El próximo lunes entrará en funcionamiento el nuevo centro de salud de Osakidetza ubicado en el antiguo edificio Pescadería de La Bretxa, en la Parte Vieja de Donostia. Las obras, que comenzaron en 2020, terminaron el pasado noviembre, pero la apertura se ha retrasado unas semanas respecto a lo previsto.
Este ambulatorio sustituirá al que estaba ubicado en la calle Esterlines, más pequeño y de difícil acceso, y además ampliará la servicios ofrecidos. También funcionará como Punto de Atención Continuada (PAC), que hasta la fecha estaba en la cercana calle Bengoetxea. En principio Osakidetza mantendrá el uso de este local.
El nuevo ambulatorio ha contado con una inversión de 6,8 millones de euros. Alberga en su primera planta 17 consultas de medicina general, dos de pediatría y una sala de curas. El segundo piso acoge un servicio de salud mental infanto-juvenil con 16 despachos de psiquiatría y dos despachos y dos salas de trastorno mental grave que atenderá a la población menor de 18 años de la zona de Donostialdea y al Programa de Trastorno Mental Grave, unas 56.000 personas.
Las instalaciones han sido visitadas esta tarde por diferentes autoridades, encabezadas por el lehendakari Iñigo Urkullu y la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, así como el alcalde de Donostia, Eneko Goia.
Este último ha destacado que los vecinos «hace tiempo que esperaban este edificio» y ha considerado que Osakidetza «hace una apuesta incontestable por mejorar las infraestructuras de Donostia» con este ambulatorio, que se suma al inaugurado en 2021 en Aiete y «trabaja en el de Txomin».
En las inmediaciones del nuevo ambulatorio se han concentrado un grupo de personas respondiendo a la convocatoria de la plataforma Osasun Publikoaren Alde para «reclamar que en todos los PAC haya asistencia permanente del médico o médica, y que las condiciones de trabajo del personal sanitario sean dignas y de calidad». La Ertzaintza ha acordonado el lugar, en la entrada a la calle Euskal Herria, para que no pudieran acercarse más.
Nuevos edificios en Donostia, Galdakao y Basurto
Durante su visita, y en pleno contexto preelectoral, Urkullu ha anunciado que Lakua destinará 277 millones de euros para la construcción de los nuevos edificios de consultas externas de los hospitales de Galdakao, Basurto y Donostia.
Ha recordado que el pasado septiembre su Ejecutivo se marcó una serie de objetivos «realistas» y «sin demagogia» para los que se marcó un plazo de seis meses. «Estamos cumpliendo, entre otros, en reducir las listas de espera en Osakidetza, facilitar el acceso a la atención primaria, abrir el centro de salud» de la Parte Vieja donostiarra y poner en marcha un plan de inversiones extraordinario.
El concurso de licitación de la obra del edificio de consultas externas de Basurto saldrá a lo largo del mes de febrero, mientras en los de Donostia y Galdakao se están ultimando los proyectos y se espera que se liciten a primeros de abril.
En el caso de Galdakao, la nueva edificación tendrá una superficie de 58.000 metros cuadrados, distribuidos en nueve plantas y contará con una inversión de 93 millones de euros y un plazo de ejecución de 36 meses.
En Basurto, se invertirán 106 millones en el nuevo edificio, que se ubicará en la parcela donde se encuentra en la actualidad el aparcamiento del hospital, y contará con 250 consultas y un aparcamiento de 443 plazas.
El nuevo edificio de consultas externas del Hospital Donostia contará con una inversión de 78 millones de euros y un plazo previsto de ejecución de 36 meses.
Parón en el mercado de La Bretxa
Por otro lado, Goia informó ayer de que la parte de las obras que corresponden al futuro mercado llevan casi un año paradas por problemas económicos internos de la empresa concesionaria. El contrato marca que los trabajos deberían estar finalizados en abril, pero evidentemente no va a ser así.
El alcalde apuntó que el Ayuntamiento «tomará las decisiones oportunas. Nos vamos a empeñar en que este tema se desatasque y se culmine, porque creo que ya es hora». Mientras, los puestos de frutas y verduras de las baserritarras continúan en la calle bajo una carpa, mientras que los puestos del sótano seguirán esperando el traslado.