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Un impuesto del 5% a los superricos bastaría para acabar con el hambre en el mundo

Un estudio de Oxfam constata que un impuesto del 5% a los ingresos y patrimonio de los más ricos permitiría recaudar 1,5 billones de dólares al año y bastaría para acabar con el hambre en el planeta.

Somalia es uno de los estados más afectados por el hambre.
Somalia es uno de los estados más afectados por el hambre. (Petterik Wiggers | Oxfam)

Un impuesto de hasta el 5 % al patrimonio y las ganancias de los más ricos en los países del G20 –foro que reúne a las mayores economías del planeta– sería suficiente para acabar con el hambre mundial, según un estudio divulgado este lunes en Brasil por la ONG Oxfam.

Esa tasa propuesta por Oxfam permitiría recaudar 1,5 billones de dólares al año y también alcanzaría para ayudar a países de baja y media renta a adaptarse a los cambios climáticos y a cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, un compromiso asumido por todos los países del mundo en 2015.

«Con 1,5 billones de dólares al año, que sería lo que se recaudaría con ese 5 %, conseguiríamos hacer todas las inversiones necesarias para estas tres agendas, que incluso conversan entre sí», aseguró a EFE Maitê Gauto, gerente de Programas e Incidencia de Oxfam Brasil.

Pero además, explicó, se tendrían recursos adicionales por más de 546.000 millones de dólares para invertir en servicios públicos y otras medidas para el combate al cambio climático en los países del G20.

Esta es la principal conclusión de un análisis realizado por Oxfam con base en datos de organismos multilaterales como la ONU, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la ONG World Inequality Database (Base de Datos de Desigualdad Mundial).

Desigualdad impositiva

Oxfam identificó que los países del G20 recaudan cuatro veces más por impuestos al consumo que por tributos al patrimonio, pues mientras unos 32 centavos por dólar recaudados provienen de tasas sobre bienes y servicios, menos de 8 centavos por dólar son recogidos por tributos a la riqueza.

En estas naciones, señala la ONG en un comunicado, los ingresos totales del 1 % más rico aumentaron un 45 % en las últimas cuatro décadas, pero la tasa más elevada de impuestos sobre sus ingresos se redujo desde un 60 % en 1980 hasta el 40 % en 2022.

«El 1 % más rico de los países del G20 tuvo ingresos por más de 18 billones de dólares en 2022, un valor superior al PIB de China», apunta Oxfam.

Según la ONG, estudios en países como Brasil, el Estado francés, el Reino Unido, Italia y Estados Unidos mostraron que los superricos pagan una tasa efectiva de impuestos más baja que un trabajador promedio.

El tema cobra especial interés en vísperas del encuentro que sostendrán este miércoles y jueves en São Paulo los ministros de Finanzas y gobernadores de los Bancos Centrales del G-20, pues Brasil, como presidente temporal del foro, tiene entre los ejes temáticos que rigen su mandato la lucha contra el hambre y las desigualdades.

Bajo esa premisa, Brasil, que finalizará su mandato en noviembre de este año, tiene planeado impulsar lo que sería el primer acuerdo mundial sobre la tributación de los superricos para reducir la desigualdad global.

La idea al parecer cuenta con acogida pues un sondeo mencionado por Oxfam señala que cerca de 75 % de los millonarios de los países del G20 apoya una tributación mayor sobre su riqueza y más de la mitad cree que la extrema riqueza es una amenaza contra la democracia.

Eso fue ratificado con un grupo de 260 millonarios y multimillonarios que pidieron a la élite política reunida en el Foro Económico Mundial de Davos, en enero pasado, que les aumentaran los impuestos sobre la riqueza para combatir las desigualdades sociales.