NAIZ

Sare, en el Día Internacional de la Salud: «Es un derecho de todos, incluidos los presos»

Sare reconoce que «la situación ha comenzado a cambiar» en el seno de la política penitenciaria, pero que «todavía hay muchos presos y presas que se enfrentan a esta realidad, sin olvidar que la mayoría ha pasado gran parte de la pena cumplida hasta ahora en primer grado o en aislamiento».

Concentración de Sare en Iruñea por los presos enfermos.
Concentración de Sare en Iruñea por los presos enfermos. (SARE)

En el Día Internacional de la Salud, Sare ha puesto el foco sobre las personas gravemente enfermas que se encuentran en prisión. «La defensa de un sistema de salud universal, que no deje a nadie atrás ni por su situación económica, social o de cualquier otro índole, debe de ser el objetivo de cualquier sociedad que se considere democrática», ha señalado en una nota.

Por ello, ha recordado que «la política penitenciaria excepcional que se aplica a los y las presas vascas, es decir, la soledad que ha supuesto tantos años de alejamiento y aislamiento, la prolongación de la pena o la imposición de penas similares a la cadena perpetua y la imposibilidad de pasar a tercer grado o de obtener permisos, influyen directamente en la salud de la persona presa y generan inestabilidad, problemas psicológicos, ansiedad, problemas para el desarrollo de las relaciones...»

En esa línea, Sare no ha querido dejar pasar que «en los últimos años, han sido varios los presos vascos, en la que su deterioro de la salud y la deficiente atención médica, a supuesto o bien la muerte en prisión, o su puesta en libertad, cuando les quedaban días de vida».

La plataforma reconoce que «la situación ha comenzado a cambiar» en el seno de la política penitenciaria, pero que «todavía hay muchos presos y presas que se enfrentan a esta realidad, sin olvidar que la mayoría ha pasado gran parte de la pena cumplida hasta ahora en primer grado o en aislamiento».

Enfermedades incompatibles con la cárcel

«Las graves enfermedades, que un número importante de ellos padecen, son incompatibles con la cárcel y esta afirmación no es nuestra, es de los propios profesionales de la sanidad, que de esta manera se han pronunciado en repetidas ocasiones», añade la nota de Sare. En este sentido, han recuperado unas palabras del psiquiatra Luis Rojas Marcos, que señala que «más de 20 años de privación de libertad en cualquier preso, supone un deterioro físico y psíquico irreversible». Aproximadamente 80 presos y presas vascos, llevan cumplidos más de 20 años de prisión, seis de los cuales, superan los 30 años.

Por ello, Sare reclama la aplicación de la ley ordinaria. «Permitiría que los y las presas gravemente enfermas permanecieran en casa, atendiendo su dolencia de la manera más adecuada posible, a ser posible con el objetivo de superarla. Este debe de ser un criterio que no puede estar vedado a los presos y presas vascos».

Así, han recordado la reciente decisión del Ministerio Fiscal al recurrir por tercera vez la progresión a tercer grado penitenciario del preso Juan Karlos Subijana. «Lo dijimos hace unos día y repetimos hoy que esta decisión se ha aplicado a un preso con graves enfermedades y donde la cárcel representara con seguridad un deterioro de las mismas».