El joven Georg Steinhauser, hijo de Tobias, también ciclista profesionak, y sobrino del mítico Jan Ullrich, ha estrenado su palmarés profesional al imponerse en solitario la decimoséptima etapa del Giro, en la que Tadej Pogacar se ha dado una especie de tregua, a pesar de que en la última ascensión a Passo Brocon, casi sin querer, ha vuelto a dejar atrás a sus rivales en la lucha por la general, a los que ha metido otros 18 segundos.
El joven alemán, que ya había probado fortuna en Prati di Tivo y estuvo cerca en Livigno, hoy a vuelto a demostrar que está con muy buenas piernas y hoy se ha mostrado muy activo, siendo protagonista en las principales escapadas del día, primero en una de diez, neutralizada por DSM, para pegar el arreón definitivo a 50 kilómetros de meta junto a Ghebreigzabhier (Lidl-Trek).
Ataque a falta de 34 kilómetros
El dúo no ha hecho muchos kilómetros juntos, pues Steinhauser ha pegado otoro arreón que el africano no ha podido seguir 16 kilómetros después y afrontar en solitario una pelea contra un pelotón en el que Pogacar no parecía tener especiales ganas de buscar la sexta victoria de etapa y el resto de equipos tampoco parecía dispuesto a hacerle el trabajo sucio al esloveno para quedarse con la misma cara que ayer.
Steinhauser ha iniciado el Passo Brocon con 2:18 sobre el pelotón y ha llegado a tener hasta 3:15, con una posible arrancada de Pogacar como principal miedo. Ataque que se ha quedado a medias, porque no ha sido hasta que Daniel Felipe Martínez ha decidido probar fortuna, cuando el líder se ha destacado. Y lo ha hecho casi sin querer, pues se ha quedado solo al responder al ataque del colombiano y, casi sin pretenderlo, ha vuelto a meter 18 segundos a un grupo perseguidor formado por Tiberi, Thomas, Martínez, Rubio y Bardet, quienes tienen su lucha particular por el segundo pueso.