Roglic repite en la séptima etapa del Dauphine y Oier Lazkano sigue deslumbrando

Primoz Roglic se ha anotado su segunda victoria consecutiva en el Criterium Dauphine, reforzando su maillot amarillo a falta de la última jornada. Oier Lazkano, al nivel de los mejores ecaladores, ha sido cuarto en la etapa y sigue octavo en la general.

Primoz Roglic se impone de amarillo en la meta de  Samoëns 1600, con Jorgenson pegado a su rueda.
Primoz Roglic se impone de amarillo en la meta de Samoëns 1600, con Jorgenson pegado a su rueda. (Thomas SAMSON | AFP)

El esloveno Primoz Roglic (Bora) ha dado otro paso para lograr su segundo Dauphine al firmar un doblete en la séptima etapa, la jornada de montaña más dura de la presente edición con tres puertos de Primera, otro de Categoría Especial y 4.200 metros de desnivel a través de 155,3 kilómetros entre Albertville y Samoens 1600.

Y pese a toda esa dureza, Oier Lazkano (Movistar) ha sido capaz de aguantar el ritmo de los mejores escaladores del pelotón hasta la línea de meta. El ciclista alavés incluso se ha animado a atacar en los últimos metros en pos de la victoria, aunque poco ha podido hacer ante el empujón final de Roglic.

El esloveno de 34 años ha atacado en el momento justo para llevarse la etapa, bonificar 10 segundos y dejar la carrera sentenciada a falta de una jornada. El arreón final le ha permitido alzar los brazos por segundo día consecutivo, con un tiempo de 4h29:16, a una media de 34,6 km/h. A dos segundos han entrado Matteo Jorgenson (Visma), Giulio Ciccone (Lidl), Lazkano y el canadiense Derek Gee (Israel).

Completaban el top-10 Carlos Rodríguez (Ineos) a 8 segundos; Santiago Buitrago (Bahrein), Laurens De Plus (Ineos) y Alexander Vlasov (Bora) a 14; y un buen Mikel Landa (Soudal), que entró a 33 segundos. El alavés ha tirado para adelante viendo que su jefe de filas, Remco Evenepoel (Soudal), no podía seguir el ritmo de los mejores dejándose 1.56 minutos en meta y perdiendo prácticamente todas sus opciones de luchar por el podio.

En la clasificación general, Roglic aventaja en 1.02 a Jorgenson, en 1.13 a Gee, en 1.56 a Vlasov y Carlos Rodríguez es quinto a 1.58. Evenepoel es sexto a 2.15, mientras que siguen dentro del top-10 Oier Lazkano, octavo a 2.20, y Mikel Landa, décimo a 3.51.

Marc Soler, protagonista en la fuga del día

Ya de inicio tocaba ascender el Col des Saisies (9,5 km al 6,5%), donde se sucedieron los intentos de fuga y algunos abandonos. Cinco hombres se destacaban en la subida, con Marc Soler (UAE) y Davide Formolo (Movistar) como revulsivos. Por detrás se producían reacciones que desembocaron en un grupo de 10 hombres que iban a abrir camino con permiso de un pelotón controlado por el Bora, poco alterado por una fuga que no entrañaba peligro para la general.

Fortunato coronaba en cabeza en su afán se lograr el maillot de la montaña, y el italiano repetía en el techo de la Cote D'Araches (6,2 km al 7,4), donde la decena de rebeldes aún se entendía a la perfección. Por detrás, a 3.30 minutos, el pelotón con todos los favoritos al son que marcaban los hombres del maillot amarillo.

Pero en la subida al Col de la Ramaz (14 km al 7%) Marc Soler ha decidido jugársela desde lejos. El ciclista catalán ha afrontado en solitario el último ascenso a Samoens 1600 (10 km al 9%), con 4 minutos sobre el grupo de favoritos. Un grupo que ascendía muy rápido y alcanzaba Barguil, Rafferty y Prohomme a cinco de meta, dejando a Soler solo por delante.

El catalán contaba con una ventaja de dos minutos a 4 km de meta, pero su hundimiento ha sido total y su aventura terminaba faltando todavía dos kilómetros para la cima. El triunfo se lo jugarían entre los mejores de la general, entre los que ya no estaba Evenepoel, dejando muchas dudas de cara al próximo Tour.

Lazkano contestaba a un primer ataque de Buitrago, saliendo desde atrás, pero hubo reacción de Vlasov, llevando a Roglic a puestos de vanguardia. Y el esloveno en un rápido final no suele perdonar. Se adelantaba a Jorgenson dejando claro quién es el que manda en el Dauphine.

Lazkano, feliz y con buenas sensaciones

«Estoy totalmente vacío. Ha sido una etapa muy dura con lluvia, frío... Y todo el día a tope. Hemos alcanzado a Marc Soler cerca del final. Una pena por él, porque ha trabajado todo el día. Pero personalmente muy feliz, con buenas sensaciones, y un gran test para lo que viene», reconocía Oier Lazkano en línea de meta.

Preguntado por si esperaba estar con los mejores en la etapa reina, el alavés ha respondido que «esperaba dar lo mejor de mí, y eso es lo que he hecho, aunque estar con los mejores siempre es increíble». Sobre su movimiento en el tramo final, añadía que «lo he intentado a falta de 500 metros, quizás me he precipitado, pero la próxima vez jugaré mejor mis cartas».

Roglic también estaba feliz tras su victoria. «Parece fácil, pero realmente la clave ha sido que los compañeros han hecho un trabajo increíble y controlaron desde el principio la carrera. Me alegro de haber tenido las piernas al final para rematar», ha dicho Roglic en meta. «Al final me dije, ¿por qué no intentar la etapa? Simplemente he querido ganar porque el equipo ha hecho un trabajo después de la caída. Otro día más y podremos celebrarlo y ser felices. Intentaremos terminarlo mañana. Haremos nuestro mejor esfuerzo y ya veremos», ha añadido.

Remco Evenepoel, por su parte, se resignaba diciendo que «no ha estado tan mal, he ido delante todo el día pero las piernas ya no respondían y he tenido que subir a mi propio ritmo hasta el final». «No hay preocupaciones, estoy trabajando para lograr mi forma, así que no hay nada especial que lamentar. La diferencia es grande y sé que todavía tengo mucho trabajo por hacer. Para mí no es una sorpresa ceder en una subida tan empinada, sé que todavía no estoy en forma para disputar con los mejores. Así es la vida», ha concluido.

Y más que le tocará sufrir. Este domingo se disputa la octava y última etapa entre Thones y Plateau des Glieres, de 160.6 kms, una jornada de montaña con final en alto, tres puertos de Primera y uno de Tercera. De salida espera el Col de la Forclaz-de-Montmin (7.1 km al 7.2%), seguirán el Col des Esserieux (4.6 km al 5%) y Le Saleve (12.2 km al 6.8%) antes de la última batalla hacia meta con un ascenso de 9,3 km al 7,3% que conduce a meta.

Marianne Vos en la Volta

La neerlandesa Marianne Vos (Visma) se ha lucido en la segunda jornada de la Volta Ciclista a Catalunya, asaltando el liderato de la competición tras romper la carrera con un ataque en pleno ascenso a La Molina (1ª categoría) a cinco kilómetros de la meta.

Vos, triple campeona mundial y gran favorita para la victoria final, ha completado los 95,7 kilómetros de la etapa reina en 2h.49:43, aventajando en 51 segundos a su compañera Riejanne Markus y en 56 a la noruega Katrine Aalerud (UnoX), sobre las que abre un margen de 1:00 y 1:08, respectivamente, en la general.

Tras terminar segunda en el esprint de la primera jornada, Vos ha impuesto su ley en una etapa de alta montaña dominada por el equipo Visma-Lease a Bike, que ha desgastado al grupo delantero con sucesivos ataques en el último ascenso hasta que su líder ha lanzado la ofensiva definitiva a cinco kilómetros de la meta.

La subida a los puertos de la Collada de Toses y La Molina, con final en alto, ha condicionado la estrategia del pelotón, que neutralizaba la primera fuga destacable del día, con 12 integrantes, al pie de la Collada de Toses, a unos 50 kilómetros de la meta.

El equipo AG Insurance-Soudal, que perdió a su líder Ashleigh Moolman por una caída en la primera jornada, ha capitaneado el ascenso y coronaba la cima con tres corredoras (Justine Ghekiere, Mireia Benito y Julie Van de Velde), seguidas de cerca por el Movistar (Emma Norsgaard y Olivia Baril).

El FDJ-Suez ha liderado el escarpado descenso, pero el grupo llegaba unido a Rialp, a pie de puerto, desde donde la neerlandesa Fem van Empel (Visma-Lease a Bike) aprovechaba las rampas más duras, con un desnivel máximo del 14%, para atacar en solitario a 13 kilómetros de la meta en La Molina (5% de desnivel medio).

En cuanto Van Empel ha sido atrapada, el Visma ha seguido una estrategia de sucesivos ataques para romper la carrera. Femke de Vries y Riejanne Markus desgastaban al grupo delantero antes del cambio de ritmo definitivo de Vos, a cinco kilómetros de la meta.

Katrine Aalerud (UnoX) ha salido a su rueda, pero ha sido incapaz de mantener el ritmo de la triple campeona mundial, que coronaba la cima en solitario y lograba un minuto de margen en la general a falta de la última etapa, que se disputará este domingo con salida en Molins de Rei y llegada a Barcelona (86,6 kilómetros).