Daniel   Galvalizi
Periodista

El retroceso del galego, la herencia del PP que «sorprendió» hasta al Consejo de Europa

La lengua autóctona de Galiza ha sufrido un deterioro en los 15 años de Gobierno de Feijóo y Rueda de tal forma que los expertos de la comisión de lenguas minoritarias del Consejo de Europa expresaron a los colectivos gallegos su estupor por la gestión de la Xunta. BNG y PSOE prometen cambios.

Imagen de archivo de una manifestación celebrada el año pasado en defensa del gallego en Santiago de Compostela.
Imagen de archivo de una manifestación celebrada el año pasado en defensa del gallego en Santiago de Compostela. (Álvaro BALLESTEROS | EP)

El Consejo de Europa (CE) se encarga de hacer cumplir a los países miembros la Carta Europea de Lenguas Regionales y Minoritarias. En su último informe de fines de 2019 (está pronto a elaborarse el nuevo, ya que es cada cuatro años) aseguró que en Galiza había «una presencia insuficiente (de la lengua autóctona) en la enseñanza».

Hace tres semanas, en plena precampaña para las elecciones autonómicas de Galiza, los expertos que vienen de Bruselas y deben presentar su informe ante el Parlamento Europeo mantuvieron reuniones con representantes de los colectivos lingüísticos del catalán-valenciano, del euskara y del galego. Constataron que todo lo observado con preocupación en la etapa previa a la pandemia había sido ignorado por la Xunta.

Así lo confirma Marcos Maceira, portavoz de A Mesa Pola Normalización Lingüística, una entidad que hace años intenta la galleguización de la vida pública y defiende los derechos de la lengua, especialmente desde el decreto de 2009 establecido por Alberto Núñez Feijóo al llegar a la Xunta que cercenó espacios de uso del galego y acotó derechos.

En conversación con NAIZ, Maceira explica que «los técnicos (del CE) tuvieron conocimiento de que no hubo avances con lo que vieron hace cuatro años y manifestaron dudas en un apartado. Les sorprendió mucho lo de la enseñanza, no solamente que no se haya avanzado en el uso sino que haya habido más retrocesos, porque por ejemplo los materiales de estudio no están en galego».

«También se sorprendieron con las reacciones que recibieron por parte del conselleiro de Educación cuando se reunieron con él», señala Maceira. El informe se conocerá el próximo mes de julio. «Seguramente será peor que el de hace cuatro años porque hay más datos. Por ejemplo, ahora la prensa en galego también sufre retroceso, le rechaza las ayudas, la Xunta niega a Nós, el único medio en galego, porque argumenta que no es periódico de lunes a lunes y lo excluye de la publicidad institucional. Es un escándalo democrático», recalca.

Marcos Maceira: «Ahora la prensa en galego también sufre retroceso, la Xunta niega ayudas a Nós porque argumenta que no es periódico de lunes a lunes»

Al mencionar estos hechos, «los expertos quedaron muy asombrados porque la Carta de Lenguas Minoritarias dice explícitamente que se debe garantizar una TV, radio y periódico en galego», añade.

Además de A Mesa Pola Normalización, recibieron a los expertos del Consejo de Europa varias organizaciones, como Pro Lingua, Axuntar, representantes de hablantes de galego en Asturies y Extremadura y la Asociación de Medios en Galego. Los técnicos eran un austríaco, un suizo, un sueco y un catalán. Cabe aclarar el cumplimiento de la Carta de Lenguas Minoritarias y Regionales del CE también corresponde al Estado, especialmente en lo que hace al Poder Judicial y la administración pública central.

«La Carta dice que se tienen que garantizar que los procesos sean en la lengua minoritaria y en Galicia los jueces no están obligados a saber hablar galego, incluso se impide por parte de los jueces a veces que los testigos con dificultad de hablar castellano puedan hablar en galego. Y la capacitación de jueces, fiscales y letrados es cosa del Estado», explica.

Maceira recordó a los expertos que hace cuatro años los técnicos habían recomendado «evitar las restricciones» en la enseñanza en galego, pero que las mismas continúan, en base al decreto de 2009 que prohíbe dar asignaturas de matemática, ciencias, física y química en galego. Fue un hito de Feijóo: es la primera y única normativa en la historia posfranquista del Estado que prohíbe una lengua cooficial en determinadas asignaturas.

Una paradoja: la Carta tiene diferentes niveles de ratificación en cada estado, y el español ratificó, en tiempos del ejecutivo de José María Aznar, el nivel máximo de ratificación, exceptuando el nivel de la universidad. «Es de los países europeos que más elevado nivel tiene, y eso significa que excepto en nivel universitario, debe garantizar la presencia de lenguas minoritarias en la enseñanza inicial y media», explica.

«Ofensiva castellanizante»

A pesar de haber sido Aznar el que suscribió la carta, y que el expresidente de la Xunta, Fraga Iribarne, fue el que impulsó la normalización del galego, son otros los tiempos del PP y fue el tandem Feijóo-Rueda (los dos presidentes de la Xunta, 2009-2022 y 2022-2024) el que se encargó de hacer una estrategia de «ofensiva castellanizante», como dijo en una oportunidad el doctor en filología Carlos Callón.

Carlos Callón: «El PP ha tenido una política de estrategia anestesiante, de intentar acabar con el galego sin que se notara»

En declaraciones a NAIZ en 2022, Callón, autor de ‘O libro negro da lingua galega’, señalaba: «El PP ha tenido una política de estrategia anestesiante, de intentar acabar con el galego sin que se notara, un galego rodeado de gaitas y empanadas, la folklorización de la cultura. Pero Feijóo, cuando entra al gobierno después del bipartito PSOE-BNG, realiza políticas en sentido de poder acabar con la oficialidad por la vía de los hechos, que sea una lengua que en la práctica no haya obligación de usarla en la escuela. Al principio fue con mayor agresividad y luego volvió a lo anestesiante».

Este 18 de febrero más de dos millones de gallegos están convocados a las urnas para decidir, entre otras cosas, qué ocurrirá con la preservación de su lengua. Quien lidera las encuestas en la oposición, Ana Pontón del BNG, propone derogar «el decreto de la vergüenza» de 2009 y promover «la igualdad real» con el castellano, además de pruebas piloto para la inmersión lingüística.