Joseba Iturria
DONOSTIA

Budimir permite a Jagoba Arrasate ganar por vez primera a Imanol

Un buen gol del delantero croata al cabecear un saque de esquina dio al equipo rojillo su primera victoria en Donostia desde 2005 apoyado en un buen trabajo defensivo y el desacierto en ataque de los blanquiazules, que encadenan cuatro partidos sin marcar y cinco sin ganar delante de su público.

Los jugadores de Osasuna celebran el gol de Budimir que decidió el derbi de Anoeta.
Los jugadores de Osasuna celebran el gol de Budimir que decidió el derbi de Anoeta. (Jon URBE | FOKU)

El acierto de Budimir en una jugada de estrategia y la negación en los últimos meses de la Real en ataque decidió un derbi que permitió a Jagoba Arrasate ganar por vez primera a Imanol en las cinco temporadas que llevan en los banquillos de Osasuna y Real en Primera División.

Los dos últimos técnicos formados en la cantera de Zubieta se habían enfrentado en once partidos oficiales con ocho victorias de la Real y tres empates y en cantidad de encuentros amistosos. No hay un entrenador que conozca mejor a la Real y a Imanol que Jagoba Arrasate y esta temporada ha decidido reforzar el trabajo defensivo en los dos partidos de Liga con una defensa de cinco y todo el equipo muy junto con una presión especial a Martín Zubimendi para desactivar el inicio de su juego de ataque y ha conseguido cuatro de los seis puntos en juego.

Osasuna no solo rompió la racha de su entrenador, también la del equipo al ganar en Anoeta por vez primera desde 2005. Su trabajo sin balón sacó a relucir los problemas ofensivos de una Real que lleva cuatro partidos seguidos sin marcar, no pasaba desde 2008, cinco sin ganar en Anoeta, con una victoria y tres goles marcados en las últimas ocho jornadas de Liga que le han sacado de posiciones europeas por vez primera a estas alturas desde la llegada del oriotarra.

Rotaciones de Imanol

La Real acusa la acumulación de partidos estos meses y las lesiones. Como se esperaba, Imanol introdujo cinco cambios con respecto a la alineación presentada el martes en la Copa en Mallorca con la entrada de Aramburu, Pacheco, Turrientes, Zakharyan y André Silva, al tener presente la visita del miércoles al PSG en la Champions.

Jagoba Arrasate también cambió de inicio seis jugadores con el último partido, pero no lo hizo para dosificar esfuerzos, sino para buscar la reacción tras la dura derrota encajada en El Sadar ante el Celta. Lo más destacado fue la entrada de Herrando y Unai García junto a David García como trío de centrales de Tajonar, la apuesta por un solo delantero específico con Budimir y la ausencia de Moi Gómez. Rubén Peña primero y Rubén García después jugaron en la media punta para intentar anular a Zubimendi como buscó el de Berriatua en El Sadar.

Con estos planteamientos la Real tuvo la posesión y el control del juego, pero a diferencia de lo que dijo Imanol en su rueda de prensa posterior, le volvió a costar traducir ese dominio en ocasiones claras del gol. En todo el partido solo merecen ese calificativo dos remates de Kubo, el primero con una buena parada de Sergio Herrera, y uno de Zakharyan que se marchó fuera por poco tras jugada individual.

La Real acaparó la posesión de balón, un 68%, porque Osasuna se la regaló. Hubo muchos balones que llegaron a la zona de peligro, pero los blanquiazules no acertaron ni en el último pase ni en el remate ante la maraña de jugadores rojillos que se juntaban para cerrar el camino a su portería. Remató mucho, en 21 ocasiones, 16 desde dentro del área, pero solo tres fueron a portería y diez fueron bloqueados por los defensores rojillos.

Osasuna apenas inquietó en unos minutos del primer tiempo en los que Remiro desvió a saque de esquina un remate de Rubén Peña tras una pérdida de Zubimendi, pero le bastó un gran remate de Budimir en un saque de esquina de Moncayola tras el descanso para ponerse por delante y reforzar su trabajo defensivo.

Un gol 713 minutos después

El croata superó en el salto a Merino y puso fin a una racha de Remiro de 713 minutos sin encajar gol en Liga, la mejor en Primera en diez años desde que otro jugador de Osasuna, Moi Gómez, le marcara un gol en el comienzo del derbi de El Sadar del 2 de diciembre.

Tras verse en desventaja Imanol introdujo un triple cambio para buscar más frescura y calidad en ataque con Barrenetxea, Brais Méndez y Sadiq. El nigeriano fue recibido con muchos ánimos tras su desafortunado partido de Mallorca, pero no fue capaz de encontrar el acierto que le falta a él y a su equipo. El ayer ausente Mikel Oyarzabal se ha convertido en el mejor delantero centro pese a tener tres fichados porque entre el nigeriano, André Silva y Carlos Fernández solo han marcado cuatro goles por los once que lleva Budimir.

La Real no ha encontrado un sustituto de Sorloth y el de David Silva, Brais Méndez, ha bajado su nivel como el año pasado estos meses tras dos comienzos de temporada espectaculares. Además Merino y Zubimendi juegan mermados. El navarro tuvo que volver a ser cambiado cuando es fundamental para Imanol y el donostiarra acabó tocado como ante el Rayo. La Real se encomienda a la frescura de Barrenetxea y Kubo, que tampoco es el del comienzo de Liga.

Cuando faltan ideas en ataque la Real ha sabido rentabilizar sus jugadas de estrategia, pero ayer lanzó siete saques de esquina por cuatro Osasuna, que aprovechó uno para ganar y aumentar a doce puntos su ventaja con un Cádiz que marca la zona de descenso y que llega a El Sadar el próximo sábado en un partido que puede ser definitivo tras 20 jornadas sin conseguir la victoria.

La Real, por contra, tendrá que recuperar el acierto, energías y, a poder ser, a Oyarzabal, del que Imanol dijo tras el partido que sigue con malas sensaciones en la rodilla en la que sufrió el golpe en Girona para visitar el miércoles al PSG de Killian Mbappé. Luis Enrique lo dejó en el banquillo ayer ante el Lille de inicio junto a otros titulares como Donnarumma, Hakimi, Marquinhos, Zaire-Emery o Barcola por la ventaja que tiene a sus rivales.