«Nos ningunean, somos invisibles» a la hora de que en los centros se decida la implantación de la jornada continua, a pesar de que para ellas supone reducciones de jornada laboral e incluso despidos. Con esta contundencia han denunciado las trabajadoras de comedores escolares de Nafarroa lo que están viviendo y que les ha llevado a realizar una huelga entre el pasado lunes y mañana jueves.

Una movilización que se está llevando a cabo en centros de Zizur, además de Patxi Larrainzar y Bernart Etxepare.

Para mostrar su malestar, se han concentrado ante el Departamento de Educación del Gobierno de Nafarroa haciendo sonar silbatos, mostrando carteles con el lema ‘Jardunaldia jarraitua. Jornada continua ¡así no! SOS jantokiak’ y situándose detrás de una pancarta en la que se podía leer ‘Zerbitzu minimoetan funtsezkoak gara. Para la jornada continua, invisibles’.

Una «contradicción terrible»

Así querían evidenciar también los elevados servicios mínimos implantados durante estas jornadas de huelga por el Gobierno navarro, lo que pone de manifiesto una «contradicción terrible», según ha denunciado Itziar Lukanbio, representante de las trabajadoras de comedores escolares en declaraciones a los medios.

Con esa expresión quería evidenciar que «parece mentira que, por un lado, nos dejan aparte de la comunidad educativa, nos ningunean y somos invisibles, cuando la jornada continua afecta tanto al servicio de comedor como a nuestras jornadas. Y, sin embargo, a la hora de poner los servicios mínimos, son casi del 100%. Los servicios mínimos son máximos porque nos dicen que somos esenciales».

La huelga finalizará mañana, jueves, porque es cuando se conocerán los resultados de las votaciones en los centros que deciden si implantan o no la jornada continua.

Una vez se hagan públicos, las trabajadoras «seguiremos con el Gobierno de Navarra como hemos estado hasta ahora para decirle que no puede hacer las cosas del modo que las está haciendo, dejándonos a un lado a las trabajadoras del comedor, cuando tiene toda la influencia la jornada continua en el comedor y en nuestras jornadas laborales».

Lukanbio ha detallado cómo es esa afección al señalar que «de manera general se acorta el comedor, porque no da tiempo para las extraescolares y que el autobús, así que digamos que cogen tiempo del comedor y lo recortan».

Esta medida se traduce en que «el servicio empeora y también nuestras condiciones laborales, porque se reducen las jornadas. De la manera que se plantea, mucha gente decide igual no llevar a los alumnos al comedor, que familiares se encarguen de ellos, por lo que el número de comensales baja mucho y ahí se desencadenan los despidos».

En estos momentos, «más de 1.500 personas se dedican a los comedores escolares» en Nafarroa y aunque todavía está por determinar cuántos centros serán los que finalmente implantarán la jornada continua, «donde ya lleva un tiempo, hay centros en los que han bajado a más de la mitad las trabajadoras de los comedores».