En la segunda sesión del juicio con jurado contra Leonel B.T, autor confeso de la muerte de Rebeca Huayta, han testificado las personas que aquella madrugada estuvieron en el bar Hilargi que regentaba la víctima y donde se cometió el crimen machista.
Edilberto, un cliente habitual, ha contado que tras haber cerrado el local, Rebeca le llamó para que acudiera junto a otro amigo e invitarles a una cerveza, momento en que el acusado «se enfadó. Se disgustó mucho» y estaba «celoso», ha relatado también una testigo de ese momento que estaba con la pareja en el bar.
Ertzainas que visionaron las cámaras del bar han destacado ese primer momento de agresividad, tras el cual el procesado arrebató el móvil a la víctima, lo golpeó y lo rompió, y después impidió el acceso a ambos hombres a quienes había invitado Rebeca.
«¿Qué quieres tú con mi mujer?», le espetó «agresivo» Leonel B.T. al testigo mientras le empujaba ante la puerta del bar, ha relatado Edilberto.
Los agentes que comprobaron las grabaciones de las cámaras del local han indicado que la pareja y otra mujer permanecieron en el bar bebiendo cervezas y minutos después de que se fuera esa mujer, hacia las 5:21 horas, se aprecia que él la agarra y tira al suelo en un habitáculo de la parte trasera del bar, «y empieza la agresión».
En ese lugar el vídeo solo graba las piernas de la mujer tendida en el suelo y a él o su sombra moviéndose alrededor de ella hasta que abandona el bar cuando ella aún se mueve.
Confesión a un empleado
El hombre que trabajaba como empleado del procesado ha declarado que esa madrugada recibió 10 llamadas de su jefe, que le confesó haber matado a Rebeca «de la manera más fea» y le pedía «que fuera a limpiar al bar».
El empleado le dijo al acusado que llamara a la Policía y le advirtió de que él mismo iba a comunicarlo y así, hacia las 9.00 de la mañana paró a una patrulla en la calle y les comunicó que su jefe «había hecho algo» a su pareja.
«Casi simultáneamente» el empleado paró a los agentes y Leonel B.T. llamó a la Policía para confesar el crimen, han afirmado guardias locales y ertzainas.
Dos patrullas de Policía local que acudieron al bar encontraron al acusado «cabizbajo» y le arrestaron tras hallar el cuerpo de una mujer en medio de un charco de sangre, con la cara golpeada y puñaladas en el vientre. Una agente comprobó que la mujer ya no tenía pulso y no respiraba.
Según han coincido dos agentes, en ese momento el encausado no presentaba síntomas de estar ebrio.
La ertzaina instructora del caso ha explicado que Leonel B.T. acumulaba un largo historial policial por episodios violentos hacia Rebeca y hacia parejas anteriores. Personas de ese entorno contaron que Rebeca y él mantenían «una relación bastante tóxica».
Los investigadores han añadido que tras matar a su novia, el acusado se cambió de ropa y que, entre sus prendas salpicadas de sangre encontraron la tarjeta bancaria de Rebeca. Testigos han contado en el juicio que ella nunca tenía dinero, que él controlaba la caja del bar y controlaba también sus llamadas y los mensajes, porque era «muy celoso», y que ella vivía «con miedo».
Un agente municipal ha testificado que días antes de matar a Rebeca había acudido al bar Hilargi después de que una mujer le alertara de que un hombre estaba rompiendo objetos y había agredido a la camarera. El policía comprobó que Rebeca presentaba una herida en la nariz y arrestó a Leonel B.T. tras visionar las grabaciones de las cámaras y ver que la había agredido.
Una tía del acusado ha explicado que entre varios familiares han recogido dinero que «unos días antes» del juicio han entregado a la familia de la víctima para tratar de reparar el daño causado, si bien Leonel B.T. no ha aportado nada.
El juicio seguirá este miércoles.