Con el objetivo de llegar a las 794 adhesiones –el 5% de la masa social rojilla–, Sadar Bizirik va a impulsar una recogida de firmas en los aledaños de El Sadar este lunes, antes de la disputa del derbi entre Osasuna y Alavés.

Si llegan a esas cifras, solicitarán a los rectores del club navarro la convocatoria de una asamblea extraordinaria en la que expondrán sus argumentos para que se disuelva la actual de socios compromisarios y se elija una nueva por sorteo.

El principal, que no fueron dichos compromisarios, mediante también una asamblea extraordinaria, los que validaron las faltas de asistencia de socios en las que se celebraron el 18 de diciembre de 2021.

Un acto que se llevó a cabo durante la pandemia, lo que motivó algunas de esas inasistencias que, aún pudiendo ser justificadas por la normativa que dispuso en aquel momento el Departamento de Salud foral, fueron validadas por algún órgano del club –no se realizó comunicación oficial del club que lo especificase, según Sadar Bizirik– que no era la asamblea, único estamento que lo puede hacer por estatutos.

En consecuencia, «en la composición actual de la asamble figuran personas socias que deberían haber perdido su legitimadad de representación y existen otras personas socias que deberían haber adquirido su condición de socio compromisario en sustitución de las personas anteriores», ha señalado Iraia Lizarraga.

Sadar Bizirik entiende que «todas y cada una de las decisiones que después de esa fecha (mediados de diciembre de 2021) se tomaron en la asamblea compromisaria pueden estar comprometidas en caso de impugnación».

A raíz de estas quejas, que empezaron a formular socios a nivel particular a través de las redes sociales, la Junta Electoral del club encargó un informe jurídico para analizar si las decisiones que se habían tomado en las asambleas a partir de diciembre de 2021 se podían considerar válidas o no.

Dicho informe determinó que sí lo eran, al considerar que se habían adoptado ateniéndose a los antiguos estatutos. Sin embargo, para Sadar Bizirik no se entró a la cuestión de fondo que ahora le ha llevado a este colectivo a tomar la decisión de impulsar la recogida de firmas.

Así, Miguel Azcona ha explicado que la cuestión radica en que «creemos que la Junta Directiva se arrogó una posición, una decisión que no tenía amparo estatutario a la hora de determinar que las faltas de asistencia no iban a computar como consecuencia de la pandemia. Es la asamblea de socios compromisarios la que debería haber adoptado esa decisión».

A su juicio, la única solución a este embrollo es «convocar una asamblea extraordinaria en la que se trate la disolución de la asamblea compromisaria y el comienzo de un nuevo proceso de elección, como así marcan los actuales estatutos en sus artículos 17 y 18.B1», ha insistido.