«Empate», ha respondido uno de los cargos que dirigen la estrategia del PSOE a la pregunta de NAIZ sobre el pronóstico para el domingo. Conocedor de los muy negativos sondeos de hace tres meses, este militante con mucha responsabilidad en el organigrama del partido lo enfatizaba con una sonrisa.
En un escueto intercambio con el ministro de Justicia y Presidencia, Félix Bolaños, al preguntarle concluido el mitin de cierre de campaña por una palabra para el domingo y si esperaba un empate, ha señalado sonriente: «¿Empate? No... Ganar».
No hay bajón en las encuestas por la amnistía ni por el llamado ‘caso Koldo’. La sensación es que aquí no ha pasado nada y desde la crisis de los cinco días de reflexión de abril todo es tendencia hacia arriba. Fuentes de Ferraz han respondido a NAIZ que los últimos tracking que ellos manejan internamente y que ya no es legal publicar les indican un repunte, especialmente a expensas de la coalición Sumar. La aspiradora de votos de las generales del año pasado en torno a la figura de Sánchez volvería a ocurrir (y perjudicar a los de Yolanda Díaz y quizás a algunos soberanistas).
«A votar con la zurda»
La dirección de Ferraz vuelve a demostrar por qué es una aplanadora en tiempos de campaña. Todo estaba milimétricamente calibrado en un cierre de campaña ante 5.000 personas en el polideportivo Fernando Martín de Fuenlabrada, en el corazón central del populoso cinturón rojo madrileño, la tercera ciudad más grande de la comunidad autónoma tras la capital y Móstoles.
No es casualidad tampoco que el presidente del Gobierno haya mencionado en su discurso a Alvise Pérez, líder de la nueva plataforma Se Acabó la Fiesta. «De Abascal ahora ¿quién ha salido? Pues el inframundo de Alvise. A los tres les vamos a ganar. Solo hay una papeleta que les puede ganar a los tres, y es la del PSOE», ha exclamado casi en grito.
Sánchez: «De Abascal ha salido el inframundo de Alvise, y a los tres les vamos a ganar»
Pérez, un influencer agitador de estilo trumpista que hace recordar al salvadoreño Bukele, está aspirando votos al PO y a Vox, haciendo que estos pierdan preferencias (aunque en términos absolutos la derecha no decrezca). Cosechará alrededor de un 5% según el CIS. El PSOE lo sabe y por eso menciona al nuevo ultra que hace una campaña marginal, en redes sociales y casi sin aparecer en los medios tradicionales.
Al servicio de la polarización afectiva que ha emprendido con vigor el PSOE está también el presidente Javier Milei, a quien Sánchez ha mencionado en varias oportunidades, por su apellido y también con sinónimos como «la motosierra». Ha enviado un «caluroso saludo al pueblo argentino» a la vez que ha remarcado: «O estamos con la justicia social o estamos con Milei. O estamos con la paz o estamos con Netanyahu. O estamos con la convivencia o estamos con Aznar. O estamos con el juego limpio o estamos con Feijóo».
Al líder del PP le ha dedicado diversos párrafos y en modo irónico y sarcástico ha recordado varias veces que en el Estado español hay «un líder de oposición que pudo ser presidente pero no lo fue porque no quiso», disparando la risa de un auditorio en éxtasis tras más de una hora de arenga.
«Arrancó la campaña diciendo que que le iba a sacar 15 puntos al PSOE. Ahora están pidiendo la hora diciendo que este partido lo van a empatar. Pues lo van a perder, los zurdos y las zurdas este partido lo vamos a ganar. Para defender a Europa», ha gritado. Inmediatamente después y con rostro casi histriónico, ha añadido: «Tengo unas ganas de que llegue el domingo… cuando coja la papeleta con la zurda y vote a Teresa Ribera. Unas ganas de darme el gustazo de ganar a Feijóo y Abascal. ¡Estoy contando las horas!».
Sánchez ha agradecido el esfuerzo a su vicepresidenta tercera saliente, que en breve irá a la Eurocámara, y ha dicho que ha demostrado ser «una impresionante mitinera» y que es «el ejemplo de la socialdemocracia del siglo XXI, comprometida con el cambio climático, los jóvenes y la reindustrialización».
«¿Hemos tenido enfrente algo mas que el fango?», se ha preguntado el líder del PSOE, que ha agradecido «mucho» el apoyo brindado a él y a su familia. Ha reiterado que «los ataques» contra su esposa, Begoña Gómez, son por haber sido el presidente que aumentó el salario mínimo y cobra más impuestos «a las grandes fortunas».
Réplica a Aznar: «Dijo ‘quien pueda hacer, que haga’. Y le respondemos: ‘El que pueda votar, que vote’»
También ha aparecido el otro tótem de la derecha española, José María Aznar, en el discurso. «Estaban tan mosqueados porque no les daban los números, fue tal el mosqueo de Aznar que dijo ‘quien pueda hacer, que haga’. Bueno el próximo domingo le vamos a responder, ‘¡quien pueda votar, que vote!».
También ha aprovechado para recriminar a Feijóo que no ha respondido si acepta que la cogobernanza en Bruselas sea con la ultraderecha: «De lo que no se da cuenta es que cuando pactas con la ultraderecha, acabas devorado por ella».
«Fueron a Bruselas a malmeter»
El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha ratificado en el cierre de campaña ser el arengador principal de las bases del PSOE. En un discurso enérgico, ha afeado al PP de haber ido a «malmeter a Bruselas» contra los fondos europeos. «Es impensable eso de un líder del PSOE cuando gobierna el PP. Somos el partido de la lealtad a la democracia», ha opinado.
«Los que aspiran a través de sus denuncias a ganar elecciones el domingo se van a llevar un sorpresón», ha señalado, y ha reivindicado la presencia en el mitin de Javier Solana, exalto comisionado de Asuntos Exteriores de la Unión Europea. «Europa es la negación de los extremismos, el combate al autoritarismo, es el diálogo y el entendimiento, unirse en pos del bien común superando siglos de guerras. No queremos que vuelvan los brazos derechos en alto», ha recalcado.
Zapatero: «No queremos que vuelvan los brazos derechos en alto»
También ha dado su respaldo a la decisión del Gobierno de reconocer a Palestina como Estado diciendo que el PSOE «ha vuelto a escribir otra página de dignidad» en la historia y ha lamentado que haya «cada vez más terraplanismo político, la derecha cada vez más a la derecha, y a la ultraderecha le salen cada vez más ultras, con este terraplanismo ya están cerca del abismo».
Como si fuera una explicación de por qué se involucra tanto en las campañas electorales socialistas en los últimos tiempos, ha confesado: «Lo distéis todo por mí, compañeros, entonces yo lo voy a dar todo por vosotros».
Ribera y las tres banderas
En su turno, Ribera ha dicho que los socialistas van a ganar porque les gusta «disfrutar de las cosas buenas, de los compañeros, de la solidaridad, de los derechos, de las libertades y de la voluntad de mejorar las cosas» y ha hecho una enfática defensa del Pacto Verde y la transición ecológica.
Ha comentado que cuando estaba en la presidencia pro témpora del Estado español del Consejo Europeo, en «noches sin dormir y negociando para poner de acuerdo a 25 países», ella y Sánchez estaban «solos» mientras que el PP, «como dice Zapatero, estaban haciendo ña ña ña, malmetiendo, querían reventar la industria española y no les importaba la subida de la electricidad en los hogares españoles».
Ribera: «Hasta el FMI ha dicho que la economía crece como un ‘rocket’, pero a los del blanco y negro no les gusta y embarran»
«Esta revolución industrial no la vamos a perder. ¿Habéis escuchado alguna propuesta? Ninguna, solo un rato sobre [Carles] Puigdemont. Ahora resulta que Puigdemont es bueno, depende con quién vote. Están dispuestos a hacer alianzas extrañas en contra de los intereses de los españoles y del gobierno legítimo de España», ha afirmado con el tono en máximos.
Según Ribera, los datos de la economía española son «espectaculares», tanto que «hasta el FMI ha dicho en inglés que la economía crece como un ‘rocket’ (cohete), pero a los del blanco y negro, los del lloriqueo permanente y los que no tienen programa, no les gusta eso y embarran». También ha cuestionado que pidan reducir el presupuesto europeo y la deuda a costa de los recortes en derechos sociales.
«Se acabó, ahora tenemos condiciones para seguir mejorando y hacerlo con la dignidad que merece. El próximo domingo, por nuestras hijas, por nuestras madres, por nuestros vecinos, por los trabajadores, por tantos y tantos motivos, porque queremos disfrutar de la vida, porque no queremos brazos en alto, a votar con la zurda, compañeros» ha concluido.
El polideportivo estaba casi repleto y había cuatro banderas que se repetían por todo el auditorio: la del PSOE, la europea, la del Estado español y la arco iris que simboliza al colectivo LGBTi. Un niño de 9 años agitaba tres de ellas menos la rojigualda. La madre, Lorena, militante del PSOE y vecina de Fuenlabrada, explicaba a NAIZ por qué había elegido aquellas para su hijo: «Porque creo que somos el único partido que puede hacer que en Europa evite los retrocesos y seguir avanzando. Lo otro es retroceder». Ferraz aspira a que haya muchas Lorenas que llenen las urnas y le regalen una, otra, remontada histórica a Sánchez.