Acompañado por su esposa Elena Ochoa, el arquiecto Norman Foster se ha colocado un casco amarillo para acceder a la zona de las obras de ampliación del Museo Bellas Artes de Bilbo, que ha recorrido junto al director del museo, Miguel Zugaza, y el alcalde Juan María Aburto, para supervisar «la colocación de las celosías principales de la ampliación y examinar los prototipos del envolvente de aluminio y vidrio de la estructura».
Las obras, con una inversión prevista de 45 millones y que se prolongarán hasta dentro de un año, supondrán una expansión física del museo de 6.743 metros cuadrados de nueva construcción (más de un 60 %) y la remodelación de otros 8.000 m2 ya existentes.
El proyecto constructivo ‘Agravitas’, diseñado por Foster junto al arquitecto vasco Luis María Uriarte, que también ha visitado los trabajos in situ esta mañana, implicó el montaje de unos pilares, tres soportes tubulares en V de 12 metros de longitud, y en enero de este año comenzó la nueva fase con la instalación de unas celosías de acero de alta resistencia, de 55 metros de longitud y 87 toneladas.
Para su instalación se han empleado unas grúas de gran tonelaje que trabajan en la zona del Parque de Doña Casilda y la Plaza Arriaga, y que permiten elevar las estructuras metálicas completas sin apoyos provisionales intermedios.
El arquitecto británico Norman Foster (Manchester, 1935), obtuvo el premio Príncipe de Asturias a las Artes de 2009 y el Premio Pritzker, así como es caballero del Imperio Británico, Barón de Foster del Thames Bank y ejerce de presidente del Royal Fine Art Commission Trust, al tiempo que dirige el Forum of Mayors para las Naciones Unidas.