La Cumbre de Paz sobre Ucrania, que ha reunido a cerca de 60 líderes mundiales y representantes de unos 90 gobiernos, ha terminado este domingo con una declaración conjunta que reclama seguridad nuclear y de tránsito marítimo, aunque doce países destacados del mundo en desarrollo y socios de Rusia en ciertos foros han rechazado firmar el documento.
Entre estos países que no han firmado la declaración se encuentran Brasil, India y Sudáfrica –que forman parte junto a Rusia y China del grupo de economías emergentes, conocidos como los BRICS–, además de México.
Tampoco se han unido a la declaración final Armenia, Baréin, Indonesia, Libia, Arabia Saudí, Tailandia y Emiratos Árabes Unidos, mientras que 80 países sí han suscrito el documento, incluidos los de la Unión Europea, Estados Unidos, Reino Unido, Japón, Argentina, Chile y Ecuador.
En respuesta, el ministro de Exteriores ucraniano, Dimitro Kuleba, ha reiterado que este evento quería impulsar «un diálogo franco» para «alcanzar las decisiones correctas. Reunir a todo el mundo para que hablen al unísono sobre Rusia es precisamente la clase de evento que no gusta a Moscú», ha indicado.
La propia presidenta suiza y anfitriona de la Cumbre, Viola Amhard, reconocía este pasado sábado que no se hacía «ilusiones» sobre un posible «entendimiento final» en la reunión. «Pero es posible que sirva para que nos acerquemos a ese fin», ha querido matizar.
Los firmantes de la declaración, con un tono moderado en el que ni siquiera se refieren a Rusia como una fuerza agresora, consideran «necesaria» la inclusión de Rusia en futuras conversaciones de paz.
«Creemos que alcanzar la paz necesita de la participación y del diálogo entre todas las partes», reza el texto. «Por lo tanto, hemos decidido adoptar pasos concretos en el futuro para implicar a representantes de todas las partes en los aspectos mencionados en este comunicado final», añaden.
Los firmantes defienden la Carta de Naciones Unidas y el Derecho Internacional como herramientas marco de «una paz duradera y justa» y para solucionar las cuestiones tratadas en la cumbre, comenzando por el «retorno de los niños ucranianos desplazados de manera ilegal y deportados, así como el regreso del resto de civiles detenidos de manera ilegal y la liberación de sus prisioneros de guerra a través de un intercambio completo».
Instan a que las instalaciones nucleares de Ucrania queden completamente al margen del conflicto y abogan por que tanto centrales como otro tipo de instalaciones de este ámbito «operen de manera segura bajo el completo control soberano de Ucrania y bajo su supervisión».
Consideran también «fundamental la navegación comercial libre, plena y segura, así como el acceso a los puertos marítimos de los mares Negro y Azov» y afirman que los ataques a buques mercantes en los puertos y a lo largo de toda la ruta, así como contra puertos civiles e infraestructuras portuarias civiles, son inaceptables.
«La seguridad alimentaria no debe convertirse en un arma de ninguna manera. Los productos agrícolas ucranianos deben entregarse de forma segura y gratuita a terceros países interesados», añaden.
Zelenski: «Un éxito»
A pesar de las discrepancias, Zelenski ha valorado la cumbre como «un éxito».
«Hemos contado con la participación de presidentes y representantes a distintos niveles de 101 países y organizaciones, es un éxito, y Rusia hizo todo lo que pudo para que algunos no vinieran, pero les agradezco que hayan mostrado su independencia», ha afirmado en la rueda de prensa que concedió al final de la cumbre.
Zelenski ha agradecido la participación de las delegaciones y que hayan comprendido que «todos estamos interesados en que no hay peligro procedente de las plantas nucleares y otras instalaciones atómicas».
«Estoy agradecido de que los participantes en esta conferencia hayan comprendido esto y la necesidad de restaurar una seguridad total en la planta de Zaporiyia, capturada por Rusia», ha añadido.
«También les agradezco a cada uno por apoyarnos en nuestros esfuerzos de garantizar una navegación segura y preservar el flujo libre de alimentos», ha destacado.
Suiza abre la puerta a que Putin negocie sin ser detenido
Tras finalizar la cumbre, la presidenta suiza, Viola Amherd, ha abierto la puerta a que Vladímir Putin viaje al país helvético para participar en unas hipotéticas negociaciones sin ser detenido, pese a la orden de arresto que pesa contra él por parte de la Corte Penal Internacional.
La orden de detención contempla excepciones en caso de negociación, ha asegurado la mandataria en la rueda de prensa posterior a la cumbre, aunque ha matizado que ese permiso para entrar en suelo suizo necesitaría ser aprobado por el Consejo Federal, el Ejecutivo nacional del que ella forma parte.
Amherd también ha dicho que Suiza también está dispuesto a dialogar con otros países que han declinado su participación, como China.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores suizo, Ignazio Cassis, ha señalado que informará a Rusia y otras naciones sobre los resultados de la reunión de este fin de semana y también analizará «las formas de converger» con otras potencias como China y Brasil, que sí ha acudido a Bürgenstock pero con una delegación de bajo nivel.
Rusia: «Resultado casi nulo»
El Kremlin ha asegurado hoy que el resultado de la cumbre fue «casi nulo», aunque el documento final fue firmado por países teóricamente amigos de Rusia, como Hungría, Turquía y Serbia.
«Por supuesto, si hablamos en general del resultado de esta reunión, entonces, claro está, es casi nulo», ha dicho Dmitri Peskov, portavoz presidencial, durante su rueda de prensa telefónica diaria.
Peskov ha destacado que «muchos» de los países que acudieron a la cumbre aseguraron que «cualquier discusión seria y sustancial» carece de sentido sin la presencia de Rusia.
«Esto también lo hemos observado», ha afirmado.
En cuanto a una futura participación rusa en una cumbre para el arreglo del conflicto, ha asegurado que la postura rusa es «clara» y es la que fue expuesta el viernes por el jefe del Kremlin, Vladímir Putin.
«Sigue en la agenda del día la iniciativa de paz que expuso a finales de la pasada semana el presidente Putin», ha señalado.
Putin presentó el viernes sus condiciones para la paz en Ucrania, cuyas tropas deben abandonar las cuatro regiones anexionadas por Moscú en 2022; reconocer esas regiones y la península de Crimea como territorio ruso; y renunciar a sus planes a ingresar en la OTAN.
En caso de que Kiev acepte dichas condiciones, Putin ordenaría inmediatamente el cese de las acciones militares y el inicio de negociaciones de paz.
Además, dicha iniciativa debe contemplar el levantamiento de todas las sanciones occidentales adoptadas contra Rusia.