Trabajadores de Mecaner se han concentrado este miércoles ante Sabin Etxea para instar al PNV a que asuma «un papel activo y decisivo» en la defensa de sus empleos y del futuro de la histórica troquelería ubicada en Urduliz. Defienden que la empresa es «viable» pero hace falta «voluntad política» por parte del Ejecutivo de Lakua.
Desde el comité de empresa han incidido en la importancia del papel a jugar por el partido que lidera Andoni Ortuzar al ser los responsables de la política industrial que se ha desarrollado en las últimas décadas. Al PNV le han demandado que adopte medidas para «defender la industria de Euskal Herria y posibilite una transición socialmente justa y sostenible».
En plena campaña electoral al Parlamento de Gasteiz, han solicitado algo más que promesas. «Es el momento de dar pasos con determinación», han asegurado.
Esa petición la han realizado después de cuatro reuniones del periodo de consultas, en que los representantes de la multinacional Stellantis han dejado claro su decisión de cerrar la planta, rebatiendo cada una de las propuestas de la parte social. En ese escenario, pendientes del último encuentro con la dirección, previsto para el viernes 26 de abril, la plantilla ha emplazado a la Viceconsejería de Industria a que propicie una reunión de las tres partes implicadas en el conflicto –Lakua, Stellantis y sindicatos– para buscar una solución.
Meras promesas de Lakua
Hasta el momento, han lamentado, desde el Ejecutivo autonómico se han manifestado a favor de acompañar a los trabajadores en la búsqueda de inversores que puedan estar interesados en el mantenimiento de la actividad en esta fábrica, aunque han precisado que han sido meras promesas. «No han adquirido más compromisos», han apostillado.
Por ello, tal y como recoge la carta que han entregado en la sede del PNV, han exigido a sus responsables políticas industriales que garanticen el futuro de la industria y el empleo en Euskal Herria. Además, les han pedido que adopten medidas para llevar a cabo una transición social justa y sostenible de la industria y la automoción, y crear comités de transición que lo hagan posible, en sintonía con la propuesta asumida por la representación sindical en Mecaner.
«Lo que está ocurriendo en Mecaner no es una situación aislada, en los últimos años el tejido industrial ha ido desapareciendo, muchas empresas de nuestro entorno han cerrado. Y las grandes empresas de servicios y las cadenas han ocupado sus lugares. Las diferentes instituciones y partidos han hecho posible la desaparición de la industria. Los responsables del desmantelamiento industrial tienen nombres y apellidos», han resaltado.
«La industria que queda, además, no es industria de aquí –han advertido–, sino que grandes multinacionales se han incorporado a polígonos que antes formaban parte del paisaje de Euskal Herria. Aún manteniendo nombres y letreros, ahora la industria de aquí está en manos de las grandes multinacionales. Más allá si hablamos de automoción».
Han expuesto que «la pérdida de la industria de aquí, la dependencia de otros países y el acceso de las multinacionales, ha supuesto una pérdida de soberanía industrial. Ni los ciudadanos ni las instituciones locales decidimos qué, cómo y para qué queremos producir».
«Empresas que no tienen relación con el territorio ni con la gente de aquí, como Stellantis, se van como han venido», han denunciado. Esa destrucción del tejido industrial, han alertado, «nos condena además a la destrucción de empleo y a la precariedad a las personas que aquí trabajamos y vivimos».