La coordinadora de Plataformas en Defensa de la Sanidad Pública de Euskadi, OPA Herri Plataformak, acordó en la asamblea celebrada el pasado sábado en Barakaldo convocar sendas manifestaciones para el próximo 16 de marzo en Bilbo, Donostia y Gasteiz. El lema de estas movilizaciones será «Por una sanidad pública y de calidad. No al desmantelamiento de Osakidetza. No a la privatización».

«Las plataformas ciudadanas hacemos un llamamiento para salir a las calles para defender la sanidad pública. El derecho a una atención sanitaria pública, universal y de calidad es un derecho fundamental, sin embargo, este derecho está siendo vulnerado de manera significativa en la CAV, especialmente por el deterioro de la atención primaria, consecuencia de las políticas de recortes y privatización que viene aplicando el Gobierno Vasco y que están llevando la atención sanitaria en Euskadi a una situación crítica», han denunciado estos colectivos mediante una nota.

«El desmantelamiento, la privatización y los recortes en Osakidetza trae consigo nefastas consecuencias, un deterioro muy grave de calidad asistencial, además de problemas de accesibilidad para todas las personas, especialmente para las que se encuentran en situaciones más vulnerables», añaden.

En este contexto han recordado la muerte hace un mes de un hombre en Laudio «en un punto de atención continuada que no disponía de personal médico», y han acusado al Ejecutivo de Lakua de hacer «oídos sordos a las demandas de la sociedad para reforzar el sistema sanitario público, la única respuesta que recibimos es la de seguir debilitando y desmantelando la sanidad pública para seguir engordando a la sanidad privada».

También hacen en su nota referencia a las inversiones anunciadas la pasada semana para construir nuevas infraestructuras, «277 millones para levantar edificios, obras y ladrillos que no van a reforzar las plantillas, ni una atención primaria desmantelada como consecuencia de sus recortes, que son los problemas principales, reales y urgentes de la sanidad pública que la ciudadanía sufre cada día en primera persona».