Daniel   Galvalizi
Periodista

El Congreso aprueba la amnistía frente a la amenaza de la derecha de una guerra judicial

El bloque de investidura da el sí por 178 votos al proyecto que perdona los actos de los encausados por el «procés» El «y tú más» entre el PSOE y el PP enciende el hemiciclo. El adelanto electoral catalán y el «caso Koldo», omnipresentes.

Oriol Junqueras, uno de los líderes represaliados, ha acudido al Congreso para «un día histórico».
Oriol Junqueras, uno de los líderes represaliados, ha acudido al Congreso para «un día histórico». (Alejandro Martínez Vélez)

Todos los partidos y confluencias que han apoyado la investidura de Pedro Sánchez, con excepción de Coalición Canaria, han votado este jueves la amnistía a los encausados por el proceso soberanista en Catalunya por un período que comprende el 1 de noviembre de 2011 hasta el mismo mes de 2023, en un debate que ha sido breve pero bronco con el PP y Vox amenazando con una guerra judicial, de bloqueo en Senado y de «oposición total».

Por 178 votos contra 172, y con la infaltable tensión de último minuto con un diputado «popular» que se ha equivocado votando sí y enmendándose entre risas y pudor, la Cámara ha votado a favor del dictamen aprobado por la Comisión de Justicia la semana pasada y tres minutos después, el proyecto con su enmienda transaccional.

El PSOE, el grupo confederal Sumar, Esquerra Repulicana, Junts per Catalunya, EH Bildu, el PNV, los cuatro diputados de Podemos, el del Bloque Nacionalista Galego y José Luis Abalos (estos integrados en el Mixto) han dado el sí, con la oposición enfrente del PP, Vox, UPN y CC.

Los intercambios han sido breves pero, cómo no, broncos, ya que cada grupo contaba solamente con siete minutos para exponer los argumentos. Los momentos más álgidos, cuando el socialista Patxi López y el líder de la oposición Alberto Núñez Feijóo han tenido su turno.

La primera ovación de pie ha sido hacia la presidenta del Congreso, Francina Armengol, cuando el exlehendakari la ha reivindicado como «la legítima presidenta» de la cámara y ha pedido su renuncia «a la misma persona que aparece en el sumario (del llamado caso Koldo) con nombre y apellido», en alusión al portavoz del PP, Miguel Tellado.

«Es inadmisible esa falta de institucionalidad, tienen un problema con esa concepción», ha enfatizado, y toda la bancada conservadora ha comenzado a cantar «Koooooldo, Kooooldo»... Luego López se ha volcado ya en defender la amnistía y criticado que la derecha tiene solo única propuesta «que es incendiar Catalunya, prefieren el conflicto y la revisión, enfrentar unos territorios con otros porque siguen defendiendo el maldito ‘cuanto peor para el país, mejor para el PP’».

López (PSOE) al PP: «Estoy convencido de que pasará el tiempo y comprarán esta ley, como han hecho con otras»

 

«Estoy convencido de que pasará el tiempo y comprarán la ley de amnistía. Ahora asumen otras leyes con normalidad, por ejemplo les vimos votar en contra de la ley de matrimonio igualitario y solo unos meses después gritar ‘viva los novios’ en la boda de (Javier) Maroto», ha ironizado. También ha asegurado que, «lejos de romper España», el PSOE la une y vertebra y que hace «que los distintos sentimientos de pertenencia, que existen, puedan compartir un proyecto de país».

En su turno, Feijóo respondió al portavoz precedente: «Cualquiera que escuchara al señor López pensaría que lo hizo lehendakari la izquierda independentista. Pero no, fue el PP vasco. Ha sido tan bochornoso el discurso que hasta el señor Abalos ha abandonado el hemiciclo».

El líder del PP ha reparado en el principal asunto en el que todos se fijaron en los pasillos del Congreso, que no fue precisamente la amnistía sino el adelanto electoral en Catalunya. «La convocatoria a elecciones demuestra cómo gobiernan ustedes y sus socios, son los principales agentes de la inestabilidad, solo defienden sus intereses personales». Como hace cuando se refiere a la CAV y al PNV, esta vez ha prometido que el partido «que defenderá los intereses de todos los ciudadanos» en las catalanas será el PP, no como el PSOE «que pide el voto constitucionalista para entregárselo a los partidos independentistas».

Feijóo ha tachado la amnistía de «delirio» y ha considerado que el presidente del Gobierno no ha defendido el proyecto en el atril del hemiciclo «porque hasta él se ve incapaz de dar la cara» por lo que ha calificado de «estafa». «Esta ley se va a aprobar porque es la única forma que tuvo Sánchez de ser presidente y es la única forma que tiene de seguir siéndolo un tiempo más», ha recalcado.
    
Emoción en el soberanismo

El líder de ERC y exvicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, ha estado presente en las gradas, junto a la vicepresidenta actual del Govern, Laura Vilagrà Pons. Mientras entraba al hemiciclo y preguntado por NAIZ, ha dicho que había venido porque «hoy es un día histórico».

Las caras de los diputados de Junts y de Esquerra no ocultaban su alegría y de hecho después de la votación ha habido abrazos, sonrisas y muchas selfies. En los discursos previos, incluso, no ha habido pullas entre ellos, algo que venía siendo habitual.

EH Bildu ha hablado de «ley excepcional pero justa» y para el PNV soluciona «lo que nunca debió haberse producido»

 

«La vida es aquello que ocurre mientras haces planes, decía John Lennon», ha comentado Jon Iñarritu (EH Bildu), quien ha hurgado en las contradicciones del PP en sus posiciones con respecto a qué hacer con los encausados del «procés» y especialmente con Carles Puigdemont. «Esta es una norma excepcional pero justa, que saca de los tribunales lo que nunca debió llegar a ello», ha afirmado.

Por su parte, Mikel Legarda (PNV) ha respaldado el proyecto recordando las culpas del PP, que ha «tratado el problema (territorial) como uno de orden público, gestionado con una mezcla de impaciencia e intransigencia y generando situaciones que nunca debieron haberse producido».

ERC, Junts y Sumar

Sin estar presente Gabriel Rufián (de baja por paternidad), la ponente por ERC ha sido Pilar Vallugera Belañà, quien ha expresado su «orgullo» por estar defendiendo una ley que pone «blanco sobre negro» lo que ellos vienen defendiendo «hace cuatro años». «Finalmente llegamos a la resolución de una primera parte, necesaria pero no suficiente, para resolver el conflicto político», ha añadido.

También ha hecho una mención especial para aquellos que «pusieron la cara y el cuerpo, en la calle, en el aeropuerto, en todos lados, y son quienes merecen todo el esfuerzo». Y ha cuestionado «la estructura subyacente del Estado español, demofóbica, con una judicatura secuestrada por la derecha».

«Seguiremos por el camino de la liberación nacional, lo haremos por los conductos democráticos y pacíficos, a pesar de todas las trabas judiciales y policiales o del Tribunal de Cuentas que nos podamos encontrar», ha concluido.

Por parte de Junts ha hablado Josep Maria Cervera, quien ha sido muy crítico con «la reaccionaria derecha española» y ha reivindicado la decisión de su grupo el 30 de enero pasado de bloquear el dictamen de comisión porque «tenía carencias», a diferencia del votado este jueves. «Esto nos confirma que manteniendo la firmeza se avanza de verdad. Tenemos una amnistía integral que no deja a ningún independentista fuera», ha subrayado.

Ha dicho que la derecha española se queja de la amnistía «a medida» cuando tienen ellos todo así: «Informes policiales a medida, represión a medida, cloacas del Estado a medida, noticias fake a medida, medios a medida, un rey a medida»... y ha proseguido mencionando más de una docena de cosas que fueron respondidos por abucheos de la bancada del PP. Cervera les ha mirado y respondido: «¿Se les hace largo? Más larga se nos hace la represión a nosotros». El «zasca» ha generado aplausos hasta de los diputados de ERC.

Por Sumar, quien ha hecho una enfática defensa de la amnistía ha sido Aina Vidal, de Catalunya en Comú, quien advirtió mirando a las derechas que «votar en contra de esto es apostar por la confrontación, el odio y la venganza, es utilizar el pasado para impedir el progreso», y ha destacado que «no se rompe nada España, no pierde, pierden la derecha y sus jueces».

El momento de mayor insulto ha sido cómo no, el de Santiago Abascal. Con tono de apocalipsis, ha lamentado que «la mayoría pírrica» estaba votando «el mayor y más colosal acto de corrupción de la historia». Ha tachado a Sánchez de ser «el jefe de una cuadrilla de forajidos con la única ambición de enriquecerse» y de permitir que actualmente «la política interior y exterior (del Estado español) la dominen Marruecos y los separatistas».

El diputado de UPN, Alberto Catalán, ha sido el legislador que abrió el debate y no ha defraudado: ha considerado el proyecto como una de las «mayores ignominias a las que se ha sometido al Estado de Derecho» y una «humillación a todo un país». La diputada de CC, Cristina Valido, no ha cuestionado prácticamente la amnistía aunque ha ratificado el voto contrario (ya lo había anunciado en la sesión de investidura de Sánchez) y reclamado presupuestos.

Un inciso sobre los PGE
    
Esos mismos presupuestos mencionados por la diputada tinerfeña han sido, junto con el adelanto electoral, uno de los tópicos que han ocupado las conversaciones en las Cortes. De hecho, el partido mayoritario del Gobierno de coalición ha aprovechado la oportunidad para reafirmarse en su negativa a tramitarlos.

«No hay posibilidad alguna. Se irá directamente a negociar los de 2025», han respondido a NAIZ fuentes de Ferraz. De hecho, desde el entorno de la vicepresidenta María Jesús Montero han hasta hecho bromas al respecto: «La ministra de Hacienda se maneja muy bien con los PGE prorrogados».

Desde el socio minoritario tampoco ocultan su enfado. «Se debería haber intentado un poco más, aunque respetamos la decisión del presidente», ha dicho una diputada de Sumar a NAIZ. Tampoco se ha mostrado satisfecho al respecto Aitor Esteban, portavoz jeltzale, que en declaraciones antes del pleno admitió que el PNV «ya tenía casi cerrado un acuerdo» porque venía «negociando hace más de un mes» al respecto.

La próxima batalla legislativa pasará ahora al Senado y se calcula que a mediados de mayo próximo el proyecto, que será rechazado tras varias semanas de comisiones y críticas por la mayoría conservadora de la cámara alta, volverá a la cámara baja para ser ratificado por los mismos 178 escaños. No habrá mucha más agenda legislativa venidera: por Semana Santa y las autonómicas de la CAV y Catalunya, de aquí a fines de mayo solo habrá tres plenos. Y luego las europeas. Poco margen para imponer agenda legislativa.