Marcel Pena

Un millón de personas ya siguen la «rutina diaria» de dos jóvenes en la Franja de Gaza

Mohammed y Omar son dos jóvenes de 18 y 19 años que se han propuesto mostrar la realidad de la Franja de Gaza a través de una cuenta de Instagram. Además de su día a día, también relatan las consecuencias del conflicto desde la ciudad de Deir al-Balah.

'Herz' y Omar, los dos jóvenes que relatan el día a día desde la Franja de Gaza.
'Herz' y Omar, los dos jóvenes que relatan el día a día desde la Franja de Gaza. (@omarherzshow)

Jugar al fútbol y videojuegos, dar clases de ajedrez a los niños desplazados, ir al mercado, conectarse a internet desde un café… Estas son algunas de las actividades que ocupan los días de Mohammed ‘Herz’ y Omar en la ciudad de Deir al-Balah, en la Franja de Gaza. Estos dos jóvenes de 18 y 19 años son quienes están detrás de la cuenta de Instagram @omarherzshow, dedicada a mostrar la «rutina diaria en zona de guerra» durante el conflicto palestino-israelí, y que recientemente ha conseguido alcanzar la cifra del millón de seguidores.

Desde el pasado 13 de julio, ‘Herz’ y Omar suben diariamente un vídeo a Instagram, donde muestran su día a día. Lejos de quedarse de brazos cruzados, los dos jóvenes ofrecen a la población local conectarse a internet gracias a «eSIMs», ya que no existe conexión alternativa en la Franja de Gaza. Instalados en un café, a ellos acuden ciudadanos que necesitan hacer pagos online, pero también instalar nuevas aplicaciones en sus teléfonos, descargar películas o ver partidos de fútbol. «Somos como el centro de internet de Gaza», explica Omar en uno de los vídeos. Para trabajar en su ordenador, tienen que cargar a la noche unas pesadas baterías que luego transportan hasta el café.

La Franja de Gaza vive además una gran crisis poblacional, debido al gran volumen de desplazados que provocan los bombardeos. Para hacer su estancia en Deir al-Balah más agradable, ‘Herz’ y Omar organizan actividades con los niños desplazados. Con ellos, organizan torneos de ajedrez y partidos de fútbol, deporte al que son muy aficionados como se observa a lo largo de los vídeos, donde lucen numerosas camisetas de equipos y selecciones.

Otro de los asuntos que tratan es el de las transferencias de dinero. «El problema que tenemos aquí en Gaza y que la gente no conoce es que, de cada donación o transferencia, no recibes el 100% del dinero, sino que se quedan con un 20% de tu dinero», explica Omar, sin dar más detalles. La falta de dinero en efectivo provoca que mucha gente no pueda realizar compras.

Además, el cierre de los puntos fronterizos y el bloqueo de la ayuda humanitaria ha provocado una gran inflación en la Franja de Gaza, tal como constatan los dos adolescentes en productos como comida, agua, ropa o las propias baterías. Por ejemplo, Mohammed llega a pagar hasta seis dólares por un pan, debido a la falta de harina y el precio del gas.

«Negacionistas» del conflicto

Aunque los primeros vídeos transcurren en un ambiente distendido, mostrando a los jóvenes en su vida diaria, no se aprecian los estragos de la guerra directamente, más allá de verse algún edificio destruido. Esto llevó a que los comentarios de sus historias se llenaran de «negacionistas» que alegaban que la imagen que ofrecían los ‘instagramers’ no se correspondía con la de un «genocidio». Mohammed y Omar salieron al paso de estos comentarios el 2 de mayo, relatando en un tono mucho más serio del que acostumbran la situación que vivieron ellos y sus familias.

«Cuando comenzó la guerra, nos vimos forzados a evacuarnos y dejar nuestra casa. Desgraciadamente, algunos de los familiares que vivían conmigo no pudieron encontrar un sitio al que ir. Muchos de ellos murieron. Otros sobrevivieron, pero con horribles heridas y lesiones», explica Mohammed. Omar, por su parte, cuenta al micro que su mejor amigo, Hamza, falleció durante los bombardeos de Gaza, sin que por el momento se sepa nada más de él. «El genocidio es real. El dolor es real», subraya al final del vídeo.

Sin que sea el motivo central de su videoblog, @omarherzshow también muestra la destrucción paulatina de la ciudad. En uno de ellos, Omar explica que en el camino de poco más de cinco minutos que separa el café y el campo de fútbol, oyeron como caían las bombas sobre Deir al-Balah. «Estuvimos literalmente a cinco minutos de morir», relata el joven en la pieza del 22 de abril.

Más adelante, las calles de Deir al-Balah comienzan a ser refugio de miles de refugiados procedentes de Rafah. Las consecuencias de la masificación de la ciudad se pueden observar en los vídeos, que recogen el colapso del alcantarillado. Hace tan solo dos días, en el vídeo del 27 de mayo, relatan el bombardeo de un campo de desplazados en Rafah, donde murieron decenas de personas.

Con motivo del millón de seguidores, han elaborado un vídeo conmemorativo. En él, se hace un resumen de la vida de los dos jóvenes durante los últimos meses, pero también se observa la destrucción y las condiciones en las que viven miles de desplazados.