Animadas por gigantes, gaiteros, trikitrilaris, txalapartaris o joaldunas, los seres mitólolgicos de Irurtzun, Sakana Kantuz y 22 tractores, más de tres mil personas, según los organizadores, se han manifestado este sábado preelectoral en Altsasu, para mostrar su rechazo a los «destrozos» del Tren de Alta Velocidad y exigir que se lleve a cabo el proyecto alternativo de un tren social.

Al finalizar la movilización en la plaza Iortia, que estaba convocada por las plataformas a favor del tren social de Nafarroa, de Araba y de Goierri, han leído un comunicado en el que han subrayado que la citada alternativa «cuenta con el apoyo de una amplísima mayoría de la población y de las instituciones». Por ello, han lanzado la demanda a estas últimas de que hagan respetar la voluntad popular.

«Hay alternativa y la inmensa mayoría la apoyamos. Por eso exigimos que se respete la palabra de la gente. Porque nos gusta el tren y queremos utilizarlo, pedimos la renovación de las vías actuales. Queremos una mayor frecuencia de trenes, queremos los apeaderos de todos los pueblos abiertos y en marcha, queremos que el tren sea un verdadero medio de transporte», han resumido.

En este sentido, han dejado claro que «queremos seguir viviendo en nuestros pueblos» y que por eso mismo reivindican una estructura ferroviaria «buena». Además, consideran el tren necesario y el principal medio de transporte del futuro para mitigar el cambio climático, quitando el transporte de mercancías de las carreteras para que viajen en tren.

La alternativa que defienden, recogida en un extenso proyecto -titulado ‘Análisis de trazados y propuesta para un tren público y social en Burgos, Álava y Navarra’- elaborado por varios ingenieros de caminos y que vio la luz hace un año y medio, se basa en la adecuación y la mejora de la intraestrfuctura ferroviaria actual, teniendo en cuenta las demandas de los pueblos y con un coste económico 2.000 millones de euros menor en comparación con el TAV.

Los tiempos de viaje aumentarían en alrededor de diez minutos, pero, según defienden las plataformas en contra del TAV, mejorarían las conexiones de cercanías y regionales, se renovarían todas las estaciones y se abrirían nuevas, y se recuperarían los apeaderos, suponiendo todo ello un impacto en el medio ambiente «infinitamente menor».

«Cicatriz gigantesca»

«¿Por qué han de hacer una cicatriz gigantesca en nuestros valles?», se han preguntado.

Han recordado la decisión del Estado francés de acondicionar la vía que une Hendaia con Burdeos en lugar de construir una nueva para uso exclusivo de la alta velocidad. Entre Castejón y Logroño y desde Teruel a Zaragoza también se acondicionarán y reformarán las vías.

«¿Por qué no pueden hacer lo mismo aquí? ¿Por qué tienen que construir otra nueva infraestructura? ¿Por qué quieren destruir Itza-Oltza, Sakana, Aralar, Andia, Urbasa, Entzia, Aizkorri-Aratz, la Llanada Alavesa y Goierri?», han añadido ante los manifestantes.