El sindicato ELA ha exigido al Ayuntamiento de Bilbo que garantice una «gestión eficiente» en el funicular de Artxanda y ha advertido que el anuncio de una auditoría «no solucionará los problemas de la plantilla y el servicio», por lo que ha demandado «medidas concretas».

En un comunicado, el sindicato ha recordado que la concejalía de Movilidad y Sostenibilidad ha anunciado que contratará a una empresa para realizar una auditoría en el funicular de Artxanda. A finales de 2023 la plantilla secundó varias jornadas de huelga para denunciar la «mala gestión» del servicio.

ELA ha dicho desconocer «cuál es el objetivo» de la auditoría, pero ha considerado que «debería servir para aflorar las causas de las bajas, y en concreto, el impacto de las deficiencias técnicas y organizativas en la salud de las personas que trabajan en el funicular».

El sindicato ha dicho que la dirección de la empresa «tiene la responsabilidad de tomar las medidas pertinentes para evitar dichas situaciones en la medida de lo posible, medidas que no ha adoptado».

Cada vez mayor carga de trabajo

ELA ha recordado que el funicular de Artxanda bate, año tras año, récord de usuarios y ha pasado de ser «un medio de transporte local, de barrio, a una atracción turística». En ese sentido, ha indicado que en el año 2023 ha habido 1,3 millones de viajantes, 100.000 más que el año pasado, pero, sin embargo, «la estructura de plantilla no ha variado en todo este tiempo».

Además, ha indicado que cada turno está estructurado en seis personas para «un servicio de calidad», pero «se establece un grupo mínimo de cuatro para que el funicular funcione». «El 80% del tiempo los turnos son de cuatro personas, con el desgaste que ello supone para el personal, ya que no deja de ser que entre cuatro personas se cubre el trabajo de seis, con cada vez más usuarios», ha criticado.

Ante esta realidad, ELA ha dicho que «urge un análisis exhaustivo de las cargas de trabajo excesivas por las deficiencias organizativas en el ámbito de las sustituciones, falta de descansos suficientes, deficiencias técnicas, más aún teniendo en cuenta que se ha aprobado el aumento de frecuencias del funicular, con lo que los viajes será en vez de cada 15 minutos, cada 10 minutos, pero no se prevé ninguna reestructuración organizativa».

Al Ayuntamiento de Bilbo se le acumulan los conflictos laborales en el transporte público. Las protestas de la plantilla del funicular se suman a las de Bilbobus, que ha realizado numerosas huelgas desde octubre y preparan ya una indefinida a partir del 9 de abril.