Entrevue
Alba García
Candidata a lehendakari de Sumar

«Con EH Bildu tenemos muchas similitudes y, si nos sentamos, podríamos llegar a un acuerdo»

Alba García Martín (Bilbo, 1988) ha dado el salto a la política institucional esta campaña tras aceptar ser la candidata a lehendakari de Sumar el próximo 21 de abril. Militante de distintos movimientos sociales, quiere usar esa experiencia para poner en marcha políticas sociales.

Alba García, candidata de Sumar a lehendakari.
Alba García, candidata de Sumar a lehendakari. (Aritz LOIOLA | FOKU)

Aunque las encuestas no son demasiado optimistas con los resultados de Sumar el próximo domingo, Alba García se muestra confiada en que su formación pueda ser clave a la hora de formar un Gobierno de progreso que rompa con el modelo impuesto por PNV y PSE en Lakua. Por ello, descarta de lleno investir como lehendakari a Imanol Pradales y abre la puerta a sentarse con EH Bildu.

Arrancó la campaña siendo la candidata menos conocida. ¿Cómo se presentaría ante aquellos que no sepan quién es?

Soy psicóloga de formación, especializada en Intervención Social. Desde mi militancia, he participado en el movimiento antirracista, el feminismo y sindicatos de vivienda. En esta campaña estoy aportando mi punto de vista como mujer que ha sufrido la precariedad, la inestabilidad laboral, las dificultades de vivir de alquiler… Esa experiencia es muy importante para luego poner en marcha políticas sociales.

En campaña, han aludido especialmente a los indecisos. ¿Qué le diría al electorado que todavía no tiene claro su voto? En especial a aquel votante que dude entre la suya y otras candidaturas de izquierdas.

Les pediría confianza, porque estamos en un momento de cambio político. Tenemos que conseguir que la gente se sienta con ganas de ir a votar, que crea que vale la pena. Nosotros ofrecemos una apuesta por la «política útil», como hemos demostrado en el Gobierno del Estado con la subida del SMI o la reforma laboral impulsada por Yolanda Díaz, por ejemplo.

El de Sumar es un votante más interesado por la política estatal. ¿Cómo pretenden atraerlo para que apoye su candidatura al Parlamento de Gasteiz?

Más que interesado, diría que nuestro votante valora la labor realizada en el Ministerio de Trabajo por Yolanda Díaz, porque se demuestra que podemos aportar en distintas instituciones. Es el valor que tiene una vicepresidencia de Gobierno y cinco ministerios. Son las políticas que nos afectan directamente en nuestro día las que pueden hacer que la gente se movilice.

Han hablado de la actualización del Estatuto. ¿En qué ámbitos creen que necesita una renovación?

Cuando hablamos de actualizar el Estatuto lo hacemos porque necesita renovarse. Por ejemplo, creemos que debería incluir alguna mención a las mujeres. Queremos renovar el Estatuto para blindar los derechos sociales que ahora no están recogidos. Al Gobierno del PNV y PSE le diría que no vale de nada traer nuevas competencias si luego no las aplican, como la Ley de Vivienda, que lleva desde 2015 metida en un cajón. Nosotros queremos ampliar las competencias, pero para utilizarlas.

Las encuestas reflejan una mayoría independentista y soberanista en el Parlamento de Gasteiz. ¿Cuál es la propuesta política de Sumar de cara a encajar la voluntad de esta mayoría?

El voto que deposita la gente en las urnas me merece todo el respeto. Si la gente apuesta por esto, me parece fenomenal. En Sumar defendemos los procesos de diálogo para, desde ahí, cumplir lo que la ciudadanía vasca decida. El modelo de Sumar siempre ha sido muy claro: reconocemos a Euskadi como nación y estamos a favor del autogobierno, porque creemos que es positivo, y a favor de traer más competencias, dentro de un modelo de Estado plurinacional federal.

«En Sumar defendemos los procesos de diálogo para, desde ahí, llevar a cabo lo que la ciudadanía vasca decida».

 

Si la aritmética parlamentaria así lo permitiera, ¿apoyaría Sumar una hipotética investidura de Pello Otxandiano?

Con EH Bildu y el señor Otxandiano es evidente que tenemos muchas similitudes y no me cabe duda de que, si nos sentamos en una mesa, podríamos llegar a un acuerdo en muchísimos puntos. Pero en otros tendríamos que hablar largamente antes de acordar nada.

¿Como del modelo de Educación?

La educación es un tema que me preocupa mucho, y es algo que nos diferencia de EH Bildu. El modelo educativo que nosotros defendemos es un modelo público y de calidad. Sería uno de los puntos que tendría que abordar con Otxandiano antes de hablar de apoyos.

¿Sería este una línea roja de cara a hablar de investiduras?

Cuando hay tantas similitudes, las líneas rojas no aportan nada. Es cierto que sería una de las cuestiones a dialogar, como de la colaboración público-privada, de dónde tiene que poner los recursos la institución, tendríamos que hablar de transición energética… Pero no se trata de ir a una negociación con líneas rojas, sino con una voluntad de diálogo que, no me cabe duda, tendríamos.

En cambio, sí que se han mostrado totalmente reacios a apoyar un nuevo gobierno del PNV.

Tenemos claro que no vamos a apoyar un Gobierno del señor Pradales, un Gobierno de derechas que represente al neocapitalismo más voraz. No lo vamos a hacer porque es un modelo antagónico al nuestro. En este caso sí que ponemos una línea roja porque llevan 40 años privatizando este país, cargándose la sanidad y la escuela pública, reventando los ecosistemas… Y eso no les puede salir gratis. Con el PNV marcamos una línea roja, ya que nuestros proyectos van en direcciones contrarias.

«El PNV lleva 40 años privatizando, cargándose la sanidad y la escuela pública, los ecosistemas… No les puede salir gratis».

 

¿Pueden los pactos en el Gobierno del Estado alterar, de alguna forma, el equilibrio de acuerdos en Lakua?

No, son contextos distintos. Cuando logramos frenar un gobierno de la extrema derecha en las anteriores generales, conformando el Ejecutivo de coalición PSOE-Sumar, contamos con el apoyo de un montón de partidos, entre ellos el PNV. Es decir, había un interés general mayor. La otra alternativa es que gobernara la extrema derecha con la derecha extrema y tener a [Santiago] Abascal de vicepresidente del Gobierno, por lo que estas formaciones tuvieron altura de miras democrática.

Además de candidata a lehendakari, es la cabeza de lista por Bizkaia. Su propuesta principal para este herrialde es detener el proyecto del Guggenheim Urdaibai.

Un proyecto de este calibre no tiene ningún sentido en una comarca como Urdaibai y tampoco tiene ningún sentido hacerlo en una reserva de la biosfera, desde el punto de vista ecológico, pero también desde el punto de vista del desarrollo económico y sostenible. Guggenheim Urdaibai ofrece un modelo de turismo masivo que ya sabemos qué acarrea: especular con la vivienda, salarios precarios, empleo temporal y de poca calidad…

Desde Sumar creemos que una propuesta así tiene que contar con la participación de la gente que vive en la comarca. Este es un proyecto unilateral del PNV que abanderó sin tapujos en las elecciones municipales y forales. Pero no han hablado con nadie de la zona, no se han sentado con los vecinos y vecinas ni han hecho estudio alguno de cómo desarrollar la comarca. Si estuviéramos gobernando, el primer paso sería sentarnos con las vecinas y que lo que se haga sea consensuado y no unilateral, como acostumbra a hacer este Gobierno.

¿Y qué plantean en cuanto al modelo de turismo?

Nosotros no somos turismofóbicos, estamos a favor del turismo, pero no puede ser que el Casco Viejo de Bilbao, Donostia, Gasteiz o cualquier otro sitio se convierta en un parque temático, porque es un horror para la gente que vive ahí. En Sumar, tenemos claras cuáles son las medidas, y pasan porque Turismo sea una parte de la política pública, que ahora mismo no lo está siendo; por paralizar los fondos buitre que pueden operar como les dé la gana; y por abordar la problemática del turismo masivo en las ciudades. Es un tema que he tratado ampliamente en el sindicato de vivienda, porque obliga a que los vecinos y vecinas se tengan que ir de sus casas.