«La UE se juega su esencia y valores, y la competitividad de su modelo»
Oihane Agirregoitia (Bilbo, 1980), que aspira a revalidar el escaño jeltzale en la Eurocámara, opina que el 9J está en juego la esencia misma del proyecto europeo. Respecto a la crisis climática, apela a acordar con la industria la hoja de ruta, y sobre posibles sanciones a Israel no se pronuncia.
Estas elecciones llegan en un momento convulso a nivel mundial y con muchas interrogantes en el seno de la UE. ¿Qué está en juego el 9J?
Están en juego dos cuestiones estratégicas. Por un lado, lo que tiene que ver con la esencia europea y los valores de democracia, libertad, justicia social y respeto a los DDHH. Que Europa mantenga la naturaleza que la originó como espacio de libertades y derechos. Y está en juego también la competitividad de Europa, ser un actor económico relevante a nivel mundial más allá del modelo de EEUU y de China. Ganar competitividad, reindustrializarse y tomar las medidas necesarias para hacer las transiciones ecológicas y digitales con equilibrio y sin dejar a nadie atrás, conservando siempre ese pilar social que nos diferencia de los modelos chino y estadounidense, o de otros modelos de desarrollo económico-sociales.
Todo el mundo coincide en que estas elecciones son vitales para la UE, sin embargo, las previsiones de participación son muy bajas. ¿Por qué?
En general, la política europea, Europa, se siente lejana, y no se conoce que el 80% de las normas que allí se aprueban afectan a nuestro día a día, o que cuando hablamos de Europa hablamos de cuestiones tan tangibles como el euro, la tarjeta sanitaria europea que utilizamos cuando nos movemos por Europa, Erasmus, el interrail, el cargador único de los dispositivos electrónicos... Creo que ahí tenemos un debe, y el reto de trasladar mensajes claros donde se vea la importancia de que la esencia europea se siga manteniendo, y de que sigamos defendiendo allí los intereses de Euskadi, porque se juegan muchas cosas que nos afectan como Euskadi, como vascos y vascas.
Parece que se está produciendo un rearme de los Estados frente a la Unión; ¿dónde ha quedado la Europa de los pueblos que se hablaba en los 90?
El PNV ha sido europeísta y ha defendido esa Europa de los pueblos, «herrien Europa», desde antes de que se constituyera la propia UE. Y nuestro compromiso es seguir impulsando ese «herrien Europa», ese lema de unidas y unidos en la diversidad, donde realidades nacionales como la nuestra tengan cabida.
La pasada legislatura estuvo sobre la mesa el estatus de las lenguas; ¿va a ser el euskara lengua oficial en la UE a todos los efectos en esta legislatura?
Vamos a poner todo el empeño porque sea así. Se viene trabajando en el intergrupo de lenguas minorizadas y de realidades culturales diversas, y desde ahí se han conseguido cosas, como que el euskara esté presente en el Museo de la Historia de Europa, y se han hecho propuestas concretas, como que producciones culturales y artísticas en euskara puedan acceder a programas como Europa Creativa. Y el objetivo lo tenemos claro; pedimos un comisario para tratar todo lo que se ha venido trabajando en ese intergrupo y para que vele por el respeto a las lenguas minorizadas, para que el euskara, el gallego, el catalán, lenguas oficiales porque es nuestro pleno derecho, puedan ser habladas y escuchadas en las instituciones europeas.
En la UE hay naciones, como Euskal Herria, que piden respeto a su capacidad de decidir. ¿Es necesaria una postura común, una ley de claridad?
Siempre hemos sido claros, y reclamamos esa directiva de claridad, basada en un acuerdo, que hemos visto que en el caso de Québec ha funcionado y que puede dar solución a distintas realidades nacionales y plurinacionales que existen en el ámbito de la Unión Europea. Garantizaría un marco jurídico respecto a los pasos que se vayan dando para que los pueblos tengan el derecho a decidir su futuro.
«El pueblo vasco fue acogido y debemos acoger. Siempre, también, garantizando preservar los valores de la esencia europea»
Una de las noticias del 9J parece que será el auge de la ultraderecha. ¿Les preocupa?
Puede condicionar mucho lo que suceda en el Parlamento los próximos años. Va a afectar a muchísimas decisiones en las que se ha venido trabajando, con colectivos minoritarios, sobre los derechos de las mujeres, objetivos planteados en el ámbito de la sostenibilidad... Nuestro deber y nuestra única voluntad es defender los intereses de vascos y vascas, de una sociedad que es diversa. Pie en pared al crecimiento de movimientos extremos.
¿No ha favorecido ese crecimiento el hecho de que a la extrema derecha algunos le hayan «comprado» parte de su discurso, por ejemplo en el ámbito de la migración?
La gestión de los movimientos migratorios va a ser uno de los grandes retos de los próximos años a nivel europeo, y requiere una política común, exactamente igual que en materia de seguridad y de relaciones exteriores. Hace poco se aprobó el Pacto Migratorio, sobre el cual hubo una abstención crítica por parte del PNV, porque entendíamos que no se defendía el modelo vasco de acogida o el trabajo que realizan entidades como Zaporeak o Aita Mari, que tuve la oportunidad hace unos días de estar con ellos. En nuestro programa electoral tenemos siete propuestas concretas, siempre desde valores de acuerdo y defendiendo que el pueblo vasco fue acogido y que debemos acoger. Siempre, también, garantizando preservar los valores y la esencia europea, de integración y de gestión de la diversidad cultural.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, no descarta pactar con Meloni o Le Pen para seguir en el cargo. ¿Qué opina?
Como PNV la raya roja la hemos puesto hace tiempo, en Madrid y aquí en Euskadi, y esa línea roja se va a mantener igual en Bruselas y en Estrasburgo. Por otra parte, como PNV formamos parte de una coalición que es CEUS, somos parte del Partido Demócrata Europeo y formamos parte del grupo Renew. Nuestro candidato para presidir la Comisión Europea no es Ursula Von der Leyen sino Sandro Gozi.
¿El Pacto Verde Europeo puede estar en peligro en función de los resultados electorales?
Hay muchos acuerdos, avances y derechos que se han conseguido que pueden estar en riesgo en función de la composición final del Parlamento.
Usted ha dicho en campaña que la descarbonización «solo puede abordarse con y no contra la industria». ¿A qué se refería con esas palabras?
A ir de la mano y basarnos en acuerdos como los que ya se han conseguido para descarbonizar procesos industriales y conseguir objetivos de neutralidad energética para 2050. Euskadi fue la primera comunidad en declarar la emergencia climática, tenemos el Basque Green Deal, creo que no hay ninguna duda respecto a la apuesta y a los objetivos que se plantean. Lo que hay que tener en cuenta es que Euskadi es diversa, que tenemos una pequeña y mediana empresa a la cual hay que acompañar en el proceso de transición energética y digital, porque detrás hay muchos puestos de trabajo y muchas familias que comen de ahí. La hoja de ruta debe ser consensuada para preservar la esencia de la industria vasca, para que esto sirva para fortalecerla y abrirle puertas al mercado europeo y a un mundo global donde tenemos que competir.
«Lo mismo que se llegó a un acuerdo sobre cómo actuar en Ucrania, esto (posibles sanciones a Israel) requiere una política común de la UE al respecto»
¿Por qué la respuesta de la UE fue tan nítida ante la invasión de Ucrania y sin embargo ante lo que está haciendo Israel en Gaza es casi imposible acordar una posición común?
Ucrania es un país candidato a ser miembro de la UE, y por tanto, hay un sentimiento de que cuando se está atacando a Ucrania se está intentando desestabilizar lo que es el propio proyecto de la UE. En el PNV lo que tenemos claro es que cualquier vulneración de derechos humanos en cualquier parte del mundo hay que condenarla y hay que luchar contra ello, sea en Ucrania, sea en la Franja de Gaza, sea en una frontera o en el mar. Se están haciendo reconocimientos del pueblo palestino y solicitamos que todos los organismos internacionales se pongan manos a la obra para dar fin a un conflicto y una guerra que se está alargando demasiados años.
¿La Unión Europea debería sancionar a Israel?
Lo mismo que se llegó a un acuerdo sobre cómo había que actuar en el caso de Ucrania, esto requiere una política común de la UE al respecto.