99%», en una comparecencia en el Parlamento de Navarra para exponer la situación actual tras las inundaciones de 2021.

«Es un paso muy importante», han celebrado los portavoces de la plataforma, «pero aún queda recorrido». «Seguimos en la fase de secado», ha detallado.

Según informó en su día la consejera de Cultura del Gobierno de Navarra, Rebeca Esnaola, unas 3.000 cajas con documentación del Archivo Municipal de Burlata se vieron afectadas por las inundaciones del 10 de diciembre de 2021. La planta -2 del edificio que albergaba el archivo quedó completamente anegada, y la documentación permaneció sumergida durante diez días.

Los representantes de la plataforma han denunciado que «el archivo estaba recién llegado del anterior Ayuntamiento, donde estaba perfectamente custodiado, y se quitó de ahí para hacer viviendas sociales, traspasándolo al sótano del actual».

«Cuando ese archivo se baja hay una inundación, que nadie puede prever, pero nadie sabía que justo al lado del archivo está la balsa de agua que abastecía al pueblo cuando no había agua corriente», ha detallado.

El archivo se inundó en «una muerte anunciada»

Por eso, han considerado que «el archivo se inundó en una crónica de una muerte anunciada». «Estaba en una zona inundable, nunca habíamos conocido una inundación así, pero podía ocurrir, por lo que no debía haberse puesto en ese sótano», ha afirmado.

El archivo se trasladó a la ubicación donde resultó anegado en la legislatura 2015-2019, cuando el actual teniente de alcalde de la localidad, Txema Noval (Contigo-Zurekin) ostentaba la alcaldía.

«Las desgracias ocurren y no se pueden evitar los accidentes, pero sí minimizar los riesgos», han considerado, y han recordado que «para eso está la prevención, y todas las normativas de archivísticas siempre dicen que sótanos y últimos pisos no son los lugares adecuados para dejar unos archivos».

Sin embargo, denuncian que «en ningún momento se ha pensado en la restauración». «La única posibilidad es la liofilización», han asegurado, y han dado las gracias a la restauradora Isabel Gil Robles «por su valentía al asumir el reto de hacer la cata y preparar la adjudicación de la liofilización por parte del Ayuntamiento».

«Pueblo sin historia»

«Burlada es un pueblo cuya historia no la podemos ver porque ya no existe», han lamentado, ya que «se tiraron sus edificios, desaparecieron sus piedras, se talaron sus árboles y desapareció su estructura de pueblo». «Por lo menos que quede su transmisión, ese contenido que recogieron a lo largo de los siglos y que podemos hacer que exista», han reivindicado.

Además, «es fundamental que se cumpla la ley». «Los ayuntamientos de más de 15.000 habitantes deben de tener archivero», han recordado, pero se quejan de que el Consistorio «nos respondió que no lo van a hacer porque no tienen dinero y tienen otras prioridades».